La mujer en la era digital: el futuro es ahora

Cuando Gutenberg creó la imprenta en el siglo XV, nadie supo anticipar que supondría una auténtica revolución en el paradigma sociotecnológico mundial que anticiparía otras muchas que sucederían más tarde. En ocasiones, el ritmo vertiginoso que acompaña nuestra vida cotidiana nos hace olvidar el contexto de cambio en el que estamos inmersos en la actualidad.

El auge de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data o la llegada del 5G; así como la consolidación de la llamada economía digital, impulsan la transformación de la sociedad a un ritmo trepidante. Un contexto de cambio que afecta a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana y que muchos expertos apuntan como la antesala a una cuarta revolución industrial marcada por la digitalización.

En los últimos años el sector tecnológico ha experimentado un crecimiento exponencial, tanto a nivel económico como en su capacidad transformadora e influencia. Sin ir más lejos, según un informe elaborado por el grupo inversor británico Atomico, sólo en 2019 el sector tecnológico obtuvo una financiación récord de 30.997 millones de euros en empresas europeas.

Es en este punto donde debemos preguntarnos si contamos con las herramientas necesarias para que haya mujeres líderes en los sectores más disruptivos que serán catalizadores de dicho cambio. En este sentido, la evolución tecnológica avanza a un ritmo imparable en un contexto en el que afrontamos retos globales muy complejos, que requieren soluciones cada vez más creativas en las que se hace imprescindible la colaboración entre profesionales con distintas trayectorias, tanto profesionales como vitales. Es aquí donde se abre una ventana de oportunidad para que las mujeres sean protagonistas del cambio que se avecina, sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer.

A día de hoy, en España solo el 13% de estudiantes de carreras STEM son mujeres, cuando hay más mujeres que hombres estudiando en la universidad. Nadie pone en duda que los programas e iniciativas que fomentan el aumento de la participación de las mujeres en las disciplinas más demandadas por el sector tecnológico es crucial, pero también lo es para un sector que presenta históricas barreras de acceso para las mujeres, con todas las carencias que ello conlleva.

Es cierto que en los últimos años se ha debatido mucho en torno a la importancia de fomentar las carreras STEM, así como de propiciar el cambio cultural y estructural que garantice que un mayor número de mujeres líderes pueda romper el llamado techo de cristal en todas las organizaciones. Y es que, de acuerdo con un estudio del Observatorio Nacional de las Comunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI) en colaboración con el Instituto de la Mujer, solo un 23% de las personas que trabajan en el sector TIC son mujeres.

Todo ello sucede en un contexto en el que las llamadas soft skills y la inteligencia emocional cobran cada vez más relevancia en el mundo empresarial, por lo que es importante recordar que las mujeres sobresalen en dichas habilidades clave para el trabajo en equipo y un liderazgo eficaz.

En muchas ocasiones caemos en el error de pensar que son medidas destinadas a las futuras generaciones, cuando la realidad es que la formación STEM en la llamada era digital ofrece unas oportunidades de reinvención profesional infinitas. Puede que sea difícil de creer, pero se puede acceder al sector tecnológico sin tener una base en carreras universitarias STEM.

Sin embargo, para que más mujeres apuesten por reinventarse y rompan con lo que parece preconcebido, tanto las instituciones gubernamentales como las universidades deben colaborar con el propio sector tecnológico para impulsar un cambio de mentalidad para que las mujeres se suban al tren de la revolución tecnológica hoy mismo, no mañana. Hablamos de medidas sencillas como podrían ser el desarrollo de programas de formación especializados, potenciar la figura del mentor en la universidad, así como el desarrollo de cualquier iniciativa que permita dar a conocer las oportunidades de reorientación profesional que ofrece el sector.

Si de verdad queremos hacer realidad un ecosistema en el que las mujeres puedan jugar un papel determinante, es necesario contar también con profesionales y empresas del sector tecnológico. Se trata, en definitiva, de dotar de las herramientas adecuadas que sirvan de inspiración para que las mujeres puedan jugar un rol destacado en la nueva era digital.

Un ejemplo de ello es el programa Women at Tier, una iniciativa abierta a todo el mundo en la que se organizan debates en torno al futuro de la movilidad en las ciudades o actividades vinculadas con el liderazgo femenino, que tienen como propósito empoderar a las mujeres y acercarlas al sector tecnológico, en este caso, específicamente al campo de la micromovilidad.

Es difícil imaginar cómo será el futuro y qué tecnologías marcarán el curso de la historia cuando se ha avanzado más tecnológicamente en los últimos 15 años, que en los anteriores 150. Pero de lo que sí estoy segura, es de que las mujeres jugarán un papel muy relevante, y que no caerán en el olvido.

*** Jinél Fourie, directora de políticas públicas de TIER para el Sur de Europa.