La economía española ha entrado en el año 2016 con un dinamismo que pocos esperaban. Así lo ha vuelto a poner en relieve hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE) al revisar el dato del PIB del primer trimestre del año. Tal y como había adelantado, la economía española creció un 0,8% respecto al mismo trimestre del año anterior a precios de mercado y corregido de efectos estacionales y de calendario, y un 3,4% interanual.
Sin embargo, los componentes del crecimiento que ha publicado en la Contabilidad Nacional Trimestral no son tan optimistas, ya que reflejan un deterioro de la inversión de las empresas, afectada por la inestabilidad política. La Formación Bruta de Capital Fijo avanzó un 0,4% trimestral, su ritmo de crecimiento más bajo de los últimos dos años. En el último trimestre de 2015 avanzaba a ritmos del 1,1% y hace justo un año sumó un crecimiento del 1,6%.
Todos los componentes de la inversión empresarial se frenaron en el primer trimestre. La inversión en bienes de equipo y activos cultivados avanzó un 1,3%, frente al 1,9% del trimestre anterior y la construcción se contrajo un 0,2%, su primer descenso en dos años.
Cara y cruz: consumo y exportaciones
El consumo ha sido el gran motor de la economía española. La recuperación del empleo y la confianza de los hogares siguen sosteniendo un ritmo de crecimiento en España que es casi el doble que el de la Unión Europea. El gasto de los hogares aceleró una décima en el primer trimestre, hasta el 0,9%, el segundo mejor dato desde el inicio de la crisis.
También las administraciones públicas contribuyeron a elevar la demanda interna, y eso que en el primer trimestre no tuvieron la excusa de las elecciones. En concreto, el gasto en consumo de las administraciones públicas avanzó un 0,8% respecto al trimestre anterior, su ritmo de crecimiento más rápido en un año.
El dato negativo fue el de las exportaciones de bienes y servicios, que cayeron un 0,5% trimestral frente a un crecimiento del 0,9% del trimestre anterior. Esta es la primera caída de las exportaciones desde el año 2013; la incertidumbre que sufrió la economía internacional en el primer trimestre terminó por pasar factura a las exportaciones.