“Tarde o temprano España entrará en la patente unitaria”
El presidente de la Oficina Europea de Patentes confía en que el nuevo Gobierno rectifique lo acordado por el ejecutivo de Rajoy y se una al nuevo sistema europeo de certificación
6 junio, 2018 07:02Mucho se ha escrito en estos días de los cambios que en numerosas áreas de la economía y la sociedad se vivirán tras el cambio de Gobierno que ha vivido nuestro país. Sin embargo, hay una que no copa titulares pero que puede tener mucha relevancia en el panorama de la innovación español: el registro de patentes. España no es precisamente un líder en la materia, pero la decisión del ejecutivo de Mariano Rajoy de dejar a nuestro país fuera de la patente unitaria en la que está trabajando la Oficina Europea de Patentes (la EPO, por sus siglas en inglés) dejaba a los inventores españoles en una situación menos favorable respecto a sus colegas españoles a la hora de registrar sus inventos en toda Europa.
Con el nuevo Gobierno, “la puerta está abierta” para que el ejecutivo español recule y se vuelva a unir este sistema que pretende facilitar la extensión de las patentes a todos los países miembros tras la aprobación por parte de la EPO. “Siempre he dicho que estaría muy contento si España se uniese. Pero es una decisión que depende del país, no de nosotros. Italia (país que también se oponía y al que se sumó España en sus reclamaciones) terminó uniéndose hace dos años. Esperemos que pase lo mismo. Estoy seguro de que tarde o temprano será así. Y yo preferiría que fuese pronto”, ha explicado a preguntas de INNOVADRES el presidente de la EPO, Benoît Battistelli, durante la rueda de prensa previa a la gala de entrega del premio Inventor del Año.
Las palabras de Battistelli tienen fundamento, ya que el propio PSOE, junto con el resto de los partidos de la oposición, solicitó en febrero del año pasado al Gobierno que se sumase al marco de la patente unitaria europea. La portavoz de Industria del partido, Patricia Blanquer, exigió al ejecutivo hacerlo para "no quedar fuera del sueño europeo de la innovación". Y ahora, el balón está en el tejado de los socialistas.
El argumento del ejecutivo popular para no sumarse a esta patente que pretende crear una suerte de mercado único de licencias frente a gigantes como Estados Unidos, China o Corea es que sólo se admiten como idiomas oficiales el inglés, el alemán o el francés. Los españoles denunciaban que al no contemplarse el castellano los inventores patrios estarían en una situación de indefensión a la hora de certificar sus proyectos. Sin embargo, la EPO, que es una organización independiente, argumenta que esos tres eran ya los idiomas oficiales de la organización antes de que España, a finales de los 80, ingresase en ella, por lo que no ha habido ningún cambio de las reglas de juego y sería imposible que se obligase a presentar las patentes en todos los idiomas que se hablan en los países europeos.
El nuevo sistema
Hasta ahora, cada sistema de registro de patentes de cada uno de los 28 estados que conforman la Unión Europea convive con el de patente europa que gestiona la EPO. En ambos casos, el inventor o empresa que la registra está sometido a la legislación de cada país si desea que sea válida en todos ellos. Así, esta nueva patente unitaria pretende acabar con este complejo sistema simplificando los trámites y creando además un Tribunal Unificado de Patentes, que se encargue de controlar todo el proceso y hacerlo válido automáticamente en todos los países que se hayan adherido. Esto es: una vez concedida la patente por la EPO, se solicita que tenga efecto como unitaria y con una sola formalidad los inventores estarían protegidos en todos los países miembro.
Según los cálculos de la Oficina de Patentes Europea, para estar protegido en los 26 países durante 10 años con la patente europea el coste es de 35.000. Con la unitaria, la misma década y los mismos países costaría 5.000 euros. "Los más beneficiados van a ser las pequeñas y medianas empresas, los investigadores y las startups", defiende el presidente, y no las grandes corporaciones que ahora mismo copan los registros cada año. Según ha explicado Battistelli, la Oficina espera que en 2019 el sistema pueda implantarse. Empieza, pues, la cuenta atrás para España.