Bruselas

“Demasiado lento durante demasiado tiempo”. Es el significativo título que ha escogido el Fondo Monetario Internacional (FMI) para su último informe sobre las perspectivas de crecimiento mundiales, que se ha publicado este martes. El organismo dirigido por Christine Lagarde empeora sus pronósticos para la mayoría de economías del mundo, avisa del creciente riesgo de “estancamiento secular” en un entorno deflacionista y reclama una “respuesta inmediata” de los gobiernos.

El FMI rebaja la previsión de crecimiento para España y la deja en el 2,6 por ciento

 

En el caso de España, el FMI rebaja una décima su previsión de crecimiento para este año (del 2,7% que calculó en enero al 2,6%) y deja sin cambios la de 2017 (2,3%). El informe no explica los motivos de esta revisión ni menciona el impacto de la actual incertidumbre política. Pero es la primera vez desde julio de 2013 que el Fondo corrige a la baja sus cálculos para España.

Además, el organismo dirigido por Lagarde resalta la progresiva ralentización de la economía española, que se acentuará en los próximos meses. En 2015, “la recuperación superó las expectativas”, pero a partir de ahora “el crecimiento de España se moderará”, ya que se reduce del 3,2% del año pasado al 2,6% de 2016 y al 2,3% en 2017.

Gráfico de Patricia López

 

Pese a ello, España se mantendrá este año como la economía avanzada que más crece y superará ampliamente la media de la eurozona (1,6%). No obstante, las previsiones del Fondo Monetario Internacional son más pesimistas que las de la Comisión Europea (que publicará datos actualizados a principios de mayo) y que las del Gobierno en funciones de Mariano Rajoy (que también debe dar nuevas cifras en abril).

 

Revisión a la baja generalizada

 

La rebaja de las previsiones de crecimiento del FMI no afecta únicamente a España, sino que es generalizada tanto entre las economías avanzadas como entre las emergentes. “La recuperación mundial continúa, pero a un ritmo cada vez más lento y frágil”, escribe el economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld.

 

La tendencia ha empeorado en los últimos meses debido a “un nuevo episodio de volatilidad en los mercados mundiales, una pérdida del impulso de crecimiento en las economías avanzadas y continuos vientos en contra para las emergentes y los países con bajos ingresos”. El crecimiento mundial se mantendrá en niveles modestos en 2016 (en el 3,2%) y subirá al 3,5% en 2017.

Gráfico de Patricia López

 

Pero además, el Fondo alerta del aumento de los riesgos que podrían rebajar todavía más estas previsiones. Los más importantes son la posibilidad de un repliegue desordenado de los flujos de capital; la transición económica en China; las crecientes tensiones en los países exportadores de petróleo; la volatilidad en los mercados financieros; la prolongación de las recesiones en algunos países emergentes como Brasil y Rusia; los riesgos geopolíticos, como la crisis de refugiados; y la posibilidad de que Reino Unido abandone la UE tras el referéndum del 23 de junio.

 

 

Las previsiones por regiones

 

 

-Estados Unidos. El crecimiento seguirá a “ritmo moderado” gracias al fortalecimiento de los balances de las empresas y al impulso del mercado de la vivienda. Estas mejoras contrarrestarán el fortalecimiento del dólar. El FMI aconseja a la Reserva Federal que cualquier nueva subida de tipos de interés sea “gradual” y esté bien comunicada.

 

-La eurozona. La “modesta recuperación” seguirá su curso en 2016 y 2017. El debilitamiento de la demanda externa se verá compensado por la bajada del petróleo y las condiciones de financiación favorables. No obstante, el FMI avisa de que “la persistencia de una inflación baja y su interacción con el exceso de deuda también es motivo de creciente inquietud”.

 

El Banco Central Europeo debe continuar con sus políticas de estímulo durante un “periodo prolongado”, los gobiernos tienen que acelerar las reformas estructurales y los países con margen presupuestario (una referencia nada velada a Alemania) deberían invertir más en infraestructuras. El Fondo recomienda además “flexibilidad” en la aplicación del Pacto de Estabilidad para aquellos países que hagan reformas.

 

-Reino Unido. El crecimiento se verá impulsado por el abaratamiento de la energía y la actividad en el mercado inmobiliario. Estos factores permiten de momento contrarrestar el “efecto negativo” de la consolidación fiscal impuesta por el Gobierno de David Cameron y “la agudización de la incertidumbre en vísperas del referendo de junio sobre la pertenencia a la UE.

 

-Los emergentes. En China, el crecimiento se desacelerará al 6,5% este año y al 6,2% en 2017, menos de lo previsto en octubre, debido a las políticas de estímulo anunciadas por el Gobierno. India mantiene un fuerte avance del 7,5%.

 

Para América Latina y el Caribe se prevé un crecimiento global negativo (-0,5%) en 2016, por segundo año consecutivo. El país peor parado es Brasil, con una nueva contracción del 3,8%, igual a la del año anterior. “La recesión está haciendo mella en el empleo y además el contexto interno de incertidumbre limita la capacidad del gobierno para formular y ejecutar políticas” dice el FMI.

 

En Rusia, los pronósticos apuntan a una contracción del -1,8% en 2016 (tras -3,7% el año pasado), ya que “las sanciones internacionales agravarán los efectos del retroceso de los precios del petróleo y las debilidades estructurales”.

Noticias relacionadas