“Existimos para convertir las grandes ideas en realidades que cambien el mundo. Y no ha habido mejor momento para estar vivos, para hacer que las empresas sean más inteligentes y eficientes”. Así de ilusionado y contundente se mostró anoche Michael Dell, fundador y coCEO de la multinacional que lleva su apellido, en la inauguración del Dell Technologies World en Las Vegas (EEUU).
Dell, que vende dos equipos (PC, servidores, almacenamiento…) cada segundo, a un ritmo de 179.000 órdenes diarias, sabe de lo que habla. Las grandes magnitudes no acaban ahí: la compañía atesora 20.000 ingenieros en los equipos de innovación y 65.000 profesionales dedicados a palpar el mercado y establecer relaciones con sus clientes de todo el mundo.
Por ello, cuando marca posición es necesario estar atentos. Por ejemplo, respecto al salto a la nube, la urgencia de todas las compañías desde hace varios años y que sigue rodeada de incertidumbre y dudas en muchos casos. No en vano, del futuro sencillo en que todo estaría alojado en ‘clouds’ públicas no tardamos en aterrizar en un escenario más complejo, en que algunas cargas o bien no pueden o no se desea migrarlas a estos entornos, máxime a uno sólo de ellos. Entraban así en juego los conceptos de nube híbrida y el concepto de ‘multicloud’.
“No hay un único camino ni una elección absoluta: lo que hay son distintas opciones que encajan en precio, eficiencia y procesos con cada empresa”, reconocía Michael Dell. “Nosotros trabajamos para ofrecer la mayor variedad de opciones posibles, porque creemos que el concepto de ‘multicloud’ es más que una tendencia, es una realidad. Y queremos llevarlo hasta que se convierta en innovación real”.
De las palabras, a los hechos palpables que tienen como protagonista a la plataforma APEX que concentra todas las capacidades de Dell en el mundo de la nube y los modelos de suscripción. Así, en el Dell Technologies World, la compañía anunció una sucesión casi infinita de nuevas alianzas con los principales proveedores de nube pública y, también, con los mayores actores que operan en su conexión con los entornos ‘on-premise’ de toda la vida.
La más relevante es la que atañe a Microsoft, con la presencia del propio Satya Nadella para oficializar la buena sintonía entre ambas entidades. A partir de ahora, las soluciones APEX Block Storage y Cloud Platform estarán disponibles para Microsoft Azure. “Queremos unir la innovación y excelencia de Dell y empaquetarla con nuestra nube, para que el cliente decida fácilmente dónde tener sus cargas, desde el ‘edge’ hasta el ‘cloud’, sin fricciones”, decía el CEO de Microsoft al respecto.
Pero, como decimos, la ristra de nombres en los que APEX ya está presente de un modo u otro es inmensa. En la misma cita, Chuck Whitten, coCEO de Dell, anunciaba también la disponibilidad de APEX Block Storage y File Storage para AWS. Eso en la capa de nube pública, pero sin olvidar su unión con los entornos virtualizados clásicos (de ahí la nueva Cloud Platform for VMware) o los contenedores (con APEX Cloud Platform for Red Hat OpenShift). Y en los entornos puramente ‘on-premise’, con APEX Compute para desplegar recursos e infraestructura desde la consola, con un modelo de suscripción por el uso real y conexión con el hipervisor que cada empresa tenga desplegado.
No se quedan ahí las novedades, porque Whitten reconocía pertinentemente que todo ese avance en la facilidad de movimiento y gestión de las cargas de trabajo entre distintos mundos no sirve de nada sin un “control del tráfico aéreo” que monitorice y controle lo que está sucediendo en el ecosistema TIC de cada empresa. Una laguna que Dell viene a cubrir con su herramienta APEX Navigator for Multicloud Storage y Kubernetes.
“No queremos que los clientes se queden atrapados en una sola nube pública, queremos que el ‘multicloud’ no sea una elección por defecto, sino que sea por diseño. Y, a través de este enfoque, poder sacar valor de los datos contenidos en la nube”, explicaba el coCEO de Dell.
Futuro del trabajo e inteligencia artificial
Whitten aprovechó su intervención para hablar de otros desafíos tecnológicos del momento en los que Dell juega un papel relevante. Es el caso del ‘edge computing’ (“Estamos ante la tormenta perfecta de datos, tecnología y competencia, pero es complicado gestionar una infraestructura a semejante escala con seguridad”) o la ciberseguridad (“La superficie de ataque nunca ha sido mayor y la industria más fragmentada y rota”, criticaba). Sin embargo, su discurso se detuvo especialmente en dos tendencias en boca de todos.
La primera de ellas es el futuro del trabajo, con la presencialidad y los formatos híbridos en el candelero. “Fuimos parte de la mayor reimaginación del puesto de trabajo con la pandemia, que ha cambiado la visión de los trabajadores sobre sus empleos y que está obligando a cada empresa a descubrir lo que funciona para su cultura corporativa y su sector, incluso para cada persona concreta dentro de su organización”, afirmaba el directivo, antes de apelar a una evolución en el discurso social y anunciar una nueva propuesta dentro del paragua de APEX para adquirir ordenadores, software, periféricos y soporte técnico bajo un modelo de suscripción.
En paralelo, la tan omnipresente inteligencia artificial. “Estamos viendo mucha presión en las empresas para ser más rápidas y adoptar la IA de forma segura y ética”, decía Whitten. A lo que el propio Michael Dell tomaba el relevo con un semblante optimista pero realista al mismo tiempo.
“La inteligencia artificial va a cambiar todas las industrias. Y es cierto que tenemos limitaciones con los actuales modelos y dudas sobre la privacidad o la confidencialidad. Debemos manejar la IA de forma responsable para que refleje nuestros valores humanos. Pero, con todo, soy más que optimista, porque hemos gestionado riesgos de tecnologías disruptivas como ésta y hemos conseguido un mayor progreso humano, una mayor innovación”, explicaba el fundador de la casa. En su opinión, veremos cómo las cargas asociadas a la inteligencia artificial serán el mayor impulsor de los negocios de servidores y nube, conforme más y más compañías sean capaces de entrenar sus propios modelos ‘in-house’, asegurando así la privacidad y seguridad de su información.