Mark Neufurth.

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Opinión Tribuna

La soberanía digital de Europa en tiempos de ‘America First’

Mark Neufurth
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La reelección de Donald Trump es algo más que un hito político: es un punto de inflexión decisivo para el futuro digital de Europa. El nuevo auge del principio 'America First' nos obliga a redefinir nuestra posición estratégica en el panorama tecnológico mundial. Y con la toma de posesión del nuevo, pero ya conocido presidente Trump, la comunidad europea debe asumir una identidad digital nueva y fuerte.

Los riesgos son múltiples y complejos. La agenda proteccionista de Trump y su radical liberalismo de mercado albergan retos considerables para las empresas e instituciones europeas. El conflicto entre EEUU y China podría poner de repente a Europa en una posición incómoda desde el punto de vista digital, con consecuencias económicas y tecnológicas aún hoy imprevisibles.

Un punto crítico en este sentido es la protección de datos. Existe el riesgo de que los avances ya logrados, como la orden ejecutiva de Biden sobre protección de datos, sean desestimados por la nueva administración estadounidense. Las empresas europeas podrían volver a enfrentarse a una mayor inseguridad jurídica si utilizan servicios de proveedores estadounidenses.

La clave para superar estos retos se encuentra en el refuerzo constante de la soberanía digital de Europa. Esto implica, en primer lugar, desarrollar activamente nuestros propios ecosistemas e innovaciones tecnológicas. Las soluciones de código abierto y las ofertas en la nube transparentes y controlables deben ocupar un lugar central.

Un claro ejemplo de este enfoque, aplicado a la inteligencia artificial, es el desarrollo de ALIA, un modelo de IA en español y otras lenguas cooficiales que se caracteriza por ser de código abierto. Este lanzamiento por parte del gobierno español es un paso hacia la soberanía digital en el ámbito de la inteligencia artificial.

Es hora de reducir nuestra dependencia de los proveedores de tecnología estadounidenses y desarrollar nuestras propias fortalezas, por ejemplo, en el ámbito de los datos y la seguridad digital. El camino hacia la independencia digital se basa en tres pilares: soluciones de código abierto, ofertas transparentes en la nube y desarrollo de ecosistemas tecnológicos europeos. Pero esto requiere una inversión masiva en economía digital e investigación. Tenemos que crear un entorno que fomente la innovación europea y la haga competitiva internacionalmente. La cooperación entre los países europeos será crucial: solo juntos podremos lograr una verdadera independencia digital.

Por otro lado, en Alemania, nuestra colaboración con el Centro Federal Alemán de Tecnologías de la Información (ITZBund), es otro de los proyectos clave hacia la soberanía digital en Europa. Demuestra que las empresas europeas también pueden desarrollar soluciones innovadoras que cumplan los requisitos de seguridad más exigentes y, al mismo tiempo, reducir la dependencia de los proveedores tecnológicos estadounidenses.

Sin embargo, también es importante no descuidar el diálogo a través del Atlántico. El propósito debe ser establecer normas comunes que tengan en cuenta tanto los intereses de las empresas europeas como los requisitos de seguridad.

La situación actual no es sólo un reto, también supone una oportunidad. Una ocasión para redefinir la soberanía digital de Europa, exponer nuestras capacidades tecnológicas y forjar un camino independiente en la economía digital mundial.

*** Mark Neufurth es Lead Strategistt en Ionos.