23 de octubre de 2015, fecha para la historia. Un leonés, creador del mayor grupo textil del mundo en la pequeña localidad de Arteixo, una población de apenas 30.000 habitantes a 13 kilómetros de A Coruña, es la persona más rica del mundo. Lo es desde esta misma mañana, hora española, después de superar a Bill Gates, cofundador de Microsoft y tradicional líder de la lista de mayores fortunas del planeta que publica Forbes. Es la primera vez que sucede que un español se suba a lo más alto de este exclusivo club, como avanzó El ESPAÑOL la semana pasada.
Para conocer cómo se estructura la fortuna de Ortega hay que partir de Inditex. És el fundador y principal accionista del grupo de distribución textil dueño de Zara y otras marcas como Massimo Dutti o Bershka. Lo controla a través de dos sociedades Gartler y Partler. La primera posee el 50,01% de las acciones y otro 9,28% lo gestiona a través de la segunda. El resto de su dinero, además de la liquidez bancaria, está invertido en ‘ladrillo’ y supone alrededor del 10% de su fortuna. Su cartera inmobiliaria se ha convertido en una de las más activas desde la crisis de 2008.
Ortega, según Pablo Isla
Mucho se ha hablado sobre el origen de la compañía. De cómo se puede crear un imperio textil desde un pequeño local. “La primera empresa que creó Amancio Ortega fue en 1963. Ahora están muy de moda los garajes, pues también se creó en un garaje”, explicó Pablo Isla hace unas semanas en una conferencia en A Coruña de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE).
Se trata de la textil GOA (sus iniciales al revés) donde, se dice, confeccionaba batas y albornoces. No fue hasta 1975 cuando dio el salto a la capital coruñesa con su primera tienda Zara. “Siempre tuvo en mente tener contacto con el cliente”, indicó Isla. Catorce años después, ya estaba en París y Nueva York.
Ortega ya no preside Inditex. Cedió el testigo en julio de 2011 a Pablo Isla. Él tenía 75 años, Isla, 47. No fue, ni mucho menos, una sorpresa, el directivo era su delfín desde 2005, cuando llegó a la compañía gallega procedente de la tabacalera Altadis en sustitución de José María Castellano. Sólo han pasado diez años, pero Isla es hoy quien marca las líneas del grupo, pese a que Ortega sigue dentro. Mantiene su puesto en el consejo de administración.
La máquina de hacer dinero Inditex
La dimensión de la fortuna de Amancio es fiel reflejo del gigante empresarial que ha nutrido su cartera desde hace cuatro décadas. Hoy vende a un ritmo vertiginoso: más de 600 euros por segundo a través de sus 7.000 comercios físicos. En total, supera los 19.000 millones en ventas y 2.700 millones en beneficios.
Si se echa la vista un poco más atrás los guarismos y multiplicaciones de sus principales números son todavía más impresionantes. Desde 1996 sus beneficios se multiplicado por 37 veces, por 18 sus ventas y por más de 12 su número de establecimientos. La rentabilidad de cada una de ellas ha crecido casi un 50% en estas dos décadas, hasta 2,7 millones de euros anuales.
Que Inditex vaya bien tiene un claro beneficio para Ortega: el dividendo. Es una de las obsesiones del grupo, a la que destina buena parte de su beneficio. Con cargo al pasado ejercicio, la retribución fue de 0,52 euros por acción. Gracias a los 1.848 millones de acciones de Inditex que posee, el leonés se embolsó 951 millones de euros.
Un año antes, con cargo a los beneficios de 2013, se apuntó más de 894 millones. Y así sucesivamente. En los últimos cinco años, su retribución vía dividendo le ha reportado casi 4.000 millones de euros. Una suma que, de rebote, beneficia a su imperio inmobiliario.
Éste lo gestiona mediante el holding Pontegadea Inversiones, del que no sólo penden las dos sociedades con las que domina Inditex (Gartler y Partler) también las distintas sociedades inmobiliarias que tiene repartidas por medio mundo (España, Estados Unidos, Canadá, México, Francia, Reino Unido, Italia y Luxemburgo). El pasado año, Pontegadea Inversiones tuvo unos ingresos de 18.362 millones de euros y un beneficio de 2.560 millones.
En España, la sociedad Inmobiliaria Pontegadea (comparte nombre con el holding) es un gigante con activos valorados en 5.593 millones de euros. Genera un beneficio de 182 millones por alquilar sus edificios. Un beneficio que le sirve para engordar el negocio, ya que Ortega lo destina a la compra de nuevos inmuebles.