Hay noticias que nunca te gustaría tener que escribir, hay realidades que no deberían existir. Así, en estos momentos, aunque me horroriza escribirlo, todos sabemos que hay mujeres que se sienten amenazadas y que hay mujeres que están siendo abusadas y violadas. Las mujeres, esos seres a los que muchos ven como muñecos con los que jugar a su antojo, tenemos la mala suerte de tener a personas que piensan por nosotras y actúan por y contra nosotras, porque creen que nuestras pequeñas cabecitas no dan para más.
Así, porque quieren, nos insultan, nos atemorizan, nos pegan, y nos hasta en grupo, como si fuera una fiesta. También hay muchas futuras mujeres a las que parece que no se les quiere dejar ser mujeres, porque se les arranca una parte de sí mismas, porque se les practica la ablación. Porque para muchos hombres y algunas mujeres, una mujer es un ser impuro nacido para tener hijos, fregar y cocinar, pero sin derecho a sentir placer, placer no ¡por dios!, el placer tiene género; es masculino.
Por eso hoy me duele el alma mientras leo que el nuevo avance de un grupo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández de Elche, una prótesis de vagina, no se usará exclusivamente para tratar a mujeres que han nacido sin este órgano o para personas que pasan por una operación de cambio de sexo. Este nuevo producto tendrá que usarse también para ayudar a mujeres que han sufrido la ablación de su órgano sexual o para aquellas que han sufrido daños tras ser atacadas.
Por eso, hay días que me gustaría que no se tuvieran que inventar ciertas cosas, que los laboratorios no tuviesen que proteger a las mujeres con nuevos inventos, y que muchas de nosotras no nos crucemos nunca a solas con ciertos personajes.
Mientras eso siga ocurriendo, este producto, Paciena, hecho de ácido poliláctico, favorece el crecimiento del tejido en la zona y evita tener que realizar injertos de piel, salvo en el caso de cambio de sexo, lo que minimiza las cicatrices y posibles complicaciones.
De momento, ocho mujeres de entre 17 y 26 años ya lo han probado. La prótesis, realizada con impresión 3D, se hace a medida, lo que evita heridas, y es muy ligera, así ejerce poca presión en el cuerpo y no daña la musculatura de las pacientes.
Si la mujer es impura, inútil, mala y tonta… es mejor que no os acerquéis ¿no os parece?
Queridos tutores no solicitados, os habla una mujer: os habéis equivocado de trabajo, no os necesitamos, no os queremos ¡estáis despedidos!