El gobierno del presidente liberal Mauricio Macri cosechó este martes una demanda récord de bonos argentinos, en el retorno del país a los mercados internacionales luego de tres lustros de ausencia, y pudo colocarlos a una tasa promedio de 7,2 % en plazos de tres a 30 años.
“Es la demanda más grande de un mercado emergente y está posiblemente entre más de las 20 más grandes de la Historia”, se pavoneó en conferencia de prensa el ministro argentino de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y consideró que “para un país que está en cesación de pagos es increíble" tanto interés.
Argentina concretó, el lunes y martes, la mayor emisión de bonos de un país emergente desde 1996. Buscó reunir al menos 12.500 millones de dólares con cuatro series de títulos a 3, 5, 10 y 30 años. Los fondos irán destinados a pagar deuda a los fondos especulativos o ‘buitre’, el viernes próximo.
Pero los mercados se mostraron súper interesados en el ofrecimiento y rebasaron todas las expectativas de la Casa Rosada. Hubo ofertas de compras por 69 mil millones de dólares, según precisó, la noche del martes, Prat Gay. Es decir que la demanda resultó cinco veces superior a la base de emisión.
Ante tamaña oportunidad, Argentina modificó su plan y tomó 16.500 millones de dólares. Según detalló el ministro, de los cuatro bonos colocados, el de diez años y “fue el más demandado” y por él hubo “más de 690 inversores han presentado más de una orden de compra”.
Del título a tres años -de último momento por pedido de colocadores- Argentina colocó 2750 millones de dólares con una tasa de 6.25%; cinco años, 4.500 millones al 6,87%; diez años, 6500 millones al 7,5%; y treinta años, 2750 millones al 7,62%, en definitiva unos intereses superiores a los que pagan otros países de la región.
“Estamos ordenando la economía y ésta es una primera emisión tremendamente exitosa”, consideró el alto cargo. Y adelantó que los 4 mil millones de dólares que su cartera tomará del mercado irán destinados “al plan de infraestructura que nos va a permitir más empleos y a financiar el déficit" fiscal.
El gobierno de Macri quiere poner punto final a los flecos de la cesación de pagos que Argentina decretó en 2002, la mayor de la Historia hasta ese momento, por 95.000 millones de dólares. Y al conflicto con los fondos ‘buitre’ que compraron esos bonos ‘basura’, litigaron en los Estados Unidos y ganaron el juicio.
Ante la perspectiva del retorno al préstamo global, el mercado argentino reaccionó en forma positiva. Las acciones líderes en la bolsa de valores de Buenos Aires se dispararon a 4,9% y el índice Merval trepó hasta 13.864 puntos. El riesgo país bajó 13 puntos, hasta 390, mínimo desde 2007.
Macri festejó la novedad con un acto de fuerte carga simbólica. En 2012 la fragata “Libertad” de la armada –equivalente al “Juan Sebastián Elcano” de España- fue embargada unos días en Ghana por la deuda a los fondos ‘buitre’. “Ahora pueden zarpar tranquilos”, los despidió el Presidente en el puerto de la capital argentina.