Investigadores de la Universidad de California de Berkeley (EEUU) han desarrollado un microrrobot tan pequeño como una cucaracha e igual de rápido y resistente que este insecto, lo que significa unos parámetros mayores de los robots de esta escala hasta ahora. Pesa menos de una décimo de gramo, pero es capaz de soportar un peso de alrededor de 60 kg, es decir, aproximadamente un millón de veces su propio peso.

Y esto se combina con una gran agilidad y resistencia: si tratas de aplastarlo con tu pie, como harías con una simple cucaracha, “lo más probable es que no lo consigas y siga adelante”, explican fuentes de esta universidad.

“La mayoría de los robots de este microtamaño son muy frágiles: si los pisas, puedes destruirlos”, asegura Liwei Lin, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de California en Berkeley y autor principal de este estudio que describe el robot y que se ha publicado en la revista Science Robotics.

Sin embargo, con su robot-cucaracha, del tamaño de un sello postal, aunque se ponga peso sobre él “más o menos seguirá funcionando”. Así, puede pasar a través de tubos, subir pequeñas pendientes y transportar pequeñas cargas, como, por ejemplo, un cacahuete.

Está hecho de una lámina delgada de un material piezoeléctrico llamado fluoruro de polivinilideno (PVDF). Los materiales piezoeléctricos son únicos en el sentido de que la aplicación de voltaje eléctrico hace que los materiales se expandan o contraigan, explican desde el equipo de investigación.

Los investigadores han recubierto el PVDF con una capa de un polímero elástico, lo que hace que toda la lámina pueda doblarse, expandirse y contraerse. Además, cuenta con una pata delantera para que, a medida que el material se dobla y se endereza bajo un campo eléctrico, las oscilaciones impulsen el dispositivo hacia adelante en un movimiento similar a un “salto”.

Aplicaciones

Como sus precedentes, este robot de escala tan reducida podría utilizarse en misiones de búsqueda y rescate, y aunque sufra un derrumbe podría seguir accediendo. Así, podría llegar a lugares a los que los perros o los humanos no solo no caben, sino que podrían ser peligrosos para su integridad, señala Yichuan Wu, ingeniero mecánico y coautor del documento.

Para este tipo de misiones, incide, se necesita un microrrobot, pero este tiene ser no solo pequeño, sino también “ágil y robusto”, subraya Wu, que ahora es profesor asistente en la Universidad de Ciencia Electrónica y Tecnología de China.

En la actualidad, el equipo de investigación está trabajando en experimentos para añadir una batería para que pueda moverse de forma independiente. Además, también se estudia añadir sensores de gas y mejorar su diseño para que pueda sortear obstáculos, pasando a su alrededor.