Ahora, cuatro años después, la Cámara de Comercio de España ha publicado un estudio en el que analiza los efectos que tuvo este proceso en el tejido productivo nacional, así como la situación actual de las firmas españolas respecto a la modernización de su operativa. 

Así, una de las primeras conclusiones de este informe es que la mitad de las compañías encuestadas (el 50,7%) considera que su nivel de digitalización ha mejorado respecto a los niveles previos a la crisis sanitaria; frente a un 47,8% que cree que se ha mantenido igual y apenas un 1,5% que piensa que ha empeorado. 

Actualmente, una gran mayoría de las compañías de este país (un 84,4%) afirma que tiene un nivel de digitalización "medio o alto". Esta percepción viene respaldada por las inversiones que hacen en este campo, en el que reina la compra de ordenadores (64%); seguida del despliegue del uso de Internet para transacciones (63,8%), donde se incluyen la venta o compra online o la formación; y de la seguridad y la privacidad digital (62,1%). 

También, destacan otros como la conectividad o el equipamiento de tecnología móvil con conexión a Internet, con el 60,4% y el 55%, respectivamente. 

No obstante, a futuro, el destino de las inversiones por parte de las empresas españolas en el ámbito de la digitalización varía un poco, ya que casi el 80% de las encuestadas señala que es "probable o muy probable" que destine sus recursos al refuerzo de su página web con el objetivo de gestionar su información e impulsar la promoción. 

El informe elaborado por la Cámara de Comercio de España también aborda los beneficios que han obtenido las firmas españolas a la hora de afrontar este proceso de digitalización, entre los que destacan el fortalecimiento de su imagen de marca, así como su reputación y transparencia. Junto a ella, aparecen la mejora de su relación con los clientes y otras firmas y el impulso a la innovación y a la productividad. 

En este camino, el estudio se detiene particularmente en la formación, un aspecto al que las compañías conceden particular importancia, especialmente en áreas como las soluciones de gestión empresarial, la ciberseguridad, la presencia online (donde entra el marketing digital o el análisis web) o la innovación tecnológica. 

Retos y obstáculos 

No obstante, a pesar de los buenos resultados de las empresas españolas en materia de digitalización, casi la mitad, un 40,3% de las consultadas, no tiene previsto invertir en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los próximos meses debido a las trabas que se enfrentan cuando abordan este proceso, entre las que destacan las relativas al entorno, los factores internos o la Administración. 

Respecto a las primeras, un 29,1% de las empresas encuestadas distinguen el nivel de conocimiento de los clientes como el mayor obstáculo; seguido del coste (27,1%) o el nivel de conocimiento digital de los proveedores (19,4%). 

Mientras, en los desafíos internos, un 42,8% de las compañías mencionan la falta de tiempo para dedicar a tareas relacionadas con la digitalización como una de las principales barreras, a lo que se suma la falta de recursos financieros (26,1%) y la dificultad para encontrar el personal adecuado (13,2%). 

Por último, la relación con la Administración sigue siendo uno de los grandes retos a los que se enfrentan las firmas españolas en su proceso de digitalización, tanto en aspectos relacionados con la interacción con diferentes organismos como con la tramitación de diversos documentos. Así, el 52,2% de las empresas encuestadas consideran que la burocracia existente en la colaboración público-privada es un obstáculo para la transformación de la misma. 

Junto a ella, mencionan otras áreas como la ausencia de incentivos públicos para la digitalización (25,6%), la existencia de una Administración digital incompleta (20,4%) o la insuficiente dotación de infraestructuras (9,2%).