El desarrollo sostenible marcará los centros de datos
Los centros de datos están desempeñando un papel fundamental en la transformación digital de nuestra sociedad. De hecho, a medida que nos adentramos en un mundo cada vez más digitalizado, es un sector que evoluciona constantemente para responder a una demanda cada vez mayor. Este crecimiento provoca que la necesidad de aplicar soluciones innovadoras en materia de diseño, arquitectura y aspectos técnicos sea cada vez más frecuente.
En esta línea, tanto la sostenibilidad como la eficiencia energética, la gestión del rápido crecimiento de la demanda, y el cumplimiento de los cambios normativos, son aspectos que marcarán la gestión de los centros de datos durante el 2024. El objetivo principal consistirá en dar una respuesta a una demanda que espera un servicio eficaz sin renunciar a los propósitos relacionados con la reducción de la huella de carbono.
Existen varios factores que pueden influir en el crecimiento del mercado de los centros de datos. El avance en la implementación de nuevas tecnologías, como el IoT o la inteligencia artificial, es un factor significativo para ello. Este tipo de soluciones suponen un papel cada vez más importante en la gestión del día a día en los centros de datos, ya que no solo ayudan a supervisar el estado actual del campus, sino que también proporcionan información operativa detallada y son capaces de realizar análisis predictivos, permitiendo a los operadores de los centros gestionar el rendimiento, y comprender dónde y cómo deben focalizar los esfuerzos.
Sin embargo, estas herramientas también presentan un reto. La mayor parte de la capacidad de la IA se entrena con grandes cantidades de datos, por lo que su aparición ha provocado un enorme aumento de la demanda informática. Según TIRIAS Research, la demanda de datos de aplicaciones de IA generativa como ChatGPT podría multiplicar por 50 el número de cargas de trabajo procesadas en todo el mundo de aquí a 2028.
Este crecimiento exponencial de la demanda podría provocar un cambio en las necesidades en cuanto al diseño y las capacidades de los centros de datos. Por ello, los operadores se enfrentarán a la necesidad urgente de disponer de más espacio en estas instalaciones y de una mayor densidad por rack sin comprometer la eficacia y la competitividad de estos.
Ante estos retos causados por el aumento de la demanda, la prefabricación se presenta como una de las respuestas más efectivas. Un centro de datos modular es un método portátil que ofrece la posibilidad de desplegar su capacidad donde se necesite. Además, suelen constar de componentes estandarizados que pueden añadirse, integrarse o readaptarse en un centro existente o combinarse en otro sistema de módulos. Por ello, se espera que este formato cobre importancia en 2024.
En muchos países se aplican restricciones a la hora de añadir nuevas cargas a la red, siendo cada vez más difícil la obtención de permisos de construcción o ampliación. Esta situación plantea interrogantes sobre la ubicación de las agrupaciones de centros de datos. Hasta hace relativamente poco, se ubicaban en grandes ciudades como Londres, Ámsterdam o París, pero ahora existe una tendencia a alejarse de estos campus tradicionales y establecer centros de datos en ciudades emergentes donde sea más fácil obtener los permisos pertinentes. El inconveniente de esto, por supuesto, es la posible falta de trabajadores cualificados.
Los centros de datos son la columna vertebral del mundo digital y, por tanto, influyen significativamente en la forma en que la sociedad reduce las emisiones para combatir el cambio climático. Por ello, durante los próximos meses, el sector debe seguir trabajando para alcanzar los objetivos de sostenibilidad y ser capaz de justificar su progreso a los diferentes organismos regulatorios. En esta línea, la eficiencia energética desempeñará un papel importante: conseguir más con la misma o menor cantidad de energía, es uno de los principales objetivos para el sector este año.
Es de esperar que la sustitución de los generadores diésel, los sistemas de almacenamiento de energía en baterías, la generación in situ, la refrigeración avanzada y otras tecnologías ocupen un lugar cada vez más relevante para los centros de catos. También es probable que en 2024 sigamos oyendo hablar de los centros de datos interactivos con la red, una opción que no solo ayuda a descarbonizar la red, sino que también contribuye a sus propios objetivos de sostenibilidad.
Como era de esperar, esta industria ha estado en el punto de mira de los organismos reguladores encargados de cumplir el objetivo de las Naciones Unidas de neutralidad de carbono para 2050. En Europa, la UE está marcando el camino, replanteando rápidamente la conversación en torno a los centros de datos mediante una revisión a fondo de algunas de sus principales directivas, incluida la Directiva de Eficiencia Energética refundida.
La directiva revisada, publicada en septiembre de 2023, introduce la obligación de que los Estados miembros de la UE supervisen el rendimiento energético de los centros de datos, y establece que una base de datos a escala de la UE recopilará y publicará información relativa a su rendimiento energético y huella hídrica.
De hecho, la Comisión Europea ha encargado un estudio sobre el rendimiento energético y la sostenibilidad de los centros de datos, lo que significa que el sector debe estar preparado para que los responsables políticos y los reguladores adopten una postura mucho más dura en materia de integridad medioambiental. Tomar la responsabilidad en sus manos será beneficioso para el sector tanto en términos de reputación como desde el punto de vista económico, ya que es probable que la reducción del consumo de energía y agua reduzca costes a las compañías a largo plazo.
*** José Antonio Afonso es segment manager en Eaton Iberia.