En contra de lo que el consenso de mercado esperaba, la economía española ha conseguido mantener su velocidad de crucero en el primer trimestre del año, lo que refleja la inercia positiva con la que ha empezado el ejercicio. El PIB avanzó un 0,8% intertrimestral, lo que supone igualar los datos de los dos últimos trimestres de 2015, según el dato avanzado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El Banco de España había anticipado un crecimiento del 0,7% para este primer trimestre del año ante la inestabilidad política y la incertidumbre de la economía global, pero este dato publicado INE muestra el dinamismo de la actividad en España. El PIB suma así 11 trimestres consecutivos de expansión, desde el tercer trimestre de 2013, la racha más larga de crecimiento desde el año 2008, antes justo del estallido de la crisis financiera.
Después de tocar el techo del ciclo en el segundo trimestre de 2015, con un crecimiento del PIB que alcanzó el 1,0%, la economía española ha conseguido mantener un ritmo de crecimiento sostenido favorecido por el descenso del precio del petróleo y el consumo interno. Si se confirma este dato avanzado por el INE, la economía española estaría en la línea para conseguir cumplir al cierre del ejercicio con las previsiones del nuevo Plan de Estabilidad que marca un avance del PIB del 2,7%.
El techo del ciclo
Estos tres últimos trimestres creciendo al 0,8% apuntan que la economía española puede haber llegado a su techo del ciclo expansivo. Así es lo que determinan todos los grandes organismos, incluido el Gobierno, y estos datos refrendan sus previsiones. En tasa interanual, esto es, respecto al mismo trimestre del año anterior, la economía española avanzó un 3,4%, lo que supone la primera desaceleración del crecimiento en más de dos años.
La economía española cerró el año 2015 con un ritmo de crecimiento interanual del 3,5%, una décima más que el dato avanzado del primer trimestre de 2016.