La encimera ‘smart’ que se limpia sola, la cruzada de Cosentino
El creador de Silestone investiga y desarrolla, a través de su filial de I+D, nuevas prioridades para sus materiales. ¿Por ejemplo? Que sean capaces de generar energía
30 marzo, 2018 09:00La innovación ha transformado la cantera familiar de mármol de Macael, abierta hacia 1940 por el matrimonio Martínez-Cosentino en Almería, en la empresa española más internacionalizada, según el Foro de Marcas Renombradas Españolas (es miembro de Marca España).
El primer paso de los hijos de la familia marmolista fue fundar la empresa Cosentino para llevar los productos de la cantera a la escala industrial, en 1979. Tras un par de fiascos al estilo de las startups de Silicon Valley (al presidente le gusta decir que se ha arruinado dos veces, como ellos), inventaron las planchas de Silestone (1990) para encimeras de cocina, hoy convertidas en superventas mundiales (se instala en tres nuevas cocinas de todo el mundo al minuto). El segundo hito de Grupo Cosentino es la invención de Dekton (2013), un material resistente a 300 grados de temperatura, al hielo y al deshielo, que puede emular a la madera, al cemento, a los metales, a las piedras o se puede imprimir.
Silestone está en el interior de edificios singulares de todo el mundo, y Dekton los reviste, es la piel de la academia de Rafa Nadal en Manacor, y la sede de Microsoft en Tel Aviv. La investigación es el secreto del éxito, el grupo empresarial tiene una treintena de patentes, y tres marcas registradas.
Cosentino Research & Development es la filial de I+D del grupo, tiene seis laboratorios con más de 40 investigadores de alto perfil, y colabora con centros científicos, como el CSIC. Los laboratorios de investigación están anexos a las siete fábricas que el grupo tiene en Almería, y el conjunto forma el Parque industrial de Cantoría, una miniciudad de 2,3 millones de metros cuadrados.
La investigación de Grupo Cosentino se enfoca en la mejora de los materiales del catálogo de la empresa, y el desarrollo de los del futuro. “Investigamos para que los paneles de Dekton puedan generar energía eléctrica cuando se instalen en el exterior de los edificios. Trabajamos para hacer la encimera inteligente, integrando sensores y electrónica en las planchas de Silestone, y para mejorar sus propiedades con la incorporación de nanomateriales. Queremos hacer materiales autolimpiables….”, desgrana Valentín Tijeras, director de Innovación de Cosentino.
El futuro de la empresa da los primeros pasos en el laboratorio de Investigación básica, es donde se realiza la actividad más disruptiva. En él nacieron Silestone y Dekton (llevó 25.000 horas de investigación). Los proyectos de Investigación básica se culminan en el resto de los laboratorios, según el tipo de especialidad, y cada idea tarda de tres a cuatro años en llegar al mercado.
El laboratorio de cerámica y vidrio es el de mayor crecimiento, tiene a nueve investigadores para mejorar Dekton, y está asociado a las dos plantas productoras del material. “Las materias primas de Dekton son similares a la cerámica y el vidrio, de ahí el nombre del laboratorio. Dekton es una mezcla de cuarzo, fesdelpato, caolín, arcilla y otros materiales inorgánicos. Solo 10 personas conocemos su composición, que se guarda de forma codificada, y no está patentada para no desvelarla. En Dekton eliminamos la resina (es plástica y por eso sufre por la climatología) del Silestone para hacer un material apto a las intemperies más extremas. Tiene un conjunto de propiedades que, para mí, le sitúan como el mejor material del mundo”, asegura Valentín Tijeras.
El precio del éxito
La inversión de Grupo Cosentino en I+D+i crece cada año, en 2017 lo hizo en un 30%, hasta los 22,5 millones de euros. Inventar Dekton ha costado 200 millones de euros, parte ha sido para hacer las dos plantas que lo fabrican.
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rnLa empresa no ha dado pérdidas desde el lanzamiento de Silestone en 1990. Sus ingresos crecen a doble dígito desde hace más de 10 años, y facturó 901 millones de euros en 2017.
Laboratorios I+D
Dekton tiene la dureza del cuarzo, su porosidad es casi nula (coeficiente de 0,01% de absorción de agua), resiste a todos los productos químicos que se pueden encontrar en un entorno comercial, aguanta impactos, y resiste a la compresión. “Es difícil cortarlo, y hemos debido desarrollar unas herramientas especiales para hacerlo. Solo 3.000, de los 20.000 marmolistas que son clientes de Cosentino en todo el mundo, están certificados para manipular Dekton”, añade Valentín Tijeras.
Aun así, la empresa trabaja para “hacerlo antideslizante y liso para que se limpie bien, los antideslizantes actuales son rugosos y se manchan con facilidad. También investigamos en la forma de curvarlo, multiplicar sus colores, y ampliar su abanico de texturas”, resume Valentín Tijeras.
En el laboratorio 3D se investiga la realización de productos en tres dimensiones, como fregaderos, lavabos o platos de ducha con Silestone y con Dekton. No es fácil hacerlo dada la dureza de ambos materiales. En el resto de los laboratorios se trabaja para mejorar Silestone, el motor de la empresa desde su lanzamiento.
“Silestone es cuarzo natural con resinas plásticas, altamente resistente a manchas, impactos y rayados, y con baja absorción de líquidos, pero trabajamos sin cesar para mejorarlo”, asegura Valentín Tijeras. Así, han desarrollado una gama con materiales reciclados (4,5 millones de euros de inversión, y tres años de investigación). Uno de sus logros ha sido el Silestone antibacterias, con la incorporación de un componente activo en la fabricación, que se libera poco a poco en contacto con agentes bacteriológicos para evitar la salmonelosis, o la aparición de moho, por ejemplo. La revista TIME lo eligió como una de las 20 innovaciones para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en este siglo.
El laboratorio de Recubrimiento de superficies investiga con nanopartículas para mejorar la intensidad de algunos colores de las planchas de Silestone, y en la evolución de la superficie hidrorrepelente a la autolimpliable. “Todos los materiales tienen cierta porosidad, inapreciable a simple vista. Estamos investigando el cambio de la formulación química de la composición de la superficie del Silestone para modificar su estructura molecular, hacerla menos porosa y, con ello, lograr una superficie hidro-oleo repelente. Cuanto menos porosa es una superficie, menor es el ángulo de contacto de las partículas de líquidos y aceites vertidos sobre ella. Cuando logremos tener un solo punto de adhesión, tendremos el Silestone autolimpiable”, explica Valentín Tijeras.
El laboratorio de Resina y aditivos trabaja con aditivos desconocidos para, por ejemplo, incorporar filtros ultravioletas con los que aumentar la resistencia de Silestone a la luz solar. El laboratorio más atractivo es el de Desarrollo de color, en él hay múltiples pigmentos con los que mejorar la veta de la imitación a piedra del Silestone, hacer nuevos colores, o conseguir efectos de volumen, de degradación del color o de desgaste. Han desarrollado unos 200 colores, y tienen 100 activos en el catálogo, adecuados a cualquier tipo de decoración.
Grupo Cosentino puede realizar todas las fases de un proyecto de I+D en sus laboratorios, dado que incorporan maquinaria para hacer pruebas piloto e industriales. Tienen líneas de producción a menor escala a la industrial para hacer pruebas piloto, que simulan el comportamiento de las fabriles. No contentos con ello, realizan pruebas a escala industrial en la mayoría de los proyectos.
La investigación de Grupo Cosentino se completa con un observatorio tecnológico, para detectar las tecnologías emergentes del sector. “Tenemos un nivel de gestión de la innovación muy potente, para reaccionar rápido a los cambios del entorno. La innovación ha pasado de ser una actividad creativa basada en la inspiración individual a ser un proceso estructurado para reducir riesgos. Hay avances que convierten en obsoletos los desarrollos tecnológicos en poco tiempo”, resume Valentín Tijeras.
Los laboratorios tienen en cuenta la idiosincrasia de cada mercado. Recogen las sugerencias de los comerciales locales, y de los 5.000 clientes y especificadores de sus productos mundiales que visitan el parque industrial almeriense de Grupo Cosentino, cada año.
Innovación empresarial
Dos claves innovadoras de Cosentino son salir al exterior con activos propios en vez de distribuidores (años 90), y hacer plataformas integrales logísticas y de servicios (110 en el mundo). Distribuye a 80 países, con filiales y activos en 30, y showrooms en el corazón de 10 capitales mundiales. El 54% de los ingresos procede de USA: 12 fábricas, 41 centros logísticos y 1.100 empleados, la mayor red de una industria española