El último cuadro macroeconómico que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobó el pasado viernes apenas ha sobrevivido un par de días. La Comisión Europea ha empeorado este martes las previsiones de crecimiento y déficit público que acababa de calcular el ministro de Economía, Luis de Guindos. Bruselas cree que España necesitará dos años extra, hasta 2018, para reducir el desfase presupuestario por debajo del umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad. Y avisa de los riesgos para el crecimiento de la “incertidumbre” política.
Tras el fuerte desvío del déficit registrado el año pasado (5% en lugar del 4,2% comprometido con Bruselas), Guindos había solicitado a la Comisión una prórroga de un año (hasta 2017) para llegar al 3%. Planteó un nuevo objetivo del 3,6% para este año y del 2,9% para 2017. Pero Bruselas no se cree las cifras del ministro. Pronostica que el desfase presupuestario ascenderá al 3,9% este año y al 3,1% en 2017. Los cálculos del Ejecutivo comunitario incluyen las medidas de contención del gasto a nivel autonómico y central recién anunciadas por el Gobierno en funciones (equivalentes al 0,3% del PIB).
Eso significa que para cumplir la meta del 3,6% fijada por Guindos, España debería realizar ajustes adicionales por valor de unos 3.000 millones de euros en 2016, según Bruselas. La Comisión alerta además de que los recortes ya anunciados “están sujetos a riesgos a la hora de ponerse en práctica”, ya que exigen la colaboración de las comunidades autónomas, muchas de las cuales se han mostrado reticentes.
En estas condiciones, todo apunta a que el Ejecutivo comunitario concederá una prórroga de dos años, algo que según el propio ministerio de Economía significa que considera la situación española como un "puñetero desastre". El volumen de deuda pública de España tocará techo en el 100,3% del PIB este año y bajará al 99,6% en 2017.
El Ejecutivo comunitario denuncia que “el gasto gubernamental creció durante la segunda mitad del año pasado, con incrementos notables en compensación de empleados e inversión pública”. Es decir, Bruselas constata de nuevo que el gobierno de Rajoy no tomó las medidas necesarias para controlar el déficit, un diagnóstico que le servirá de base para decidir sobre la inminente multa por el desvío del déficit.
Durante la rueda de prensa para presentar sus previsiones, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, ha eludido pronunciarse sobre la prórroga o la multa a España. Esas decisiones se anunciarán el 18 de mayo. "Tendrá que esperar un poco", ha dicho al ser preguntado por EL ESPAÑOL. Eso sí, ha dejado claro que "en general, las previsiones de la Comisión sobre España son buenas". Una indirecta dirigida a Guindos, que cuestionó las cifras de Bruselas sobre los Presupuestos de 2016.
La reducción del déficit en los próximos meses se basa puramente en el crecimiento económico, que sostiene la recaudación fiscal, según Bruselas. El gasto en pensiones seguirá subiendo pero la reducción del paro disminuirá la factura de transferencias sociales.
Ralentización del crecimiento
Bruselas empeora también sus previsiones de crecimiento para España. La economía española avanzará este año un 2,6%, dos décimas menos de lo que la propia Comisión había calculado en febrero y una décima por debajo de lo que calculó Guindos. Para 2017, su pronóstico es ligeramente mejor que el del Gobierno español (2,5% frente a 2,4%).
En todo caso, los números muestran una senda de ralentización de económica respecto al máximo del 3,2% registrado en 2015. “El crecimiento económico seguirá desacelerándose aunque continuará siendo fuerte, gracias a la creación sostenida de empleo y la caída del paro, la mejora de las condiciones de financiación y los bajos precios del petróleo”, dice el informe de la Comisión. España seguirá creciendo por encima de la media de la eurozona, que es del 1,6% este año y el 1,8% en 2017.
Pero el Ejecutivo comunitario alerta además de que sus cifras podrían ser peores de lo previsto. Dos son los principales factores de riesgo. En primer lugar, “la incertidumbre que rodea la formación del nuevo gobierno”. Otro problema que podría incidir negativamente en el crecimiento es “la cantidad de medidas presupuestarias necesarias para corregir el desvío presupuestario registrado en 2015”. Es decir, los ajustes extra que deberá hacer el gobierno que salga de las elecciones del 26 de junio empeorarán todavía más el crecimiento.
Se modera la creación de empleo
Bruselas detecta una desaceleración de la creación de empleo en España desde el último trimestre del año pasado. “Aunque esta tendencia continuará durante el periodo de las previsiones, todavía se prevé que el empleo registre tasas de crecimiento récord, por encima del 2%”, señala el informe. Pese a la moderación salarial, los costes laborales aumentarán debido a la baja productividad.
El Ejecutivo comunitario prevé que la tasa de paro se quede en el 20% este año (frente al 19,9% que calcula el Gobierno) y baje al 18,1% en 2017.
La caída de los precios del petróleo y la energía seguirá dominando la evolución de los precios a corto plazo. Por ello, la tasa de inflación volverá a situarse de media en territorio negativo este año (0,1%), pero subirá al 1,4% en 2017.
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