WhatsApp anuncia que retira el coste por descargar su app de mensajería instantánea que impuso en marzo de 2013 en medio de una gran polémica, obligando a los nuevos usuarios a pagar casi un dólar anual a partir del primer año y que suponía su principal fuente de ingresos. "A medida que hemos crecido nos hemos dado cuenta que este enfoque no ha funcionado bien", afirma la compañía en un post en su blog oficial.
"Muchos usuarios de WhatsApp no tienen tarjeta de crédito o de débito y les preocupa perder el acceso a los contactos de su familia y amigos pasado el primer año. Asi que en las próximas semanas retiraremos los costes de las diferentes versiones de la app y WhatsApp no volverá a cobrarte por el servicio".
Los usuarios que lleven disfrutando de la app desde el comienzo, hace seis años, probablemente nunca hayan pagado por el servicio de todas formas. Según Recode, a quienes hayan tenido que pagar las tasas estos últimos años no se les devolverá el dinero, pero los cobros cesarán inmediatamente.
WhatsApp también ha confirmado que no introducirá anuncios de terceras partes y que mantiene su espíritu fundacional, cuando en 2012 declararon que "en el momento en el que involucras a la publicidad, el producto es el usuario".
Whatsapp, un negocio aún por explotar
Mark Zuckerberg dio un puñetazo en el tablero tecnológico hace ahora casi dos años. Sacaba la chequera y ofrecía 19.000 millones de dólares para comprar WhatsApp. Un movimiento defensivo con el que hacerse aún más fuerte en el móvil (un par de años antes había desembolsado 1.000 millones para adquirir Instagram). Unos meses después, y tras la autorización regulatoria en Europa, la factura final se elevó a 21.800 millones, debido a la revalorización de las acciones de la red social en esos meses de impasse (menos de una cuarta parte se pagó en efectivo y el resto en acciones).
En aquel momento, WhatsApp contaba con 450 millones de usuarios en todo el mundo y cada uno de ellos era valorado en 42 dólares. Hoy cuenta con más del doble. Pero tanto en aquel momento como en la actualidad, la compañía no tiene aún un modelo claro de negocio. Hasta ahora, la suscripción anual era la única vía de ingresos.
Ese modelo generó una facturación muy escasa. En 2013, la compañía apenas había logrado 10 millones de dólares de ingresos (con unas pérdidas netas de 138 millones). Durante el primer semestre del año 2014, donde se formalizó la venta a Facebook, la cifra ascendió a 15 millones. ¿Y el balance? Los números rojos eran muy altos: en esos primeros seis meses de 2014 las pérdidas ascendieron a 230 millones.
Ante las dudas sobre cómo Facebook va a rentabilizar esta masiva plataforma de comunicación en el móvil, la empresa ha planteado en un artículo en su propio blog que en este año se han probado herramientas para que los usuarios puedan comunicarse con negocios y organizaciones. Es curioso porque es algo muy similar a lo que la red social fundada por Zuckerberg quería hacer con Facebook Messenger.