El próximo uno de julio comienza una de las etapas legislativas del Consejo de la Unión Europea más relevantes de los últimos años. El organismo afronta seis meses en los que se deberán culminar las negociaciones de un gran número de expedientes abiertos en diferentes líneas de trabajo antes de las elecciones al Parlamento Europeo previstas para mayo de 2024 y el posterior nombramiento de una nueva Comisión.
En este período (del 1 de julio al 31 de diciembre), España será la encargada de ocupar la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, una acción que el país lleva a cabo por quinta vez en toda la historia.
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En un contexto marcado por la guerra en Ucrania, la inflación y la recuperación frente a la crisis posterior a la pandemia, la región española tendrá como objetivo impulsar iniciativas en las grandes líneas de actuación de la UE, entre ellas, la transición ecológica, la transformación digital y la agenda social.
Según apuntan desde el Ejecutivo, España lleva trabajando en esta Presidencia desde hace dos años, con el objetivo de preparar un liderazgo "ambicioso, realista y sostenible". Todo ello se ha materializado en el programa que ha presentado el país en el Consejo de Asuntos Generales durante este mes de julio, donde se recogen as prioridades que marcarán la agenda en los siguientes seis meses.
De la IA Act a la Data Act
Víctor Calvo-Sotelo, director general de la asociación DigitalES, explica en una entrevista con D+I que la Presidencia será importante porque "cerrará un ciclo".
Según apunta, España tendrá la "última oportunidad" para consolidar determinadas directivas, reglamentos y otras piezas legislativas antes de que se celebren los próximos comicios europeos y se conforme una nueva Comisión.
Entre las normativas que se espera que vean la luz en estos seis meses, Calvo-Sotelo destaca algunas como el nuevo marco regulatorio de la UE sobre tecnología y servicios digitales, que se sumará a los ya aprobados Digital Service Act (DSA) y Digital Market Act (DMA). También, se espera que culmine el Data Act, que, actualmente, está en negociaciones avanzadas.
A estos se suman el Reglamento de Inteligencia Artificial y el futuro marco de conectividad europeo.
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Calvo-Sotelo destaca este último como uno de los que generarán más impacto en el futuro digital europeo porque favorecerá la sostenibilidad de las inversiones en infraestructuras de telecomunicaciones, las que, según recuerda, "soportan el desarrollo de toda la actividad digital". "El 5G va a requerir grandes inversiones para la densificación de las redes y la instalación de muchos nuevos nodos", precisa.
"Desde nuestro punto de vista, es esencial que Europa consiga alcanzar los objetivos previstos en su agenda digital para 2030, porque de otro modo quedaremos rezagados con respecto a otros territorios", afirma el director general de la patronal.
Un mercado digital europeo
Ante la oportunidad que supone la presidencia española del Consejo de la Unión Europea, instituciones como DigitalES ya han elaborado una lista de peticiones que esperan que se cumplan o, como mínimo, que se tengan en cuenta para avanzar hacia un mejor futuro digital comunitario.
Calvo-Sotelo señala que entre sus demandas se encuentra la necesidad de abordar una visión estratégica de futuro "que impulse verdaderamente un mercado digital europeo".
El director general de la patronal afirma que España tiene "muy bien definidas" las prioridades que marcarán su liderazgo del organismo europeo, entre las que se encuentran los derechos digitales, las telecomunicaciones o la inteligencia artificial.
En este sentido, señala que, desde la organización que dirige, se ponen a disposición del Gobierno "para ayudar a hacer realidad esta visión de una Europa más digital y, por tanto, más fuerte y próspera" que continúe siendo "un referente mundial en la protección de los ciudadanos en internet".