Finalizamos un año en el que, nuevamente, el componente digital ha ganado más peso que nunca en nuestras vidas, impulsado especialmente por la pandemia. Inmersos como estamos en la llegada de la Navidad, la ciudadanía incrementa el volumen de compras online. Pero ¿estamos suficientemente protegidos y conocemos cuáles son los riesgos a los que nos enfrentamos a la hora de hacer clic?
Sin duda, las plataformas de compra online nos ofrecen numerosas ventajas pero, en paralelo, los ciberdelincuentes aprovechan estos días para hacer su particular agosto. Así, hemos de ser conscientes de que existe la posibilidad de que se utilicen de forma fraudulenta para obtener un beneficio a costa de nosotros, los usuarios. Sin duda, la mejor defensa contra cualquier amenaza en ciberseguridad es la precaución. Repasemos cuáles son los principales riesgos a los que nos exponemos estos días, y disfrutemos de nuestras compras con seguridad.
Los sitios web falsos son, siempre, una de las amenazas más comunes. Mediante el phishing o suplantación de identidad, los ciberdelincuentes crean plataformas falsas que copian el estilo de otras tiendas oficiales con el objetivo de atraernos a ellas para compartir nuestra información personal y que caigamos en estafas con las que perder nuestro dinero y nuestros datos.
Del mismo modo, y como una variante de la tipología anterior, podemos encontrarnos con perfiles falsos de vendedor. De esta manera, los ‘malos’ también pueden registrarse en un marketplace con el objetivo de vender productos falsos o ficticios que nunca llegarán a nuestro domicilio. Por último, pero no menos importante, hemos de revisar que el método de pago elegido sea fiable. Existen algunos más seguros que otros y, en ocasiones, aquellas ofertas más llamativas pueden esconder formas de pago poco fiables.
¿Cómo podemos prevenir caer en estos engaños? Como siempre, el sentido común es una de nuestras mejores armas. En el momento en que publicamos información personal en una web, debemos estar alerta y tener en cuenta una serie de precauciones para evitar caer en un fraude. Apostemos por las compras en páginas web de confianza en el que figuren el nombre, domicilio y el CIF de la empresa. Este paso tan sencillo nos evitará muchos sustos.
Con unos pequeños consejos podemos lograr mayor seguridad en nuestras compras online. Es importante poner en cuarentena aquellos productos que tengan un precio demasiado atractivo para ser verdad. Una búsqueda por internet a través de distintas plataformas puede ayudarnos a saber si nos encontramos realmente ante un chollo o si, por el contrario, estamos ante una estafa.
Asimismo, vigilemos las solicitudes de información personal. A veces la web, ya sea marketplace o ecommerce, puede pedirnos que facilitemos nuestros datos. Recordemos publicar únicamente la información que sea totalmente imprescindible para la compra. Si nos piden muchos datos que nada tienen que ver con la compra, encendamos las alarmas.
Al igual que antes de entrar en un comercio físico miramos el escaparate, su ubicación, si entran clientes, etc., la reputación del vendedor online también puede revisarse previamente. ¿Lleva mucho registrado en el marketplace? ¿El vendedor tiene buenas referencias? Antes de dejarnos llevar por una oferta, debemos asegurarnos de que el vendedor es de fiar: podemos realizar una pequeña búsqueda en internet para obtener más información, analizando las opiniones de otros compradores sobre el producto y la reputación del vendedor. Sobre el producto que buscamos, una descripción escueta o mal redactada, junto a la escasez de imágenes o de mala calidad, pueden indicarnos que no se trata de una oferta legítima.
Antes de introducir los datos de nuestras tarjetas o cualquier otra información sensible, debemos asegurarnos de que sea un sitio seguro. La barra de dirección debe empezar por ‘https’ y contener el icono de un candado. Aunque no siempre es garantía de seguridad total, este filtro elimina de base muchas páginas peligrosas. Del mismo modo, debemos comprobar que la plataforma cuenta con diferentes métodos de pago, y usar el que se adecue mejor a nuestras necesidades. Ojo a las ofertas que parecen ser demasiado buenas para ser verdad.
Y no quiero terminar sin hablar de un colectivo que merece nuestra especial atención en estos días, los menores. Así, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones si tenemos pensado regalarles algún juguete conectado. Se trata de aquellos que poseen funciones de conectividad para interactuar con otros dispositivos domésticos, como tabletas y móviles, o para intercambiar datos a través de internet.
Pueden por ejemplo, responder a órdenes o preguntas, captar imágenes a través de cámaras integradas o conectarse al móvil a través de aplicaciones. Antes de exponer a nuestros hijos a estos juguetes, hemos de revisar que el fabricante expone en su política de privacidad quién es el responsable de la información que se va a recopilar, para qué va a ser utilizada y cómo pueden ejercerse nuestros derechos frente a ella.
Es importante revisar este apartado, ya que, si hace un mal uso de esa información, se filtrará en internet o alguien sería capaz de acceder a ella sin permiso. Además de la pérdida de privacidad que supondría, se podría dañar la reputación del menor y de su familia y alguien podría utilizarla en su contra. Tan importante es preocuparnos por la felicidad que aportarán a nuestros hijos estos juguetes como garantizar su seguridad digital mientras los disfrutan.
¡Brindo por una Navidad cibersegura y por un 2022 lleno de prosperidad y seguridad digital!
*** Rosa Díaz Moles es directora general del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad).