La pobreza y el bienestar bien valen un Nobel de Economía
El profesor Angus Deaton gana el Premio por sus investigaciones sobre el consumo y sus implicaciones para analizar la felicidad
12 octubre, 2015 14:23Noticias relacionadas
“Sería imposible entender la estructura del consumo sin las investigaciones del profesor Angus Deaton”. Estas han sido las palabras de los representantes del banco central de Suecia, el Riskbank, al presentar al ganador del Premio Nobel de Ciencias Económicas de 2015, el escocés y catedrático de la Universidad de Princenton, Angus Deaton (Edimburgo, 1945). La entidad ha querido premiar así los análisis sobre el consumo, la pobreza y el bienestar que ha elaborado el profesor de la Universidad de Princenton.
Todo un guiño de Suecia hacia uno de los debates más calientes que se están produciendo en el mundo académico sobre la distribución de la renta. “Es algo muy peligroso, hay mucha gente que vive por debajo de la línea de la pobreza y es algo tremendo”, ha explicado Deaton esta mañana, durante la gala de anuncio del Nobel.
Para el Riskbank, las aportaciones del profesor Deaton se centran "en el diseño de sistemas de demanda que enlazan el consumo con los niveles de ingresos y midiendo los niveles de pobreza en los distintos países". El profesor escocés se ha recorrido medio mundo investigando las pautas de consumo y los efectos de las rentas muy bajas en algunas regiones, con especial énfasis en India.
Las contribuciones de Deaton ayudaron a comprender el proceso de toma de decisión de los consumidores en función de su nivel de renta. Unas aportaciones que han servido “para diseñar políticas económicas que promuevan el bienestar y reduzcan la pobreza, primero debemos entender las decisiones individuales de consumo”, explicó la Academia. El profesor escocés consigue, con sus estudios, vincular el proceso por el cual las personas realizan sus compras (o ahorran) en función de la renta agregada de su grupo social, lo que “ayudó a transformar los campos de la microeconomía, macroeconomía y el desarrollo”.
Deaton propone dar una vuelta al indicador principal que se ha utilizado a lo largo de la historia para medir el nivel de riqueza: el de la renta per cápita. El profesor de la Universidad de Princenton introduce el estudio del consumo per cápita para conseguir un análisis más completo. Este análisis gira en torno a tres pilares: salud, riqueza y bienestar, los que estudia teniendo en cuenta indicadores diferentes a los que se han usado tradicionalmente, como puede ser el PIB. En su opinión, las encuestas son un método más fiable para medir la pobreza de una sociedad que indicadores como el crecimiento de la producción, ventas de automóviles o consumo de energía (cifras que se emplean habitualmente).
Pero el investigador va más lejos y apunta que el crecimiento de la renta no genera necesariamente un avance proporcional del nivel de bienestar. A partir de un cierto nivel de ingresos, cada aumento no contribuye a elevar la felicidad. En 2008 y 2009 estudió este escenario en EEUU con Daniel Kahneman (psicólogo que ganó el Nobel de Economía en 2002) a través de casi medio millón de encuestas y llegaron a la conclusión que los 75.000 dólares son el techo a partir del cual, el crecimiento de la renta no eleva el bienestar.
Es la segunda vez que un escocés es laureado con el Premio Nobel de Ciencias Económicas y la primera vez que lo recibe en solitario. En 1996, James Mirrlees consiguió este premio junto al canadiense William Vickrey. Deaton fue galardonado con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Economía y Finanzas en el año 2011.