El reciente despertar de los centros de datos en España, con la llegada de todos los gigantes de la nube pública (el último de ellos, Oracle, hizo su anuncio hace apenas unas semanas) obliga a hacer revisión de qué otros actores faltan por aterrizar con presencia propia en nuestro país.
Una vez que los grandes nombres en la capa de infraestructura ya han hecho su entrada, ahora le toca el turno a aquellas firmas que operan en la capa de software como servicio. Y, si hablamos de este nivel, la enseña obligada es Salesforce, reina y señora de las herramientas de gestión de clientes y marketing.
Pues bien: Salesforce no planea abrir una región de datos en España... próximamente. Así lo ha reconocido Enrique Polo, vicepresidente y 'country manager' de la compañía en nuestro país durante un encuentro con la prensa.
"Aún no tenemos planes de abrir un centro de datos en España. A finales de 2022 se inaugura nuestra zona de operaciones en la Unión Europea, con lo que hasta dentro de uno o dos años no creo que vayamos a plantearnos un CPD propio en España, aunque es un paso que daremos", ha afirmado.
El directivo se escuda, principalmente, en la falta de demanda por parte de las empresas españolas de esta clase de instalaciones en proximidad: "No vemos un problema de residencia de los datos como ocurre en Francia o Alemania. Aquí las compañías están cómodas con sus datos alojados en otro país europeo y siendo gestionados desde allí".
La nueva generación de Salesforce
El encuentro con Enrique Polo y Pau Contreras -vicepresidente de Solution Engineering de Salesforce Iberia- también sirvió para poner sobre la mesa los últimos anuncios de la multinacional en el marco de Dreamforce, su gran conferencia anual que por segundo año se ha celebrado en formato híbrido.
Más allá de las pequeñas funcionalidades que ha incorporado su propuesta de CRM, lo relevante pasa por constatar la transformación que esta marca está haciendo de un producto de nicho, en el que siempre ha insistido estar focalizada, a una propuesta que abarca áreas paralelas y que se rodea de más y más capas para ofrecer un valor diferencial ante la pujanza de algunos rivales, como su archienemiga Oracle.
En concreto, Salesforce está introduciendo su nueva generación del CRM, en lo que denominan Customer 360: una visión orientada al cliente con visión de todas sus interacciones con una empresa, sea por canales digitales o tradicionales.
A este núcleo se le ha rodeado de un halo de colaboración (fruto de la compra de Slack), de un abanico de posibilidades gracias a la inteligencia artificial (según la firma, su tecnología Einstein procesa ya más de 116.000 millones de predicciones diarias) y las posibilidades infinitas de apoyarse en los proveedores de nube hiperescala (léase, AWS, Google o Microsoft) para expandir sus operaciones y garantizar la seguridad o el cumplimiento normativo sin inversiones desmesuradas en nuevos centros de datos propios.
Una propuesta que surge directamente de la mente de Brett Taylor, presidente y Chief Operating Officer, al igual que lo hizo la adquisición de Slack o la ambiciosa promesa de duplicar la facturación de la compañía. Un directivo clave, del que se ha venido rumoreando sobre su futuro, tras la filtración de algunas conversaciones con sus allegados en las que anticipaba su nombramiento como próximo CEO de Salesforce en un futuro cercano.
Un extremo que descarta Polo. "Ya hemos tenido dos CEO en el pasado, que es una anomalía. Y veo a [Marc] Benioff muy comprometido con el día a día de la empresa, muy implicado con todo. No creo que vaya a haber cambios", sentenciaba a pregunta de D+I.