A los que se dedican al sonido profesional el nombre de Audio-Technica no les es ajeno. Esta empresa familiar de origen japonés inició su andadura hace casi 60 años. Sus productos –auriculares, tocadiscos y micrófonos– forman parte del equipo de estudios de grabación, grandes centros deportivos y medios de comunicación de todo el mundo.
Hace unos años, y aprovechando la experiencia acumulada, decidieron dar el salto al mercado de consumo. En Japón, según afirman desde la propia compañía, ya son número uno en auriculares desde hace nueve años. Este éxito les llevó a probar suerte en Europa donde, dicen, que también ocupan la primera posición del ranking en Inglaterra, Francia y Alemania. Ahora sus productos de consumo desembarcan en España.
La historia de esta empresa familiar se parece mucho a la de tantas compañías norteamericanas que se gestaron en un garaje. Su fundador, Hideo Matsushita, era un apasionado de la música y del arte. De hecho, antes de crear Audio-Technica trabajaba en el Museo de Arte Bridgestone de Tokio.
En esta galería solía organizar fiestas donde los asistentes podían escuchar álbumes completos con equipos de alta fidelidad. En estos encuentros siempre trataba de que el sonido fuera lo mejor posible, lo que implicaba un alto coste. Fue entonces cuando se dio cuenta de que disfrutar de la música de calidad no estaba al alcance de cualquiera.
Esta inquietud le llevó a diseñar, entre las cuatro paredes de su apartamento en Tokio, la cápsula fonográfica estéreo con imán móvil AT-1. Para los neófitos en estos asuntos, la cápsula fonográfica es un transductor que convierte vibraciones mecánicas en variaciones eléctricas, y sus múltiples subsistemas actúan de forma conjunta para crear la señal. Simplificando, es la pieza que en los tocadiscos roza los vinilos y hace que suene la música.
El nuevo modelo se distinguía del resto de los que había en el mercado por ser más asequible, pero sin perder la calidad que Matsushita perseguía. Columbia Records, la discográfica más antigua del mundo y ahora subsidiaria de Sony Music, se interesó enseguida por ella para utilizarla en sus equipos de grabación. Encargó un pedido de 1.000 unidades y aquí es donde comenzó su historia de éxitos.
Con unos orígenes vinculados al mundo del sonido profesional, la filosofía de Audio-Technica no ha variado en todos estos años. “Es una empresa familiar que dentro de poco pasará a manos de la tercera generación”, nos cuenta Sylvain Hochart, su director general en España. “Es una organización de valores y en la que la calidad rige cada uno de sus procesos. No sólo buscamos desarrollar un sonido perfecto, también transmitir a los clientes nuestro cuidado por los detalles”.
Cuentan con casi 1.000 empleados en todo el mundo, de los que alrededor de 200 están en Europa y 26 forman parte de su plantilla en España, la mayoría de ellos ingenieros de sonido. “Somos diseñadores y fabricantes. El equipo de ingeniería y desarrollo está en Japón, al igual que parte de la fabricación”, detalla Hochart. “Aunque algunos de los productos menos exigentes se fabrican en China”.
La incursión en nuestro país dentro del mercado de consumo la hacen de la mano de dos gamas de producto. Uno de ellos es el tocadiscos. “Apostamos por él porque hemos detectado una necesidad de volver a algo más auténtico en lo que al sonido se refiere. No es lo mismo escuchar música en nuestro móvil, que disfrutar de ella con la calidad que ofrecen estos sistemas de reproducción”, mantiene el director de la compañía en España.
La otra propuesta es su gama de auriculares, especialmente los M50xBT. “Este modelo ha llegado accidentalmente al mercado de consumo después de la popularidad conseguida por el M50x”, nos explica Gabriel Albornoz, jefe del área de audio profesional en España. “El M50x es un modelo profesional con cable que empezó a ser utilizado por no profesionales para escuchar música a diario y del que se han vendido 1,8 millones de unidades en todo el mundo”.
Así que decidieron ofrecerlo con características específicas para estos aficionados y han incluido tecnología Bluetooth, por si quieren prescindir de los cables, “pero sin perder la calidad y los detalles de sonido del modelo profesional”, apunta Hochart. Para que la experiencia sea la mejor posible, tal y como en su día la concibió Hideo Matsushita.