El 27 de enero de 2020, cuando ya parecía claro quién ostentaría casi todos los altos cargos de la nueva legislatura, Pedro Sánchez aún se guardaba un as en la manga. Se desveló entonces la constitución de un Alto Comisionado para el impulso del emprendimiento innovador, un órgano de nueva creación dependiente del Ministerio de Presidencia. Al frente del equipo estaría Francisco Polo, cesado días antes como secretario de Estado de Avance Digital por la ministra -y ahora también vicepresidenta tercera- Nadia Calviño.
La naturaleza del Alto Comisionado es estrictamente de colaboración, coordinación y asesoramiento, dado que carece de capacidad ejecutora. Se trata, en resumen, de un ente nacido para armonizar todas las iniciativas vinculadas con el emprendimiento innovador, dentro y fuera de la Administración General del Estado.
Polo, desde su etapa como secretario de Estado, y antes aún como secretario de Emprendimiento, Ciencia e Innovación del Partido Socialista -responsabilidad que mantiene-, defendía que España tiene una oportunidad para convertirse en una startup nation con identidad propia. Ya entonces avanzaba la redacción de una ‘Estrategia España Nación Emprendedora’, que finalmente fue presentada por el presidente del Gobierno el jueves pasado, 11 de febrero de 2021.
Esta estrategia es la culminación de esa voluntad de convertir la transformación del modelo económico de España en un trabajo colaborativo entre todas las partes implicadas, entendiendo que solo desde esa colaboración podrán diseñarse planes capaces de trascender legislaturas.
En esta entrevista, preguntamos a Francisco Polo por la letra pequeña de un documento de quizá escasa concreción, pero notable estimación presupuestaria: 1.562 millones de euros en 2021, que se elevarían a 4.223 millones de euros para el período 2021-2023.
- ¿Cuál es la aportación que hace esta estrategia sobre los planes del Gobierno ya existentes?
Por primera vez, en España tenemos una visión de futuro a 10 años que nos indica qué es lo que queremos ser en el año 2030. Y lo que queremos ser es una nación emprendedora, significando esto que hagamos del emprendimiento innovador una palanca para el crecimiento de la productividad y la competitividad de nuestras empresas.
La estrategia es también una visión en la que incluir a todo el mundo. Frente a un tipo de innovación que en ocasiones abre brechas, nosotros lo que buscamos es que ese marco trate de cerrar las grandes brechas sociales de nuestro tiempo: la brecha de género, la territorial, la socioeconómica y la generacional.
En definitiva, en 10 años queremos ser un país con unas bases productivas distintas y que dé a la gente una mayor perspectiva de futuro. Es decir, conseguir generar una visión de futuro que sea realmente inspiradora que nos haga sentir orgullo del país en el que estamos y que estamos construyendo.
Con la creación del Alto Comisionado para la Nación Emprendedora, tomamos la decisión de convertirnos en la nación emprendedora de mayor impacto social de la historia. Es un relato y, con la estrategia, ahora también es un plan, que incluye hasta 50 medidas.
- Ese relato de país de futuro engarza con una de esas medidas: la creación de una marca ‘España Nación Emprendedora’. ¿En qué va a consistir?
Creemos que es muy importante, como ocurre en muchos otros países, que tengamos un identificativo que nos permita contarle al mundo todo lo que estamos haciendo ya y que nos permita contarles a los actores, tanto dentro de España como fuera, qué es lo que queremos hacer.
Una marca que ayude a posicionar a España en el mapa global del emprendimiento innovador y que haga que nuestro país se convierta en una referencia para que vengan emprendedores y emprendedoras, inversores y también profesionales de todo tipo a trabajar en esta economía del emprendimiento innovador.
- Francia, Alemania o Reino Unido anunciaron el año pasado paquetes de inversión multimillonarios para ayudar a sus ecosistemas nacionales de startups. ¿Puede España competir contra eso?
España tiene unas características propias. Hay países que tiene mayor fortaleza financiera y pueden poner más dinero sobre la mesa.
No todo son ayudas financieras o incentivos fiscales sino que, precisamente, lo que hemos hecho al articular la estrategia España Nación Emprendedora es poner a trabajar todo lo que ya tenemos, orientarlo y, en ocasiones, invertir o inyectar dinero para impulsar cuestiones estratégicas.
Quiero poner de manifiesto que España también tomó medidas para dar respuesta al impacto económico que tuvo la Covid-19. Se pusieron en marcha los créditos ICO, a los que frente a la preocupación inicial también pudieron acudir muchas startups y scaleups españolas. Luego se incrementó el Fond-ICO Global en 2.500 millones adicionales para que las rondas de financiación e inversión no se paralizasen. Y se le permitió a ENISA poder renegociar los créditos que tenía otorgados a sus emprendimientos y hasta 600 startups se acogieron a ello.
Hay países que tienen mayor fortaleza financiera y pueden poner más dinero sobre la mesa. Pero no todo son ayudas financieras o incentivos fiscales.
- La estrategia está basada en un esquema donde el ecosistema del emprendimiento innovador enriquece los sectores tractores de la economía. ¿Cómo prevén articular esa conexión entre startups y grandes empresas?
Ahí, una de las principales medidas que planteamos es estimular la innovación abierta. Para los que no lo conozcan, la innovación abierta es la herramienta que tienen algunas grandes empresas para generar constelaciones de emprendimientos innovadores a su alrededor, de los que pueden absorber el producto, el servicio, en los que pueden acabar invirtiendo, a veces pueden acabar comprando la empresa… La gran empresa puede así conseguir una aplicación real de esa innovación a sus propios productos y servicios.
Algunas de las grandes compañías de nuestro país ya lo han puesto en marcha con éxito. Lo que tenemos que hacer es extender eso a todas las grandes organizaciones y descenderlo [extenderlo] a las medianas empresas de nuestro país.
Este es un método de innovación que genera mejoras en producto y servicio, que revierten a su vez en incrementos de productividad y competitividad. Y ése es el gran cambio que queremos ver en las masas productivas, para que si dentro de 10 años volviera a haber una crisis económica, la economía sea más resiliente y no volvamos a ver los ajustes de empleo y masa salarial que se produjeron durante la crisis financiera de 2008.
- ¿Y esa innovación abierta se va a apoyar, desde el Gobierno, específicamente en los diez sectores tractores?
Sí, es una de las medidas. Lo que nos gustaría ver es al sector del emprendimiento innovador acercándose más a los sectores tractores de nuestra economía, para ayudar a solventar sus problemas -de capitalización, de atracción de talento, de internacionalización…-. Y, de esta manera, que los sectores tractores fueran incrementando su competitividad al introducir esta metodología de innovación abierta en sus procesos de crecimiento.
Y en sentido inverso, ¿cómo puede la gran empresa ayudar al sector del emprendimiento innovador? Invirtiendo en la creación o escalado de las startups. También conseguimos generar círculos virtuosos entre grandes empresas y emprendedores luchando conjuntamente por atraer talento al país.
En tercer lugar, qué mejor que escalar a hombros de gigante. Uno de los grandes retos que tiene el emprendimiento innovador en nuestro país es la internacionalización; qué mejor que hacerlo de la mano de grandes empresas que ya son internacionales y que pueden actuar como puerta de entrada en otros mercados para esos emprendimientos innovadores.
En definitiva, son dos sectores que no siempre han trabajado con la mayor colaboración. Si conseguimos esa unión y generamos esos círculos virtuosos, ambos serán enormemente beneficiados.
- Otra de las medidas prioritarias de la estrategia es ‘Renace’, una red para poner en contacto a las incubadoras, aceleradoras y ‘venture builders’ que ya existen. La estimación de su coste es de 64,5 millones de euros en 2021.
Y el presupuesto se multiplica en los primeros años. Es por una cuestión lógica. Es un proyecto que se está empezando a diseñar y a poner en marcha y al principio lo que buscamos es echarlo a rodar: por eso la cantidad el primer año es menor que lo que prevemos para el resto de años.
Por tanto, al principio contaremos con un número limitado de incubadoras, aceleradoras y otros espacios. También empezaremos a explorar la posibilidad de, donde tenga sentido, instaurar un hub vertical, allá donde haya una verdadera demanda. Esto requerirá de un período de aceleración, durante el que tendremos que comprender cómo hacerlo bien.
- Sigue siendo una cantidad muy importante…
Sí, porque tenemos muy bien mapeadas todas las incubadoras y aceleradoras que hay en España, tanto públicas como privadas o de capital mixto, y lo que planteamos es aportar una capa añadida de valor.
Ese valor llega, en primer lugar, por la conexión entre esas incubadoras y aceleradoras, para sacar el máximo rédito y que una persona tenga las mismas oportunidades trabajando en Cáceres que en Barcelona, Madrid o Málaga.
Luego, Renace tiene que ser esa gran marca, tremendamente efectiva desde cualquier rincón del país, bajo la que generar una serie de partenariados público-privados para proveer servicios a todas las empresas radicadas en estos centros.
- Antes ha hecho referencia a la crisis financiera de 2008. En aquella ocasión, el Gobierno socialista de Zapatero también regó con miles de millones al ecosistema emprendedor, a través de los Planes Avanza. ¿Qué le hace confiar en que esta vez va a funcionar?
La gran diferencia es que antes teníamos una Ley de Emprendedores por un lado, anuncios de alfombra roja para los emprendedores, la creación de una ley de segunda oportunidad, planes de digitalización o de extensión de la banda ancha…, y cada uno, de manera individual, tuvo su efecto.
Pero una de las cosas que más se ha venido reclamando a la política es no solamente la capacidad de dar respuesta en el corto plazo, sino de tener visiones a largo plazo. La estrategia España Nación Emprendedora es la respuesta a esa demanda. Es la primera vez en la que tenemos una visión a largo plazo, a 10 años, para construir algo concreto, en el sentido de que tenemos una visión de dónde queremos estar y cuál es el nuevo modelo económico que queremos para el país.
Ese marco es nuevo y aporta la posibilidad de orientar las acciones de todos los ministerios, así como de todas las empresas, las universidades, las fundaciones, los fondos de capital riesgo, las propias empresas innovadoras…, para que entendamos que tenemos una misión común.
Se trata de que ese marco, con las 50 medidas, pueda trascender incluso a un Gobierno y pueda servir de manual de instrucciones para continuar el trabajo, para reducir las descoordinaciones que pueda haber y para trabajar todos en la misma dirección.
- ¿Por qué ha tardado tanto la estrategia en ver la luz? ¿Qué impidió que se presentara durante la legislatura anterior? Larga está siendo también la espera por la Ley de Startups...
Hay que hacer cierta pedagogía de cómo funciona la Administración Pública. Creo que es algo en lo que todos nos tenemos que responsabilizar para poder tener un sistema bien articulado donde todos nos comprendemos qué es la Administración Pública y cómo funciona.
Para empezar, cuando yo estaba en la Secretaría de Estado, decidimos hacer una consulta pública, la primera vez que se hacía en la historia, para elaborar la primera Ley de Startups. Es decir, abrir la puerta para que todos los actores del ecosistema del emprendimiento innovador pudieran hacernos llegar sus demandas.
Ese proceso requiere una serie de tiempos. Luego, las aportaciones deben ser analizadas, algo que de hecho lo hicimos muy rápido y elaboramos el borrador. Para cuando el borrador de la Ley de Startups estaba preparado [año 2019], se inició un proceso electoral. Existen una serie de normas que impiden que se puedan hacer anuncios durante un proceso electoral, junto con el hecho de que el Parlamento pueda estar disuelto, y no tenía ningún tipo de sentido introducir una ley cuando se iba a caer la legislatura.
Después, hubo unas segundas elecciones a finales de año, la legislatura actual no se inició hasta principios del año 2020 y poco después, como todos sabemos, se desató una pandemia mundial.
- A pesar de todo ello, algunas leyes ordinarias e incluso leyes orgánicas sí consiguieron salir adelante.
Seguimos con la pedagogía. Porque la mayor parte de las normas que se han aprobado durante el año 2020 han sido reales decretos de urgente necesidad que luego, como todo el mundo ha podido ver en la televisión, requerían ese proceso de convalidación en el Congreso de los Diputados.
Nosotros creemos, y por eso lo hicimos así desde el principio, que la Ley de Startups es algo importante, que tiene que estar hecho con consenso. Por eso abrimos una consulta pública. Tiene que ser una norma con rango de ley y debe tener la posibilidad de tramitarse en las Cortes, para que todos los grupos parlamentarios y toda la sociedad puedan hacer sus aportaciones.
La Ley de Startups tiene que ser una norma con rango de ley, que se tramite en las Cortes, para que todos los grupos parlamentarios puedan hacer sus aportaciones
Porque lo que queremos hacer es una norma que contemple todos los aspectos necesarios para hacer del sector del emprendimiento innovador el rompehielos de un nuevo modelo económico.
Estamos hablando de hacer una ley que por fin contemple el concepto de ‘emprendimiento innovador’. Una vez que lo tengamos, podremos hacer lo que anunció el presidente del Gobierno: remover barreras, introducir estímulos para la inversión, incentivos fiscales, medidas para poder atraer y retener el talento, y conseguir que el emprendimiento innovador trabaje estrechamente con la Formación Profesional o con las Universidades. La Ley de Startups es algo importante y merece tener el tratamiento de las normas más importantes que ha visto este país.
- ¿Cuándo será una realidad la Ley de Startups?
Como anunció el presidente del Gobierno, irá a Consejo de Ministros en forma de anteproyecto de ley en las próximas semanas.
- Pero ¿previamente va a abrirse una fase de audiencia pública, como estaba previsto, o pasará directamente a Consejo de Ministros?
Lo que anunció el presidente del Gobierno es que, en las próximas semanas, irá a Consejo de Ministros. Y que debería ser, por tanto, en forma de anteproyecto de ley.
- Volviendo a la cuestión de esa búsqueda de consensos, habida cuenta de que la estrategia aspira a perdurar durante 10 años, ¿han compartido ustedes el documento con el resto de fuerzas políticas?
Esa es la fase que viene ahora. Quiero dar las gracias a todas las personas que han venido trabajando en la elaboración de esta estrategia: gente de todo el sector del emprendimiento innovador, de los distintos ministerios… Es el producto del trabajo de muchísima gente.
Ahora, una vez que ya ha sido presentada, es cuando podemos iniciar una siguiente ronda de colaboración con el resto de grupos políticos para presentarles la estrategia, que siempre será un documento dinámico. La estrategia está abierta a ser reformada y actualizada con el paso del tiempo. Es un documento que está vivo y así debe permanecer para que siga siendo útil. Y, efectivamente, parte del trabajo que vamos a realizar de presentación e interlocución va a ser con los diferentes grupos parlamentarios.
- El documento es dinámico, asimismo, en tanto los ministerios son los responsables de concretar, desarrollar y ejecutar las medidas recogidas en la estrategia, muchas de las cuales son muy genéricas…
Claro. La estrategia España Nación Emprendedora, no hay que olvidarlo, está elaborada por el Alto Comisionado, un órgano que está en la Presidencia del Gobierno y que no es un órgano de ejecución.
Aquí también hay que hacer pedagogía. No somos un ministerio. No tenemos un presupuesto al uso como un ministerio con miles de millones para la ejecución de políticas. Es un órgano pequeño, potente, con capacidad de trabajar en la elaboración de estas visiones. Y tiene la singularidad, también por primera vez en la historia de este país, al estar en la Presidencia del Gobierno, de poder colaborar con todos los ministerios para conseguir trabajar todos juntos en la consecución de esta misión de país.
Eso nos lleva, en consecuencia, a que la estrategia lo que haga es sobre todo apuntar líneas en una dirección concreta, ordenadas. Luego serán los ministerios los que tienen que ejecutar las medidas, pero la dirección ya está marcada en cada una de ellas.
Un ejemplo son las stock options. Sabemos que es una herramienta que en el pasado generó mucha polémica en España, por un uso que no fue observado como el mejor de los posibles, mientras que en Francia, Alemania o Reino Unido se usa como una herramienta para la atracción y retención del talento. Nosotros necesitamos dotarnos de herramientas para la atracción y retención del talento esquivando o evitando, en una nueva regulación, que puedan convertirse en una herramienta de especulación. Este tipo de dirección está apuntado claramente en la estrategia. Luego, la articulación concreta de las stock options en una ley o, incluso, el tratamiento fiscal que deben tener son responsabilidad de los ministerios concernidos.
La articulación concreta de las 'stock options' en una ley o, incluso, el tratamiento fiscal que deben tener son responsabilidad de los ministerios concernidos
- Por tanto, más que medidas, lo que recoge la estrategia son recomendaciones.
Sí, son recomendaciones de medidas. Unas medidas que los ministerios se han comprometido a llevar a cabo durante todo este tiempo. Y, sobre todo, son recomendaciones de trabajo a largo plazo, para elaborar durante los próximos 10 años.
Vuelvo a lo que decía. Es que por primera vez tenemos un plan a 10 años para dar respuesta a los retos de futuro. Porque estamos trabajando no solo en medidas concretas para el sector del emprendimiento innovador o en cómo se generan estos círculos virtuosos entre éste y los proyectos tractores. El objetivo último de esta estrategia es transformar las bases productivas de este país para que las crisis económicas en nuestro país no sean sinónimo de sufrimiento y que tengamos la fortaleza que tienen otros países, gracias a que cuentan con unas bases productivas distintas. Nosotros aspiramos a tener un país mejor y ése es el objetivo de la estrategia España Nación Emprendedora.
- Pregunta obligada, dadas las fechas. Si el PSC acabara ocupando un hueco en el nuevo Govern y le ofrecieran un puesto, ¿aceptaría?
Yo estoy encantado como Alto Comisionado de España Nación Emprendedora porque lo que me trajo a la política es poder ayudar a transformar este país. Evidentemente es algo que lleva su tiempo. Empezamos mostrando lo que queremos hacer, que es la Estrategia España Nación Emprendedora, y ahora viene una fase de trabajo en mi opinión tremendamente apasionante, que es el trabajo con los diferentes ministerios, con el ecosistema y con todos los actores que forman parte de esta estrategia para empezar a ponerla en marcha.
- Y con las distintas fuerzas políticas…
También, sin duda.
- Por último, ¿qué opina sobre la polémica abierta en torno a la ‘Ley Trans’? ¿En cuál de los dos bandos se posiciona?
Me alegro de que me hagas esa pregunta. Tenemos que ser capaces de ver lo que ocurre en España, este debate no es una excepción, y es la cuestión de la polarización. Tenemos que ser capaces de trascender esas posiciones desde las esquinas y caminar hacia posiciones de encuentro, de diálogo, de construcción. Porque solamente desde esos espacios es cuando consigues tener a una sociedad cohesionada, con grandes acuerdos de país y que es capaz de avanzar.
Creo que es necesaria una mayor capacidad de permeabilización, de discusión, de debate sosegado para poder avanzar en cuestiones de este tipo como en cualquier otra cuestión que pueda ser o parecer polémica. Esa siempre había sido la capacidad de la política y la tenemos que recuperar.
En esta cuestión en concreto, estamos hablando de derechos fundamentales, que van a afectar a la vida de las personas y que no pueden estar aprobados un día y que al día siguiente, cuando sean recurridos, puedan verse tumbados porque no contaron con una buena articulación jurídica.
En el Partido Socialista somos conscientes de que cuando hablamos de avanzar en derechos, tienen que ser sólidos y permanentes, y para eso deben estar bien articulados, también jurídicamente. Por tanto, tenemos que hacer un trabajo en el que quien tiene preocupaciones por la articulación jurídica de nuevos derechos sea también comprendida por el resto de grupos.
*** La autora perteneció al Gabinete de Francisco Polo durante su etapa como Secretario de Estado para el Avance Digital (julio 2018-enero 2020).