Enrique Lizaso, CEO y cofundador de Multiverse Computing.

Enrique Lizaso, CEO y cofundador de Multiverse Computing.

Opinión ESCALA ESPAÑA / ADIGITAL

Scaleups, IA cuántica y el desafío de la autonomía tecnológica en Europa

Enrique Lizaso
Publicada

Cuando fundamos Multiverse Computing, apostábamos por una tecnología revolucionaria en un sector complejo y en un continente donde escalar una empresa deep tech sigue siendo un reto. Sin embargo, éramos conscientes del enorme potencial de la computación cuántica y la inteligencia artificial, y de que Europa no podía permitirse quedarse atrás en esta revolución.

Hoy, tras años de crecimiento y expansión internacional, hemos demostrado que una empresa europea puede liderar la innovación en software de IA cuántica. Nuestros algoritmos cuánticos han sido adoptados por grandes instituciones financieras, empresas industriales y entidades gubernamentales en todo el mundo. Además, hemos desarrollado CompactifAI, un compresor de modelos de inteligencia artificial basado en técnicas cuánticas que reduce significativamente el tamaño de los modelos sin perder precisión. Esta solución mejora la eficiencia de la IA y refuerza la autonomía tecnológica europea al permitir el despliegue de modelos avanzados en infraestructuras propias.

Pero si algo hemos aprendido en este viaje es que la innovación por sí sola no basta. Para que Europa pueda competir en computación cuántica e inteligencia artificial, necesitamos un ecosistema que permita a las scaleups crecer y consolidarse sin verse obligadas a buscar financiación o mejores condiciones en mercados extranjeros.

El reto de escalar en Europa

Convertir una startup en una scaleup significa pasar de la validación del producto a la consolidación en el mercado, pero en Europa esta transición es más difícil.

Uno de los principales retos es el acceso a financiación. Mientras que en Silicon Valley o China las rondas de inversión de cientos de millones de dólares para empresas deep tech son comunes, en Europa el capital de crecimiento es más limitado y fragmentado. Esto ralentiza la expansión y obliga a muchas compañías a buscar financiación en mercados extranjeros, con el riesgo de perder el control sobre su tecnología.

Otro desafío es la fragmentación del mercado. En Estados Unidos, una empresa puede escalar en un mercado de más de 300 millones de personas con una regulación homogénea. En Europa, en cambio, las compañías deben adaptarse a múltiples legislaciones, idiomas y sistemas económicos, lo que encarece y ralentiza la expansión.

Además, la competencia global por el talento es feroz. Europa forma a algunos de los mejores científicos e ingenieros en inteligencia artificial y computación cuántica, pero muchas veces carece de los incentivos adecuados para retenerlos. Sin un entorno atractivo para la innovación, corremos el riesgo de perder a nuestros mejores profesionales en favor de empresas estadounidenses o asiáticas.

Computación cuántica e IA: una oportunidad única

A pesar de estos desafíos, Europa tiene una ventaja clave: una base científica de primer nivel en computación cuántica e inteligencia artificial. En Multiverse Computing hemos visto cómo estas tecnologías pueden resolver problemas antes imposibles.

Nuestros algoritmos cuánticos han sido utilizados para optimizar carteras financieras, mejorar la eficiencia energética en la industria y acelerar el descubrimiento de nuevos materiales.

Además, con soluciones como CompactifAI, estamos abordando uno de los grandes retos de la inteligencia artificial: la escalabilidad de los modelos. A medida que los modelos de IA se vuelven más complejos, sus requisitos de almacenamiento y procesamiento aumentan exponencialmente.

Nuestra tecnología basada en principios cuánticos permite comprimir modelos sin sacrificar precisión, facilitando su implementación en dispositivos con recursos limitados y reduciendo su consumo energético. Esto democratiza el acceso a la IA avanzada y permite a Europa depender menos de infraestructuras extranjeras.

Autonomía tecnológica: un imperativo estratégico

No podemos seguir dependiendo de tecnologías desarrolladas fuera de nuestras fronteras. En un mundo donde la inteligencia artificial y la computación cuántica serán las claves de la economía del futuro, Europa debe asegurarse de fortalecer sus propias infraestructuras y capacidades tecnológicas.

La autonomía tecnológica no significa aislamiento ni proteccionismo, sino garantizar que las empresas europeas puedan innovar, escalar y competir en igualdad de condiciones con las de otras regiones. Para lograrlo, necesitamos una estrategia clara basada en tres pilares.

El primero es la inversión en infraestructura propia. Europa debe desarrollar sus propias plataformas de computación cuántica e inteligencia artificial. Iniciativas como InvestAI para movilizar 200 000 millones EUR de inversión en inteligencia artificial, son un buen comienzo, pero necesitamos ir más allá y garantizar que nuestras empresas puedan acceder a la mejor tecnología sin depender de actores externos.

El segundo es el apoyo real a las scaleups tecnológicas. Es imprescindible mejorar el acceso a capital de crecimiento, reducir la burocracia y ofrecer incentivos.

El tercero es el talento y la colaboración. No podemos permitirnos perder a nuestros mejores científicos e ingenieros. Necesitamos programas específicos para atraer y retener talento en áreas estratégicas como la computación cuántica y la inteligencia artificial.

El momento de actuar es ahora

Europa no parte de cero en esta carrera, pero tampoco puede permitirse perder tiempo. La inteligencia artificial y la computación cuántica no son tecnologías del futuro, sino del presente. Las decisiones que tomemos en los próximos años determinarán si Europa es un líder en esta nueva era o si, una vez más, vemos cómo nuestras innovaciones terminan beneficiando a otros.

En Multiverse Computing hemos demostrado que es posible construir una empresa de deep tech en Europa y competir a nivel global. Pero sabemos que el éxito individual no es suficiente. Necesitamos un ecosistema que permita a muchas otras scaleups seguir este camino sin verse frenadas por la falta de inversión, el exceso de burocracia o la fuga de talento.

La pregunta no es si Europa tiene el potencial para liderar en inteligencia artificial y computación cuántica. La pregunta es si estamos dispuestos a hacer lo necesario para que ese liderazgo se convierta en una realidad. El futuro de la tecnología se está escribiendo ahora y Europa debe asegurarse de que tiene un papel protagonista en esa historia.

***Enrique Lizaso es CEO y cofundador de Multiverse Computing.