Llegaron las rebajas. Las fuertes pérdidas de Repsol, generadas por las provisiones ante el desplome de precios del crudo, han tenido una nueva consecuencia: la tijera en el dividendo que entregará a sus accionistas. La compañía se ha visto obligada a recortar un 40% su segundo dividendo, desde 0,5 hasta los 0,3 euros por acción. Este pago se suma a los 0,5 céntimos a cuenta ya cobrados el pasado mes de enero, de manera que el dividendo total pasaría de 1 euro a 0,8 euros. ¿La consecuencia? El desembolso total pasa de 1.420 millones de 2014 a 1.136 millones.
En concreto, el ejercicio de 2015, muy marcado por el ‘crash’ en el precio del petróleo, la empresa cerró con unas pérdidas de 1.227 millones de euros, después de aprobar unas provisiones extraordinarias por valor de 2.957 millones de euros. La consecuencia es el recorte del 40% en el próximo pago de dividendo. Sus dos principales accionistas se verán seriamente afectados por ello. Caixabank, con un 12,1% en la petrolera, ingresará 137 millones de euros desde los 171 de 2014. Sacyr, que cuenta con el 8,5% de las acciones, recibirá 96 millones frente a los 120 del año anterior.
Más desinversiones
En su plan de desinversiones para deshacerse de activos no estratégicos, la compañía ha vendido al grupo chino SDIC Power el negocio eólico marino de Reino Unido. En total ha recibido 238 millones de euros, lo que permitirá ingresar unas plusvalías netas de 109 millones.
La venta incluye el proyecto de Inch Cape (100%) y la participación con la que Repsol contaba en el proyecto Beatrice (25%), ambos ubicados en la costa este de Escocia. Con este acuerdo, Repsol suma en los últimos cinco meses desinversiones por valor de más de 2.500 millones de euros. Y este no es el final. Según la compañía, la flexibilidad y fortaleza de su cartera de negocios le permitirá obtener 6.200 millones de euros por más desinversiones hasta el año 2020.
Además, Repsol profundizará en su recorte a la inversión prevista. Reducirá en 1.800 millones de euros adicionales el desembolso para los años 2016-2017, con lo que se situará por debajo de 4.000 millones de euros en 2016 y en una cifra similar en 2017. Esta reducción representa un 20% adicional respecto a lo comprometido en su plan estratégico.
Remuneraciones de la cúpula
Con todo, este año 2015 ha habido un reparto de salarios diferente entre los dos principales directivos de la compañía. El presidente, Antonio Brufau, recibió un sueldo de 2,94 millones de euros el pasado año, casi un 23% inferior al año anterior. En cambio, el consejero delegado, Josu Jon Imaz, que se convirtió en el principal ejecutivo en abril, ganó 2,9 millones, un 43,7% más. En total, el consejo de administración de la petrolera recibió una remuneración de 12,6 millones de euros, prácticamente la misma cifra del pasado año (un 0,2% de incremento).
Agujero por el precio del crudo
¿Cuál fue el balance del año 2015? El guión se acabó cumpliendo: 1.227 millones de euros, debido a la reserva de 2.957 millones de euros ante el desplome de los precios del crudo. Un contexto, según explica, “muy deprimido”. Además, el efecto de valorar las existencias a MIFO (criterio contable de valoración de inventarios a coste medio ponderado) ha tenido un impacto negativo a lo largo del año de 459 millones de euros.
Si se excluyen todas estas cifras, la empresa cerró el año con un beneficio neto ajustado de 1.860 millones de euros. Se trata de un 9% más respecto a los 1.707 millones obtenidos en el ejercicio anterior. El resultado bruto de explotación (Ebitda) calculado en base a la valoración de los inventarios a coste de reposición (CCS) alcanzó los 5.013 millones de euros, lo que supone un incremento del 6% respecto al obtenido en el ejercicio 2014.