Juan I. Sanz (Ibermática): "Las pymes tendrán dificultades para aprovechar los fondos Next Generation"
El CEO ha compartido los resultados de esta compañía que en 2021 ha cerrado el mejor año de su medio siglo de historia con un crecimiento del 9%.
28 abril, 2022 03:05Noticias relacionadas
Se han convertido en lugar común las declaraciones de políticos y empresarios que afirman que la pandemia ha propiciado una aceleración "de cinco o diez años" en la digitalización de las empresas españolas. ¿Tiene esto algo que ver con la realidad? En el caso de Ibermática parece que sí.
Según los datos que facilita a D+I su CEO, Juan Ignacio Sanz, en el curso de un almuerzo de prensa, "en una situación atípica en estos dos últimos años, para Ibermática 2021 ha sido el mejor de su historia, con un crecimiento del 9% [el 8,8% matizan los datos por escrito] en volumen de negocio, con 276 millones de facturación".
Los beneficios del ejercicio para esta compañía, dedicada a prestar servicios TIC, han crecido un 54,8%, llegando a los 11,3 millones de euros. "Es un buen momento para el sector".
Y eso que Sanz subraya que, en la medida en que "ha habido otros sectores que lo han pasado mal durante la pandemia, ha habido ajustes a la baja en algunos contratos. Se han bajado precios en un compromiso de colaboración".
"Hemos ayudado a algunos clientes, pero no se puede decir que hayamos sido su salvavidas", aclara. "Lo que sí ha pasado es que vemos que
se retienen algunas inversiones, pero las empresas no se pueden quedar sin sus servicios de servidores y data center. Algunos proyectos nuevos se aplazan, o se suspenden".
Dos bloques de actividad
El CEO de Ibermática precisa que la compañía divide sus actividades en dos grandes bloques, el de "externalización de servicios, que ha generado 156 millones, y el que denominamos de soluciones avanzadas, que son 120 millones".
Este área de "soluciones avanzadas" incluye las actividades de "transformación digital, servicios en la nube, SAP, smart factories
(industria 4.0, robotización, gestión de plantas...), negocio de Microsoft y ciberseguridad". Es decir, la digitalización propiamente dicha.
Y todo este área, precisamente, "ha crecido un 50% en tres años. De los 78 millones facturados en 2018, a los 120 de 2021", indica Sanz, pese a que, a preguntas de D+I, revela que sigue habiendo un déficit de conciencia en la crítica cuestión de la ciberseguridad."Está creciendo a un ritmo más bajo de lo que pensábamos. Hay interés, sí, pero las empresas en España no están todavía muy dispuestas a tomar la decisión de hacer un proyecto de ciberseguridad hasta que sufren un ataque. Entonces tomas la decisión en el peor momento", responde.
"Debería haber un mensajes para proveer los medios antes del ataque, porque las amenazas son reales. Recordemos que el SEPE, el servicio de empleo, tuvo uno y estuvo dos meses caído. Nosotros monitorizamos el mercado y hay ataques constantemente…".
Evangelización en ciberseguridad
"Hay que hacer evangelización. Las empresas grandes, por supuesto que son conscientes", insiste Sanz. "Pero hay una parte de la mediana empresa que no es consciente todavía de lo vulnerables que son. Y con la guerra de Ucrania y las acciones de Rusia creo que es un elemento que habrá que tener en cuenta en el futuro".
Su previsión es crecer este año en torno al 6%, acercarse a los 300 millones de negocio, con un buen margen en proyectos a corto plazo: "Tenemos una cartera de pedidos, ya contratados y pendientes de ejecutar, de 370 millones. Esto es para un periodo de dos a tres años, lo cual es una garantía de facturación muy alta".
Una garantía con la que Ibermática, celebrando ahora sus 50 años (que ya es longevidad en el mundo de la tecnología), espera seguir creciendo a un ritmo alto. En la actualidad, cuenta con 27 oficinas repartidas entre España, Portugal, Andorra, Argentina, Brasil, Chile, EEUU, México, Perú, y Reino Unido. Tiene 4.075 empleados y no sólo pasó lo peor de la pandemia "con el compromiso de no despedir a nadie", sino que ha incorporado tres centenares de personas en el último año.
Eso, con la dificultad generalizada para fichar talento: "Nuestros perfiles son ingenieros informáticos, industriales, de telecomunicaciones y de un background de conocimiento muy potente".
Crecer comprando empresas
Una parte del crecimiento de la compañía se basa en la compra de otras empresas. Tres ha adquirido en los últimos cuatro años: IDS, en el ámbito industrial, en 2018; ITS, de ciberseguridad, en 2020; y El arte de medir, analítica digital y consultoría online, el pasado octubre.
Para el presente año, Sanz expresa el propósito de comprar "una o dos compañías" que podrían estar relacionadas con actividades SAP, inteligencia artificial o Salesforce. Para ello dispone de unas reservas entre 30 y 40 millones, pero, obviamente, elude detalles sobre cuáles son sus objetivos.
De lo que sí presume es de la fidelización de sus clientes, con una tasa de renovación de contratos del 90%; y la identificación de su plantilla con la empresa, "con una tasa de rotación del 10% [profesionales que dejan la empresa y han de ser sustituidos], cuando la media del sector es del 25%. "En cuatro años, los que empiezan un proyecto se han ido. Pero nuestros empleados, sí que conocen al cliente porque siguen ahí", afirma Sanz.
Según un informe de las consultoras Quint y Whitelane Research, Ibermática fue en 2021 el mejor proveedor de externalización tecnológica del mercado español, explica Sanz con orgullo.
Su plan estratégico, que denomina "IB500", pretende llegar a los 5.000 empleados y 500 millones de negocio en 2025. Este año se plantea contratar entre 300 y 400 personas.
En cuanto a las compañías que adquiere, su estrategia de "integración fácil" consiste en consolidar resultados, pero manteniendo su funcionamiento, su nombre, "añadiendo by Ibermática", y su equipo. "Cuando compramos una empresa, lo que nos interesa es el capital humano. En este sector no compras las máquinas", dice Sanz.
La digitalización de las pymes
Y mientras, el capítulo que queda pendiente, como de costumbre, es el desarrollo de las pymes y su futuro inmediato en la digitalización. Que debería encontrar una valiosa palanca en los fondos europeos Next Generation, pero… "para las empresas grandes es más fácil aspirar a los fondos, pero no es fácil para las pymes. Hay que presentar un proyecto y también hay que invertir una parte, pero el dinero que reciben no da para hacer mucho", señala Sanz.
Además, subraya que ese dinero, todavía, ni siquiera está llegando. Pese a lo cual, sus resultados del pasado año recogen cuatro millones atribuidos a proyectos financiados con Next Generation, tarea para la que ha creado un equipo específico.
Este año espera otros 10 millones basados en los Next Generation. Lo que pasa es que, aclara Sanz, "son proyectos con la Administración", que también puede optar a esas ayudas europeas y tiene mayor facilidad para lanzar sus propuestas.
Considera que sería necesario dar servicios de orientación a las pymes para que entiendan lo que pueden hacer con las ayudas. "Quizás montar una web para vender", apunta. Tal vez la solución fuera formar grupos "en cluster" de pequeñas empresas para actuar con "agentes digitalizadores".
El déficit de talento
Lo más perturbador, mirando al futuro inmediato, es que, ante la falta de recursos y el déficit de talento ("debería facilitarse la formación como ha hecho la política irlandesa, que ha multiplicado su PIB
por dos. Nosotros nos quitamos los recursos unos a otros y lo único que conseguimos es que suban los salarios") puede ocurrir que el crecimiento digital atribuible a esos fondos europeos termine generando negocio para empresasque presten sus serviciosdesde fuera de España.
Aunque para su propio futuro, la cincuentenaria Ibermática ve grandes posibilidades en la innovación, capítulo al que dedica entre cinco y seis millones anuales, la captación de startups y la creación de un ecosistema, con una red de colaboradores.
"Ya tenemos buenos proyectos en I+D. Estamos en quantum computing, que no hace mucho ni nos podíamos imaginar que tuviera mucho que hacer, y ya tenemos algunos pilotos con clientes de banca y energía", concluye Sanz.