En 2018 el tifón Mangkhut arrasó la península de San Kung de Hong Kong y destruyó el 80% de los corales que había en su entorno. Un desastre natural que puede tardar generaciones en recuperarse. Ahora la bioerosión está poniendo en peligro el 75% de los arrecifes de coral de Hong Kong. Para evitar el deterioro ecológico el Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación de China (AFCD) ha pedido ayuda a la tecnología para rescatar este ecosistema.
Un equipo de arquitectos y científicos de la Universidad de Hong Kong (HKU) ha desarrollado un innovador sistema de reparación de los arrecifes de coral. Con la ayuda de la fabricación aditiva han diseñado una base que sirva de soporte para que los corales puedan adherirse a ella y repoblar la zona.
"La arena no es un elemento bueno para los corales, ya que puede moverse y enterrar los pequeños restos de coral que se desprendan", explica David Baker uno de los miembros del equipo investigador. "Nuestra idea es que las baldosas proporcionen una base sólida para que los corales alcancen un tamaño duradero".
El equipo diseñó e imprimió en 3D un total de 128 baldosas de arcilla hexagonal con estructuras complejas (sólo posibles con la fabricación aditiva) y diferentes para permitir que el coral pueda adherirse fácilmente a ellas. Después situaron las baldosas en tres puntos diferentes en un radio de 40 km del parque natural creando así una base dura que no pueda ser desplazada por las olas o el movimiento del mar.
Durante los próximos 18 meses, el arrecife será monitorizado permanentemente para comprobar que se trata de un método eficaz para asegurar la supervivencia de esta especie marina que alberga todo un ecosistema de vida que está en peligro.