El 'crowdfunding' se hace mayor: los bróker quieren explotarlo
Auriga crea una plataforma y espera alcanzar 5 millones de euros de financiación sólo este año.
17 mayo, 2016 01:20Noticias relacionadas
¿Qué hace un bróker de bolsa en un sitio como el crowdfunding? Es la primera pregunta que surge al ver cómo la sociedad de inversión Auriga aterriza en este territorio con su propia plataforma, eInicia. Este había sido un segmento en el que las firmas profesionalizadas apenas habían concentrado su atención. Pero Auriga sí ha decidido hacer de la financiación alternativa una nueva vía para rentabilizar el dinero de sus clientes.
“No sólo somos un bróker de bolsa, sino también una sociedad de inversión desde sus mútliples posibilidades y es lógico ofrecer a nuestros inversores esta nueva vía y a los emprendedores el camino directo hacia nuestros inversores”, contesta Joaquín Poblet, uno de los directivos de la firma. Su objetivo en 2016 es alcanzar los 5 millones de euros financiados. ¿Y a largo plazo? Aglutinar el 10% de todo este segmento.
Auriga es una sociedad de valores creada en 2009. Hoy por hoy cuenta con activos bajo gestión por valor de 500 millones de euros (con esa cantidad no estaría entre las 20 primeras en España). La firma ha decidido crear una sociedad alternativa llamada Alterfin, bajo cuyo paraguas gestiona no sólo su plataforma de crowdfunding (eInicia), sino también su segmento de financiación de circulante mediante el anticipo de derechos de cobro. En la primera tienen depositadas muchas esperanzas. Y ya han dado los primeros pasos.
Las cuatro modalidades
La mayor parte de las plataformas se concentran en alguna de las modalidades de crowdfunding. Sin embargo, eInicia persigue centrarse en las cuatro principales. Ya cuenta con permisos para dos de ellas: donación de los inversores y recompensa. Las otras dos son las que necesitarán algo más de tiempo. Tanto para la división de préstamos como para los de equity (financiación colectiva con acciones) están a la espera de los permisos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). “Esperamos recibir la autorización en los próximos meses”, reconoce.
No habrá una especialización en la actividad del crowdfunding ni en los sectores a los que servirán. Persiguen llegar a tantos como puedan, de manera que ofrezcan a sus inversores "una cartera diversificada".
¿Hay negocio?
Hay una pregunta que surge tras estos primeros pasos en el crowdfunding: ¿Hay realmente negocio como para que una sociedad de inversión profesionalizada inicie su aterrizaje? “Sin duda, hay negocio pero tiene que madurar y vencer las reticencias”, apunta el director de Sindicación de Auriga, Joaquín Poblet. La clave: credibilidad. “No va a existir una explosión, es un camino que se tiene que recorrer”, resalta.
Para él, hacer previsiones a tres años vista es algo “muy osado”. Su objetivo es canalizar al menos uno de cada diez euros invertidos a través de esta financiación alternativa en España. “Estoy seguro de que el mercado será enorme y ese 10% ya es un objetivo muy agresivo”, reconoce.
Hasta ahora, han llevado a cabo dos proyectos a través de su plataforma. Uno de ellos es la construcción de una escuela y una residencia para los huérfanos del ébola en Sierra Leona. Y el otro un disco de homenaje de la hija de la cantante Marisol, Celia Flores.
El 'crowdfunding' y sus cifras
Hoy por hoy el crowdfunding sigue en plena expansión. Sólo en la Unión Europea, durante el pasado año la financiación movida en estas plataformas sumaron 4.200 millones de euros, según cifras de la propia Comisión Europea. En el caso de España, no hay cifras oficiales de 2015. En el año anterior, la cifra alcanzó los 61 millones de euros, lo que representaba el triple que un año antes.
En el caso concreto de la financiación a cambio de acciones de inversores particulares, las nuevas ‘reglas del juego’ aprobadas por el Gobierno el pasado año ha despejado muchas dudas. Y el pasado año se cerró con más actividad, tal y como reconocían las principales plataformas a este medio. Pero también con menos operadores, debido a la elevación de las barreras de entrada con la introducción de varias medidas: la obligación de registrarse en la CNMV y de contar con un capital social mínimo de 60.000 euros.
El pasado año, EL ESPAÑOL protagonizó uno de los casos de éxito entre las empresas que han explotado las posibilidades de la modalidad de crowdfunding a cambio de acciones. En una campaña récord en el sector de los medios recaudó 3,6 millones de euros a través de las aportaciones de más de 5.500 socios.