Pedro Clavería,  cofundador y coCEO de Playtomic

Pedro Clavería, cofundador y coCEO de Playtomic

FAST & FORWARD

La revolución de hacer lo que queremos llega al deporte

9 abril, 2023 03:02

El concepto de 'revolución digital' se acuñó en la década de los cincuenta para hablar de aquella transición científico-tecnológica a partir de la llegada de los ordenadores y el registro digital. Un cambio de paradigma que cambió lo hasta entonces estipulado, pero que ahora forma parte de la normalidad.

En esta era postdigital, quienes saben aprovecharse de sus ventajas gozan de una mayor independencia y, también, de un gran abanico de posibilidades de las que antes no gozaban. Ya no nos sorprende cuando escuchamos historias de parejas o amigos que se conocieron online, ni tampoco se nos hace raro que las personas se unan a grupos digitales de desconocidos para participar en actividades que se ciñen a sus intereses, como pueden ser practicar deporte, aprender idiomas o asistir a eventos culturales.

Por poner un ejemplo, antes de la llegada de las redes sociales, si alguien tenía ganas de ir a un concierto o quería jugar un partido de pádel durante un viaje de trabajo, y no encontraba con quien hacerlo, lo más probable es que finalmente renunciase a ello. Actualmente, las vías para conectar con nuevas personas que compartan los mismos intereses, disponibilidad y ganas de hacer algo en concreto, son infinitas.

Hay numerosas comunidades digitales que organizan excursiones multitudinarias. ¿La razón? Les resulta más práctico, rápido y cómodo que ponerse ellos mismos a organizarlas con su grupo de amigos. Esto supone que las reglas del juego cambian porque el acceso a una enorme variedad de actividades –que antes eran más costosas de preparar– es ahora posible en cuestión de minutos.

Esta necesidad, cada vez más latente, de depender lo menos posible de los demás para desempeñar nuestros hobbies, se extrapola a numerosos ámbitos. Uno de ellos es, sin duda, el deporte. El ejercicio en grupo es una de las actividades sociales por excelencia, pero la mayor parte del tiempo practicar un deporte con amigos presenta un principal problema: encontrar un hueco que le venga bien a todos.

Por un lado, algunas de las personas que se ejercitan en conjunto no lo hacen únicamente por gusto, también por seguridad. Existen disciplinas de riesgo en las que se recomienda la práctica en grupos o, como mínimo, en pareja. Estas medidas de precaución suelen tomarlas, por ejemplo, algunos ciclistas de montaña, parapentistas o senderistas. En su caso, no es justo que los aficionados a estos deportes se vean obligados a practicarlo menos de lo que les gustaría por tener que depender de otros.

En otros casos, el entrenar acompañado se convierte en una obligación cuando la misma naturaleza del deporte así lo exige. Esto es, por ejemplo, lo que sucede con el fútbol y el hecho de que hayan surgido nuevas plataformas digitales que permiten a los jugadores conectar rápidamente con otros y unirse a partidos amistosos abiertos cómo, cuándo y dónde quieran.

A esta última categoría se suma el pádel, que ya cuenta con casi seis millones de practicantes en España y es el deporte de raqueta más popular del país. La puesta en marcha de plataformas que conectan jugadores ha contribuido a impulsar la importancia de práctica de este deporte en los últimos años, además de profesionalizar y mejorar la rentabilidad del propio ecosistema de espacios dedicados al mismo a través de la digitalización.

Pongámonos en la situación de alguien que quiere jugar un mínimo de una o dos veces por semana, pero le es muy complicado encontrar a otros tres jugadores de su mismo entorno con los que coincida en disponibilidad horaria, frecuencia de juego, conveniencia de ubicación de las pistas, precios a los que están dispuestos a pagar por las pistas o, incluso, en nivel de juego. Para resolver estas dificultades son necesarias nuevas soluciones que tiendan un puente dentro de estas comunidades y permitan, de manera rápida y fácil, hacer match con otros amateurs.

En una sociedad digitalizada, en la que compramos online, trabajamos en remoto, visitamos museos a través de la realidad virtual, asistimos a clases por videollamada o conectamos con nuestros amigos a través de las redes sociales, se hace muy necesario que el mundo del deporte no sea una excepción.

Nuestra época viene regida por la practicidad y la inmediatez, lo que hace que resulte llamativo que dejemos de practicar nuestro deporte preferido porque no encontremos con quién hacerlo o no sepamos dar con el lugar idóneo.

Las actuales plataformas digitales ofrecen tantas posibilidades que es un error no aprovecharlas en nuestras actividades cotidianas. Gracias a estas nuevas soluciones ya no existen las excusas ni los obstáculos. Incluso impulsan la creación de comunidades de jugadores, ya que la tecnología ofrece la posibilidad de conectar con otros que comparten tus mismos intereses. La revolución digital que se inició en 1947 nada tiene que ver con lo que se hace hoy. Ahora, la auténtica revolución es disfrutar de todo aquello que nos gusta cuando queramos, donde queramos y con quién queramos.

*** Pedro Clavería es cofundador y coCEO de Playtomic.

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