Wendy Hall atesora una carrera brillante en el ámbito de la investigación tecnológica. A sus 71 años, puede presumir de llevar más de cuarenta dedicándose a los grandes avances de la ciencia informática y de ser la primera mujer en alcanzar una cátedra en la Universidad de Southampton, donde sigue trabajando a fecha de hoy.
"Comencé como matemática en la década de 1970, pero mi vida dio un giro cuando me di cuenta del impacto que la informática tendría en el mundo", explica en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL. Este sería el segundo de sus grandes vaivenes profesionales, o efectos del destino si lo prefieren. El primero fue mucho antes: "Siempre quise ser cirujana. Pero en 1969, cuando estaba eligiendo mis materias para Secundaria, mi tutora me dijo: ‘La medicina no es una carrera para mujeres’. Fue devastador en su momento, pero en retrospectiva, creo que fue un consejo acertado. Estudié matemáticas, lo que me abrió muchas puertas".
A lo largo de su carrera, Hall ha sido testigo de transformaciones tecnológicas que alteraron profundamente la forma en que vivimos y trabajamos. Desde la introducción de las calculadoras en el aula en los años 80, hasta el nacimiento de la web en los 90, Hall ha vivido con intensidad de cada avance significativo. "Recuerdo cuando las calculadoras fueron consideradas máquinas inteligentes. Hoy en día, las damos por sentadas, pero en ese momento representaron una revolución en la enseñanza de las matemáticas," rememora la investigadora.
[La ética detrás del desarrollo de la IA: el rol crucial de los datos]
Pero, sin duda, el momento cumbre de su carrera fue parejo al nacimiento de internet tal y como lo conocemos en la actualidad: "He visto cómo la web pasó de ser una idea abstracta a una herramienta omnipresente que ha cambiado nuestras vidas de maneras que nadie anticipó al principio. Al principio, la gente me decía: ‘¿Por qué necesito estar en la web?’, porque no había nada en ella. Ahora, no podemos imaginar nuestra vida sin ella".
"Necesitamos un organismo reconocido globalmente, similar a Interpol, para la inteligencia artificial"
Sin embargo, el entusiasmo de Wendy Hall por la tecnología viene acompañado de una preocupación creciente sobre su futuro, especialmente en lo que respecta a la inteligencia artificial. "Estamos en un punto crucial. Si no regulamos la IA adecuadamente, podría ser el fin de la raza humana", advierte sin medias tintas, citando las recientes discusiones sobre la regulación de la IA en foros internacionales, incluyendo las Naciones Unidas, donde ella es una de las principales asesoras sobre el tema.
"En la década de 1950, ya se hablaba de la IA en términos teóricos, pero ahora es una realidad tangible", detalla. "El problema es que no regulamos adecuadamente internet desde sus inicios, lo que ha llevado a muchos de los problemas que enfrentamos hoy. No podemos permitirnos cometer el mismo error con la IA".
Lo dice con conocimiento de causa. Wendy Hall trabajó mano a mano con Tim Berners-Lee, el creador del World Wide Web. Y nuestra protagonista ve demasiados paralelismos entre ambos momentos: "Estamos viendo un resurgir de los mismos problemas una y otra vez. ¿Cómo nos relacionamos con las máquinas y cómo estas cambiarán nuestra sociedad? En última instancia, el desafío es encontrar el equilibrio entre aprovechar el potencial de la IA para el bien y evitar que se convierta en una amenaza para nuestra existencia. Por eso tenemos que acertar con la inteligencia artificial. El futuro de la Humanidad depende de ello".
Una aproximación común para el mundo
Diagnosticar el problema ya es un paso, casi podría decirse que se trata incluso de un debate maduro y en el que todos estamos de acuerdo. La cosa se complica al tratar de buscar soluciones que mitiguen esos riesgos en equilibrio con la apuesta por la innovación que caracteriza a nuestra sociedad.
En ese sentido, Wendy Hall subraya la importancia de un enfoque global y coordinado para la regulación de esta poderosa tecnología. Hall, que visitó el reciente DES 2024 en Málaga, destaca las divisiones crecientes en la manera en que diferentes regiones del mundo manejan la IA y la internet, sugiriendo que estas disparidades podrían tener consecuencias significativas.
"El futuro de la Humanidad depende de acertar con la inteligencia artificial"
Hall se remite a su libro Four Internets [junto a Kieron O'Hara], donde explora las diferentes formas en que las regiones han desarrollado sus propias versiones de internet. "Hablo del internet abierto, el internet europeo, el internet chino y el internet estadounidense. Cada uno refleja enfoques distintos en cuanto a protección de datos, autoritarismo y libertades," explica la investigadora. "Y luego están los actores deshonestos como Rusia, Corea del Norte e Irán, que intentan hacer cosas dañinas con la tecnología".
La profesora enfatiza que estas diferencias también están influyendo en cómo se desarrolla la IA en diversas partes del mundo. "La regulación será diferente en cada país, pero estamos tratando de impulsar una gobernanza global para la IA en las Naciones Unidas. Es fundamental que abordemos esto de manera conjunta, tal como lo hemos hecho con tratados nucleares en el pasado", defiende con vehemencia Hall.
Sin embargo, la realidad no es tan sencilla como la teoría. Europa está imponiendo límites en el uso de modelos de IA que podrían afectar a las empresas globales, mientras que China sigue un enfoque distinto, centrándose en un control más estricto del contenido. "Esto genera tensiones en el mercado global," admite. A ello hemos de sumar el trasfondo geopolítico que influye (y mucho) en cómo se entiende que deben controlarse los avances en inteligencia artificial: "El dominio tecnológico de Estados Unidos y China plantea un problema porque no sólo compiten en términos de tecnología, sino también en cuanto al poder que pueden ejercer sobre el resto del mundo".
La propuesta de Wendy Hall es clara. "Necesitamos un organismo reconocido globalmente, similar a Interpol, donde se discutan estas regulaciones y se monitoree el progreso hacia un desarrollo seguro de la IA", explica.
Hall reconoce que esta armonización no será fácil, especialmente debido a las diferencias fundamentales en valores y principios entre regiones como Europa, Estados Unidos y China: "Nunca aceptaremos el control de contenido que practica el gobierno chino. Los valores en Europa y Occidente son muy diferentes, y aunque estemos en minoría a nivel global, esos valores son cruciales para nosotros".
Con ello, no es de extrañar que la investigadora considere que la amenaza que representa la IA -si no se regula adecuadamente- es comparable a la de las armas nucleares. "Si no acertamos en la regulación de la IA, las consecuencias podrían ser tan graves como una catástrofe nuclear. Por eso es esencial que trabajemos juntos para asegurar una armonización en la regulación, incluso si nuestros enfoques son diferentes".
Integrar al sur global en la discusión
Mientras este debate sobre la regulación de la inteligencia artificial (IA) se intensifica en el Norte Global, la profesora de la Universidad de Southampton destaca la importancia de incluir al Sur Global en estas discusiones cruciales. Durante la entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL, Wendy Hall expresa su preocupación por la manera en que las potencias tecnológicas del Norte y China podrían dominar las decisiones, dejando a un lado a países emergentes.
En concreto, la investigadora señala la creciente influencia de países como India en el ámbito tecnológico, subrayando que, a pesar de que India es parte del Sur Global, ha logrado avances significativos en la gestión de datos y en la infraestructura digital para sus 1.400 millones de habitantes. "India se ha convertido en una superpotencia en esta área, y ahora tiene el desafío de pensar en cómo aplicará estos logros a la IA", admite Hall.
El papel del Sur Global en el desarrollo y la regulación de la IA es un tema que la protagonista considera vital. "Desde Naciones Unidas abordaremos la construcción de capacidades en el Sur Global y cómo podemos equilibrar el dominio del Oeste y China en estas cuestiones". Y es que, según Hall, China ya ejerce una influencia considerable en varios países de África, lo que complica aún más el panorama.
Este enfoque global e inclusivo es, en su opinión, esencial para evitar que la IA sea controlada únicamente por unas pocas potencias, dejando vulnerables a otros países. "Es irónico que una pequeña parte del mundo esté protegiendo la democracia y las libertades, mientras que el resto podría adoptar un enfoque más autoritario," concluye.
El rol de Naciones Unidas
Como una de sus principales asesoras en materia de inteligencia artificial, Wendy Hall también reflexiona sobre el papel de la ONU a la hora de sentar esas bases comunes que den respuesta a los desafíos acuciantes que ella misma relata.
Hall señala al respecto la aprobación este año de un documento por parte de las Naciones Unidas que establece principios mínimos para la regulación de la IA. "Este documento es un esfuerzo significativo, aunque originalmente comenzó el año pasado, y ahora se ha convertido en una declaración de principios. La clave es cómo combinar estos principios con los esfuerzos actuales de seguridad, como los abordados en el acuerdo de Bletchley Park [que reunió a las grandes potencias mundiales para sellar unos mínimos de uso responsable de la inteligencia artificial]".
Ambos textos son compatibles para la académica. El de Bletchley Park, aunque importante, está "bastante enfocado en la seguridad porque es el tema del momento". Sin embargo, Wendy Hall enfatiza que el informe de la ONU parte de un prisma más amplio y duradero. "Nuestro informe cubre todo el espectro de la IA, incluyendo aspectos que aún no conocemos, es a prueba de futuro".
¿Por qué es necesaria esa visión? Ella misma responde con agilidad a la cuestión: "Mi preocupación es que las empresas tecnológicas están impulsadas por un enfoque técnico y competitivo, sin considerar adecuadamente el impacto social. Esto, combinado con la ambición de alcanzar la inteligencia general artificial (AGI), podría tener consecuencias desastrosas".
La investigadora recuerda las palabras de Stephen Hawking, quien advierte que la AGI podría superar a la inteligencia humana, poniendo en peligro a la raza humana: "Hablar de estos temas sin considerar cómo protegernos a nosotros mismos es, francamente, aterrador".
La mujer en la tecnología
Wendy Hall no es ajena a que uno de los aspectos que preocupan sobre el uso de la inteligencia artificial es la propagación y amplificación de sesgos en sus resultados, especialmente aquellos de género. Por ello, reivindica la investigadora, es imperativo fomentar la diversidad de género en la toma de decisiones.
"Un equipo mixto, especialmente con más mujeres, puede aportar un debate más saludable y equilibrado en el desarrollo de la tecnología. Es preocupante que en muchas reuniones, las mujeres sean minoría y las únicas en hablar sobre impactos sociales, ética y moral, mientras que otros se enfocan solo en el desarrollo tecnológico", explica en entrevista con DISRUPTORES - EL ESPAÑOL.
"Necesitamos más mujeres en puestos de liderazgo en las empresas para asegurar una mayor diversidad de opiniones. Sabemos que los sesgos en la tecnología, como los algoritmos sesgados, a menudo se deben a la falta de diversidad en los equipos que los desarrollan. Tener más mujeres en posiciones de poder podría ayudar a mitigar estos sesgos", añade Hall. "Sin embargo, esto no es algo que las empresas tecnológicas estén priorizando actualmente".
Hall menciona su trabajo en la revisión de la estrategia de inteligencia artificial para el gobierno del Reino Unido, donde se esforzaron por garantizar la diversidad en la asignación de fondos para la investigación en IA. Empero, se lamenta de que, a pesar de los esfuerzos, la mayoría de las posiciones de liderazgo en centros de investigación y consejos de este sector aún están ocupadas por hombres: "Esto es, en parte, debido a que, cuando un sector se vuelve atractivo y lucrativo, los hombres tienden a dominar. Es un fenómeno impulsado por la competitividad y el deseo de reconocimiento".