Los sistemas satelitales son infraestructuras críticas capaces de recopilar y transmitir datos que, posteriormente, son utilizados en la Tierra para muchos servicios que empleamos a diario, como las telecomunicaciones o la información sobre el clima, entre otros.
Hasta el momento, la industria espacial ha dedicado la mayoría de sus esfuerzos a que esos satélites funcionen correctamente restando prioridad, admite la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), a las cuestiones relacionadas con la ciberseguridad.
Ahora que los satélites, impulsados por las oportunidades del new space, son cada vez más pequeños, la ESA se ha propuesto concienciar sobre las vulnerabilidades y las amenazas a las que están expuestos ante posible ciberataques.
Su plan: hackear un satélite en directo para ayudar a los ingenieros espaciales a darse cuenta de que las probabilidades de que eso ocurra son más altas de lo que creen.
“Pedimos a la gente que haga, en un entorno controlado, exactamente lo que no queremos que suceda en la vida real”, afirma el máximo responsable de OPS- SAT, el laboratorio espacial en el que se va a llevar a cabo el experimento.
Los ataques propuestos tendrán como objetivo trastornar o interrumpir, en seis minutos, los servicios a bordo para poner en peligro la integridad, confidencialidad y disponibilidad de los datos recopilados.
La invitación para recibir ideas estará abierta hasta el próximo 18 de febrero. Las demostraciones tendrán lugar en París durante la celebración en abril de CYSAT, evento dedicado a la ciberseguridad en la industria espacial.
El laboratorio de pruebas
OPS-SAT tiene el tamaño aproximado de una caja de zapatos. Lanzado el 18 de diciembre de 2019, vuela a una altitud de 515 kilómetros. Su objetivo es servir como un ‘laboratorio volador’ con el único objetivo de probar y validar nuevas técnicas en el control de misiones y sistemas satelitales a bordo.
Más de 100 empresas e instituciones de 17 países europeos han registrado ya propuestas experimentales en OPS-SAT. El satélite se opera desde Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC, por sus siglas en inglés) en Darmstadt, (Alemania) y se comunica con el control de la misión a través de una red de estaciones terrestres repartidas por todo el mundo.
Con una computadora de vuelo diez veces más poderosa que cualquier nave espacial actual de la ESA, OPS-SAT ya ha albergado experimentos en vuelo que van desde inteligencia artificial, aprendizaje profundo y transacciones financieras hasta transmisión de datos, compresión de datos y automatización a bordo.
“La robustez incorporada de OPS-SAT lo convierte en la plataforma de vuelo perfecta para que los piratas informáticos éticos demuestren sus habilidades en un entorno seguro y realista”, explica Evans.
“Esta es una gran oportunidad para interactuar y aprender de las mejores mentes en ciberseguridad de toda Europa, al poder utilizar una plataforma desarrollada específicamente para aprender y mejorar nuestras misiones actuales y futuras”.