Nuevo golpe a la ingeniería fiscal de las grandes empresas tecnológicas. Un centenar de funcionarios del fisco y de la Brigada de Represión de la Gran Delincuencia Financiera (BRGDF) de Francia llevan varias horas en la sede de Google en París en el marco de una investigación fiscal.
Desde las cinco de la mañana, funcionarios y responsables de la Fiscalía Financiera francesa trabajan en esa sede de Google en busca de pruebas para su investigación fiscal.
En total, según cita Reuters, reclaman 1.600 millones de dólares en impuestos no pagados en los últimos años por el gigante del buscador, criticado por el uso agresivo de técnicas de optimización fiscal.
Una investigación anterior
Esta no es la primera vez que Francia pone sobre la lupa al gigante estadounidense, que tiene frentes abiertos en todo el continente. En junio de 2011, según Le Monde, la fiscalía francesa ya entró en la sede de Google y puso en marcha una investigación por la que el Gobierno galo acabó exigiendo la devolución de 1.600 millones de euros en concepto de impuestos no abonados al fisco.
A principios de este año, el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, descartó abrir la puerta a Google para llegar a un acuerdo extrajudicial como ha hecho en otros países. Lo hizo después de que Reino Unido pactara con la compañía el pago de 181 millones de euros para cerrar una disputa similar. Según Sapin, esa suma era “desproporcionadamente pequeña”.
En Italia, mientras, las autoridades estiman que Google ha evadido 227 millones de euros en impuestos entre los ejercicios fiscales 2009 y 2013.. En diciembre, Apple llegaba a un acuerdo para ponerse al día y pagar otros 318 millones a las autoridades italianas.
Enenero, la propia Google había accedido a pagar 130 millones de libras esterlinas a Reino Unido, lo que provocó serias críticas de legisladores.
En España
En un informe publicado en noviembre, y encargado por Google, permitió conocer que el negocio de la compañía en España se acercó en 2014 a los 600 millones de euros, o cerca de 3 millones por empleado.
La compañía tiene tan sólo su oficina comercial en nuestro país, pues la mayoría de su estructura corporativa, financiera y legal se centraliza en Dublín. Según el balance del ejercicio 2014 de Google España, la facturación sumó 55 millones de euros (un 2,5% que un año antes) y los beneficios ascendieron a 4,5 millones.