El CSIC une inteligencia artificial y gemelos digitales en un proyecto que busca mejorar la gestión del agua
Esta iniciativa tiene un presupuesto de más de 10,5 millones de euros, lo que supone "un hito histórico" para este organismo.
El CSIC, a través del Instituto Geológico y Minero de España, liderará el consorcio internacional Génesis, un proyecto que aplicará soluciones basadas en la naturaleza y en tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y los gemelos digitales para mejorar la eficiencia en el uso del agua.
Esta iniciativa se centra en abordar los desafíos en la gestión del agua dulce provocados por el cambio climático, según explican sus impulsores. Para ello contará con un presupuesto de más de 10,5 millones de euros, lo que supone "un hito histórico" para este organismo, que por primera vez lidera un plan de esta envergadura.
Bajo el nombre de Génesis (Geologically Enhanced NaturE-based Solutions for Climate Change Resiliency of Critical Water Infrastructure), este proyecto reúne especialistas y entidades de renombre internacional. En total, cuenta con 19 socios pertenecientes a seis países distintos (España, Portugal, Cabo Verde, Bélgica, Grecia y Francia).
Todos ellos trabajarán de forma conjunta para poner en marcha soluciones estratégicas que mejoren la gestión del agua subterránea, especialmente en las regiones más vulnerables a los efectos del cambio climático, donde este elemento es un recurso limitado y cada vez más escaso, por ejemplo, las islas oceánicas de la Maraconesia (Canarias, Azores, Madeira, Cabo Verde e islas Salvajes).
"Se trata de proteger de forma efectiva las aguas del subsuelo, mejorar la eficiencia en su uso y reutilizar la mayor cantidad posible, apoyando también actividades sociales y económicas", resumen desde el CSIC. Esta iniciativa se desarrollará entre el 1 de septiembre de este año y el 31 de agosto de 2028.
IA y gemelos digitales para adaptarse al entorno
Según sus impulsores, el proyecto pretende demostrar que las soluciones innovadoras basadas en la naturaleza pueden mejorar la resiliencia climática de las infraestructuras hídricas como aquellas que captan y almacenan el agua (pozos o galerías subterráneas), balsas para aguas residuales o sistemas de tratamiento o protección contra eventos extremos (como diques).
Para ello, desarrollará un demostrador avanzado, llamado "deep demonstrator", que es capaz de mostrar el impacto de una solución basada en la naturaleza a pequeña escala y, además, corroborar que las propuestas basadas en la naturaleza funcionan no solo en islas pequeñas, sino en condiciones reales a gran escala, lo que permitiría integrarlas en infraestructuras hidráulicas insulares y europeas. El fin último es que, por ejemplo, las investigaciones en la Macaronesia puedan ser replicables en otras zonas vulnerables de la Unión Europea.
Además, este demostrador viene respaldado por una metodología que analiza todo el ciclo del agua en un entorno operativo real, desde la captura al almacenamiento o su protección efectiva, basándose en tecnologías como los gemelos digitales o la inteligencia artificial, que ayudan a adaptar la gestión a las condiciones del entorno. A ellas se suman soluciones basadas en la naturaleza con propuestas como el desarrollo de infraestructuras para aprovechar fuentes de agua.
"El objetivo es mitigar los impactos de eventos extremos como sequías, inundaciones e incendios forestales y crear islas resilientes al clima", afirma Alejandro García Gil, investigador del IGME-CSIC y coordinador de esta iniciativa.