El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, restó importancia al escenario de parálisis política en España y descartó que la convocatoria de nuevas elecciones afecte al negocio bancario.
“El negocio en términos de actividad está yendo bien, aunque donde puede afectar la incertidumbre es a decisiones de inversión. Veo muy poco efecto de la incertidumbre política en el negocio. Ahora bien, si se prolonga en el tiempo, ya veríamos. Aquí lo que al final conviene es que haya un gobierno estable que dé estabilidad”, dijo en rueda de prensa de los resultados del primer trimestre del banco.
La entidad financiera registró un beneficio de 1.633 millones de euros en los tres primeros meses del año, un 5% menos que en el mismo periodo de 2015, cuando firmó 1.720 millones, si bien mejoró las previsiones de los analistas.
Entre los impactos negativos se situó el efecto divisa (libra británica y real brasileño, principalmente), así como las provisiones realizadas por la deuda energética (petroleras y gasistas) en EEUU, mercado en el que realizó una dotación de unos 100 millones. “Si han visto los resultados de la banca americana, hemos realizado provisiones de manera similar”, apuntó.
Acompañado por José García Cantera, director financiero del banco, Álvarez también tuvo que responder ante la prensa sobre otra de las incertidumbres que sobrevuelan a la entidad española es su presencia en Reino Unido y la posibilidad de una salida del país de la Unión Europea (UE). “La salida de la libra sería mala y negativa”, dijo, si bien, señaló que el banco tiene planes de contingencia en términos de liquidez.
Respecto a la abundancia de liquidez gracias a los planes del Banco Central Europeo (BCE), el banco recordó que los tipos negativos les afectan en dos sentidos opuestos: por un lado, rebajando los costes del pasivo y por otro, reduciendo la capacidad de generar intereses por los préstamos que suministran. “La política del BCE es correcta pero a nosotros no nos viene bien”, dijo.
El responsable de Banco Santander avanzó que en las revisiones de abril han comenzado a aplicar el euríbor negativo registrado en febrero en el mercado interbancario, lo que se comerá parte de los diferenciales que aplican a las hipotecas. Álvarez recordó que los préstamos del banco no tienen cláusulas suelo y, por tanto, no se verán afectados, ni han tenido que provisionar por esta cuestión. El Banco de España ha cifrado en hasta 7.600 millones de euros el coste de la retroactividad en las cláusulas suelo de las hipotecas españolas.
Sobre los costes de la transformación digital de la entidad, los directivos señalaron que su plan de reducción de oficinas se centra en "las más pequeñas", que afectan al 10% de su red, pero sólo al 5% de su plantilla.Álvarez cifró en hasta 110 millones de euros el ahorro que conseguirá con estas medidas. Asimismo dijo que las inversiones en tecnología del bancos superan los 3.000 millones de euros anuales, si bien, sólo entre el 10% y 15% se destinan a negocios digitales enfocados al cliente. "Hay cierta tensión aquí porque estamos pasando de un modelo de CPDs (centros de datos) a uno en nube y eso significa invertir", apuntó.
Ausbanc e inmobiliario
El ejecutivo del banco que dirige Ana Patricia Botín se refirió también a los caso de extorsión a la banca reseñados en la reciente operación que desembocó con la detención del presidente de Ausbanc, Luis Pineda. “Nuestra publicidad tenía razones de tipo comercial, como con otros medios. Teníamos relaciones comerciales con Ausbanc, por eso me ha sorprendido porque hacíamos una inversión publicitaria”, añadió.
Otro de los aspectos destacados de la presentación fueron las referencias a la gestión inmobiliaria del banco. Cantera avanzó que durante el primer trimestre se vendieron 3.000 inmuebles por unos 530 millones de euros, excluyendo garajes. “Tenemos 16.000 millones de euros en activos inmobiliarios, incluyendo Metrovacesa (6.000 millones) que es la mayor parte porque se ha consolidado en el balance”, dijo.
Si se excluye a la antigua inmobiliaria de BBVA, ahora controlada por el Santander, el ritmo de reducción de la cartera de ladrillo se sitúa en torno al 20%. En este sentido, Álvarez recordó, por ejemplo, que están vendiendo “sistemáticamente” gran parte de las carteras de crédito que originan en financiación al consumo como en EEUU con su filial Scusa.