Son muchos recursos, pero fragmentados y diluidos entre los distintos miembros de la Unión Europea (UE). La mayor economía del planeta -por la suma de los países socios- tiene, sin embargo, un presupuesto en Defensa o Seguridad Interior mucho menor. La actual crisis terrorista ha reabierto el debate sobre si son necesarios mayores recursos comunes en la UE para responder a las nuevas amenazas. Los atentados en Bruselas han puesto de relieve la necesidad de una respuesta coordinada.
Los 28 países europeos destinan el 1,8% del PIB conjunto (250.200 millones de euros) a su Seguridad Interior, que incluye la lucha contra el terrorismo, inteligencia, policía o prisiones. La cifra contrasta con los 320.000 millones de anuales destinados a ese abanico de actividades en EEUU. Es decir, los europeos gastan un 22% menos. Sólo en el presupuesto de las 16 agencias de espionaje e inteligencia, la Administración Obama destinó 52.600 millones de dólares en 2013, según publicó The Washington Post.
En términos de Defensa -que incluye al ejército y las misiones en el exterior-, el gasto de los 28 socios de la UE asciende al 1,3% del PIB de 2014, o unos 180.000 millones de euros. EEUU, por su parte, destinó un 150% más en ese mismo año y hasta cuatro veces más hasta 2013, debido a la mayor presencia que tenía en las guerras de Irak y Afganistán.
La unión deshace la fuerza
Según datos del Parlamento europeo, las instituciones europeas apenas manejan una dotación de 2.200 millones de forma directa -y sin contar con los presupuestos nacionales- para el destino de ‘seguridad interior’, según un informe del servicio de estudios del Parlamento europeo. Cuantitativamente, Europol -la agencia de coordinación policial europea- señala que hasta 2013 se produjo un descenso de actos terroristas en Europa.
De los 152 incidentes contabilizados así en 2013 en los cinco mayores países europeos, un 12% menos que en 2011. Sin embargo, el número de detenciones creció en ese periodo un 10% más, hasta las 585 personas. La Europol tiene entre sus misiones desde 1999 la lucha contra el terrorismo, si bien, su presupuesto de apenas 64 millones anuales deja a la luz su falta de recursos y su rol como mero coordinador de las policías europeas.
La quinta ola antiterrorista, a golpe de atentado
Según el informe del Parlamento europeo sobre la cuestión, “Europa ha tenido cuatro olas en el desarrollo de la lucha contra el terrorismo” y todas ellas tras un atentado terrorista. Primero, tras el 11S de 2001, cuando se pone en marcha el primer plan de acción en la UE sobre la cuestión. Segundo, después del 11M de 2004 en Madrid, se nombra al primer coordinador de la UE de la lucha contra el terrorismo. Tercero, tras las bombas del 7J (2005) en Londres, los países europeos plantean una estrategia común de los países de la UE; y cuarto, la masacre en el semanario Charlie Hebdo (enero de 2015) marca el desarrollo de una nueva etapa de las autoridades comunitarias para combatir estas amenazas.
Todavía no consta en ningún documento oficial, pero el Viejo Continente ya encuentra en la quinta ola desde los atentados del 13N de París. El gasto en Seguridad ha crecido de forma sustancial en Europa y, especialmente, en Francia. Buena muestra de ese cambio presupuestario ha sido el perdón de Bruselas a Francia por superar el déficit público para poder reforzar sus campañas militares y sus efectivos de Seguridad Interior.
En concreto, el Gobierno de François Hollande convocó 5.000 plazas nuevas de policías en diciembre y elevó la participación militar del país galo en la guerra de Siria, chispa de la actual crisis de refugiados a las puertas de Grecia y Turquía. El despliegue de fuerzas militares francesas en su propio país alcanzó los 10.000 soldados antes de verano. Según los cálculos de la Comisión, Francia elevó en el arranque de año un 0,05% su presupuesto en Seguridad Interior y Defensa, lo que representa unos 12.500 millones extras directamente vinculados a la respuesta del Gobierno francés a los atentados terroristas.