Atrás quedó el discurso del impago de la deuda ilegítima. Muy atrás. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, con Manuela Carmena al frente, hace tiempo que no pone en duda que vaya a atender el abono de los plazos que van venciendo del endeudamiento que aún arrastra la ciudad, procedente de las legislaturas de Alberto Ruiz Gallardón. Los presupuestos planteados para 2016, dados a conocer esta semana, son una nueva prueba de ese realismo que ha invadido a los concejales de Ahora Madrid.

En el próximo ejercicio, la capital abonará 558 millones de euros de deuda, lo que dejará un saldo aún de 4.208 millones a final de año. Hay que sumar los 159,2 millones que se pagarán en intereses. Entre ambas partidas suponen un 14% del presupuesto total (frente al 21% que supuso en 2015 el pago de deuda e intereses).

A lo que no está dispuesto el Ayuntamiento, según los concejales de Ahora Madrid, es a destinar a pagos anticipados de la deuda el superávit que se logre a final de año. El equipo de Ana Botella, ex alcaldesa de la capital, dejó firmado que 366 millones que se iban a lograr de superávit este año se destinasen a pagar deuda de forma anticipada.