La vida es como una montaña rusa, con sus subidas y bajadas. Es algo inevitable, como lo es también la evolución natural que siguen las tecnologías emergentes en su particular ciclo de vida. Así lo entiende la firma de análisis Gartner desde hace muchos años, materializado en un gráfico (el 'ciclo del hype') que se ha convertido en un clásico veraniego de lo más viral.
En apariencia sencilla, en realidad esta famosa curva es el resultado de un profundo análisis de más de 1.500 tendencias tecnológicas emergentes. Cada año, los investigadores de esta casa ordenan y ponderan la madurez, el grado de expectativas y la evolución previsible de todas ellas. ¿El objetivo? Conocer cuáles son esas palabras mágicas que no dejaremos de oír en los próximos años en los mentideros del sector.
Pero, ¿qué dice el análisis de este 2021? Por lo pronto, se trata de una de las pocas ediciones de este trabajo en que no se recoge ninguna tendencia en declive, esto es, que ya ha superado su etapa de máxima ilusión y comienza el normal descenso hacia la consolidación real en el mercado. Un fenómeno con lectura agridulce: estamos en un momento formidable de creación e ideación de innovación, pero nos aguardan unos años de inmensas decepciones hasta encontrar los casos de uso tangibles de todas esas invenciones.
Dicho lo cual, hablemos ya de tecnologías con nombre propio. En la cresta de la ola, con un período de madurez de entre dos y cinco años, nos encontramos con los tokens no fungibles (o NFT, por sus siglas en inglés) y la industria descentralizada. El primero de estos conceptos, la materialización distribuida sobre blockchain de obras de arte y un sinfín de objetos del mundo físico, se ha popularizado enormemente en el último año, pero aún no se ha asentado en un negocio estable y con bases sólidas que quedaría por ver en los próximos cursos.
Aún subiendo en nuestra peculiar montaña rusa (esto es, ganando adopción antes de su consolidación) nos encontramos otras tendencias como las aplicaciones de comunicación con los empleados, las aplicaciones componibles o la inteligencia artificial generativa. Todas ellas serán realidades más o menos tangibles en menos de un lustro, aunque de nuevo deberán pasar por la inevitable caída a los infiernos.
En la próxima década
Hasta ahí las tecnologías que verán la luz al final del túnel en el corto plazo, según Gartner. Pero como decimos, estamos ante un profuso análisis de miles de tendencias que, colocadas oportunamente en la línea de expectativas creadas, nos ofrecen ese mapa a diez años vista de los conceptos que van a coparlo todo.
Entre ellos, en este estado intermedio de madurez, nos encontraríamos paradigmas como el 'data fabric', la gestión activa de metadatos, las finanzas descentralizadas (a vueltas con la blockchain, ya visto antes), la encriptación homomórfica, las nubes verticalizadas por industria o las nubes soberanas (a imagen y semejanza del proyecto Gaia-X que se plantea en la Unión Europea)
¿Y qué hay más allá de ese horizonte de diez años? Gartner también cubre ese futuro más lejano con una ristra de conceptos a los que debemos prestar un creciente interés: humanos digitales, la innovación impulsada por IA, el diseño aumentado también por IA o el machine learning cuántico.