Su pájaro es azul, pero lleva semanas tiñiéndose de rojo día tras día. Twitter cuenta las jornadas por pérdidas en bolsa. Sigue marcando sus mínimos casi jornada tras jornada. En lo que va del mes de enero acumula un desplome de casi el 20%. Su valor hoy en bolsa está ligeramente por debajo de los 13.000 millones de dólares, 8.000 menos de lo que pagó Facebook por Whatsapp hace año y medio. ¿Es mucho? Sólo Google, uno de sus futuribles compradores, tiene seis veces más dinero en efectivo.
Los inversores continúan castigando a la red social en el parqué. Su falta de crecimiento en usuarios y su dificultad para hacer rentable su negocio basado principalmente en la publicidad no dejan de pesar. Por si no fuera suficiente el duro comienzo de año, este miércoles el golpe lo dio un analista de Morgan Stanley, uno de los bancos que organizó su estreno bursátil y el mayor accionista con casi el 6,5% de la empresa.
Desde octubre no actualizaba su revisión de la compañía. Y lo hizo para rebajar aún más sus previsiones y su precio objetivo a 18 dólares (en abril lo fijaba en 43). El menor tiempo dedicado por cada usuario a la plataforma -un 20% menos respecto al año anterior- es uno de los signos negativos señalados.
La conclusión: el rojo regresó. Y la acción llegó a cotizar por debajo de la barrera de los 19 dólares, lo que coloca su valoración bursátil en 13.000 millones de dólares, muy lejos de los 280.000 millones de Facebook, la red social fundada por Mark Zuckerberg.
Para contextualizar, ese valor es un 40% inferior a la factura de 21.800 millones que pagó Zuckerberg para hacerse con la aplicación de mensajería Whatsapp. En aquel momento, la compañía fundada por Jack Dorsey, Evan Williams y Biz Stone valía en bolsa 31.000 millones (más del doble que hoy).
Una compra ‘asequible’
Se habla de miles de millones de dólares. Pese a que se trata de ‘gigantes’, bien es cierto que hoy el tamaño de Twitter es muy inferior a sus competidores. En su décimo aniversario, su precio actual (sin contar con la prima que la compra de toda cotizada tiene para los inversores) sería cubierto por todas las grandes compañías tecnológicas sólo utilizando el dinero en efectivo de sus balances.
Amazon gastaría prácticamente todo lo que tenía en la caja a finales de septiembre (14.400 millones). Sin embargo, Apple necesitaría una parte mínima de los más de 200.000 millones que atesora. Google, por su parte, podría comprar hasta 'seis Twitter', mientras que Microsoft, hasta siete.
Pese a que, a simple vista, pueda representar un ‘precio’ bajo, se trata de una valoración alta si se compara con las ganancias de la empresa. La ratio que compara esa capitalización con los beneficios para los doce próximos meses es la más elevada si se le compara con el resto de competidores. En total 53,9 veces, cuando Facebook se sitúa en 45 o Google en 24,8.
¿Potenciales compradores?
Ya a mediados del pasado año los ‘cantos de sirena’ de una potencial venta de la compañía a un gigante tecnológico se intensificaron. Google ha sido, sin duda, uno de los compradores más señalados. Tanto por la relación entre ambos (tienen varios acuerdos firmados para la gestión de la publicidad y la inclusión de tuits en las búsquedas) como por las sinergias que implicarían una operación así.
Si se analizan las grandes compras de la empresa del buscador, ésta sería, a priori, su adquisición más cara junto con la del fabricante de dispositivos móviles Motorola en 2011 que estuvo valorada en más de 12.500 millones de dólares. La última más destacada fue la Nest Labs –la tecnológica de automatización en el hogar- por 3.200 millones.
Pero no sólo el buscador podría adquirirla. Para uno de los inversores iniciales de Twitter, Chris Sacca, no sería la única, aunque quizás la que mejor encaje tendría. También sería lógico, según aclaraba hace unos meses, para otras como Microsoft (su cofundador, Steve Ballmer, es el quinto inversor con el 3,96%), la china Alibaba o Facebook.
La red social de Zuckerberg intentó comprar hasta en dos ocasiones a su competidor, según reveló el periodista Nick Bilton en su libro Hatching Twitter. En su caso, el esfuerzo sería muy significativo pues el efectivo con el que cuenta está entre los más bajos de los titanes tecnológicos, al estar por debajo de los 16.000 millones.
¿Por qué no ‘pía’?
Más allá de potenciales ventas, ¿cuáles son los problemas reales de Twitter? ¿Por qué sigue sin contar con el beneplácito de los inversores? Se puede resumir en una palabra: crecimiento. Tanto en usuarios (y hacerlos rentables) como en ingresos y negocio.
El tercer trimestre de 2014, el último en el que hay datos, reflejó claramente la desaceleración en la velocidad de incorporación de nuevos usuarios a la plataforma. Apenas sumó 4 millones hasta alcanzar los 304. Es algo que los analistas han destacado como clave. No en vano, como resalta el equipo de análisis del banco de inversión Nomura en su último informe sobre Twitter de octubre, el ingreso publicitario por usuario ha ido reduciendo su crecimiento.
Ante estas heridas, la compañía ha tratado de poner paños calientes. Recientemente se lanzó la sección Twitter Moments, con la que el equipo de la red social compila el mejor contenido del día publicado en la plataforma. También se ha especulado con el levantamiento del límite actual de 160 caracteres y colocarlo en los 10.000, algo desmentido por el propio Dorsey.
En el terreno del vídeo, donde todos los expertos colocan el ‘tesoro’ publicitario para los próximos años, Twitter aún tiene mucho por hacer. No sólo están Facebook y Google (Youtube) como grandes competidores, sino también otros nuevos actores como la aplicación de mensajería Snapchat cuya apuesta por la publicidad en este formato podría consolidarlo como tercera pieza en el tablero. La última respuesta en este sentido: integrar la reproducción de las retransmisiones en directo en su herramienta Periscope dentro de su plataforma. El objetivo: rentabilizarlo en tiempo de permanencia allí.
En el terreno económico, el crecimiento de los ingresos, aunque menos acelerado, se mantiene. En el último trimestre los ingresos subieron un 58% respecto al año anterior hasta los 569 millones de dólares. Sin embargo no fueron suficientes para enjugar las pérdidas de 131 millones de dólares, ante un fuerte crecimiento de los costes en I+D y ventas y marketing.
Para pisar más el acelerador en el lado de los ingresos, la compañía ha implantado, en países como Estados Unidos o Reino Unido, mensajes patrocinados para usuarios no registrados en la plataforma. Cifran en más de 500 millones las personas que consumen sus contenidos de esta forma.
Jack Dorsey fue confirmado en el cargo como consejero delegado el pasado mes de octubre. Ha cumplido cuatro meses desde su llegada, que la inauguró con un paquete de despidos para el 8% de su plantilla. En este tiempo ha tratado de poner en marcha iniciativas con las que rentabilizar y mejorar su producto. Muchas de estas medidas necesitarán de tiempo. Aunque, parece que los inversores no están dispuestos a otorgar mucho más.