Carmen Vela, secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, adelantó el martes una noticia sobre lo que le tocará a ella decir, comentar o explicar en su próxima intervención en la tribuna pública: "Es una buena noticia. En los próximos Presupuestos Generales del Estado que se aprueben hay 91 millones más para el capítulo 7 de nuestro departamento, que es el capítulo bueno". Si es que tales Presupuestos se llegan a aprobar alguna vez, quiere decir, por supuesto.

El capítulo 7, explica Vela, es el que se refiere a "subvenciones. Aunque dicho así, quizás la palabra subvenciones puede sonar… digamos dinero destinado a grants, contratos para proyectos, por los que compiten diversas candidaturas".

La secretaria de Estado, enfadada, se rebela "contra esas informaciones equívocas que dicen que hemos ejecutado sólo uno de cada tres euros de nuestro presupuesto. Es falso. Del capítulo 7 hemos ejecutado entre el 97% y el 99%".

Otra cosa es el capítulo 8, que es dinero para "créditos y anticipos" para empresas y entidades que esperan conseguir luego el dinero por otros caminos, pero tendrán que devolver el préstamo de dinero público. "Eso lo ejecutamos poco", reconoce Vela, que aun así asegura que "suman ambos capítulos y hacen una media, que tampoco es real, porque saldría más o menos uno de cada dos euros…".

Lo peliagudo de la explicación es que, según los datos que publica la Intervención General y ha interpretado la Fundación Cotec, el volumen que los Presupuestos de 2017 destinan al capítulo de créditos, préstamos o anticipos a cuenta, como se los quiera llamar, es casi el doble que el dedicado a las subvenciones. Y el presupuesto para créditos, como dice la secretaria de Estado, " se ejecuta poco". Muy poco. De ahí sale una cuenta al redondeo de uno de cada tres euros sin gastar.

Otra parte de ese presupuesto asignado a la I+D es para la denominada Red Cervera, del CDTI, (500 millones también en números redondos) que debería coordinar el intercambio de tecnología entre entidades de diversas regiones. Pero su funcionamiento parece, por ahora, más de libro blanco que de libro de cuentas. ¿Es dinero gastado, malgastado, o también sin gastar…?  Entender en profundidad los vericuetos de las Cuentas del Estado es tarea para expertos, disculpen las dudas.

Vela hizo estos anuncios en la presentación de la jornada Impulsando el ecosistema de innovación biomédica en España, organizada conjuntamente en Madrid por Fipse (Fundación para la innovación y la prospectiva en salud en España) y el MIT (Massachusetts Institute of Technology). La reunión tenía el propósito de seleccionar seis proyectos españoles de innovación en el terreno de la salud para participar en el programa de mentoring e impulso IDEA2 Global MIT.

La responsable del I+D gubernamental animó a los emprendedores a pedir alguna de las variadas subvenciones que ofrece la UE ("nosotros les podemos ayudar", ofrece). Y así, probablemente, su departamento tendría menos dificultad para dar anticipos a cuenta de futuras ayudas europeas, y así ejecutar más esa otra parte del presupuesto que se queda sin usar. Aunque, al final, la cuestión es semántica: ¿el dinero que se presta, para que sea devuelto, se puede considerar gasto o inversión? Si jugamos con el valor estricto de cada palabra, evidentemente, no. Pero… El arte de la política consiste en saber hacerse trampas en el solitario sin que lo note uno mismo.