Los buenos datos del empleo no maquillan el grave problema que tiene España con su mercado laboral. Las cifras de afiliaciones y paro registrado evolucionan a buen ritmo en el inicio del año, pero la tasa de paro todavía sigue por encima del 20% y el drama del desempleo no es menor para las familias españolas. Ya no son 4 millones de parados, pero son 3,9 millones: queda mucho camino antes de poder celebrar nada.
La consecuencia derivada del paro es el grave agujero que tiene la Seguridad Social, tanto por los gastos que tiene que asumir (en especial por la carga de las pensiones), como por la pérdida de ingresos que ha sufrido durante la crisis. El número de afiliados subió en mayo hasta los 17,66 millones, lo que permite al Ministerio de Trabajo presumir de que, desde el peor momento de la crisis, "se han recuperado 1,58 millones de ocupados". Sin embargo, todavía no está ni la mitad del trabajo hecho cuando el ciclo económico empieza a menguar.
Con la crisis se perdieron 3,3 millones de cotizantes, hasta el punto más bajo, que fue en enero de 2013 con sólo 16,08 millones de afiliados. Esto significa que todavía se necesita reincorporar al mercado laboral a 1,72 millones de personas para volver al nivel máximo previo al estallido de la crisis, que se consiguió en mayo de 2008 con 19,38 millones de cotizantes a la Seguridad Social.
"A pesar de la incertidumbre política se mantiene un descenso continuado de la cifra de parados desde enero del 2014, si bien el ritmo, dadas las circunstancias de incertidumbre política que atravesamos, ha sido ligeramente inferior al del año pasado", explica Sandalio Gómez, profesor del IESE y experto en relaciones laborales.
La Seguridad Social frena su ritmo
La afiliación a la Seguridad Social aumentó en 198.004 personas de media en mayo, el mayor avance de toda la serie histórica. Sin embargo, la cifra tiene un elevado componente estacional que, si se elimina, se obtiene una cifra mucho menor: las afiliaciones aumentaron en 35.658 personas.
En comparación con el mismo periodo del año anterior, el número de cotizantes a la Seguridad Social se elevó en 0,41 millones de personas, un ritmo que es ligeramente inferior al que venía registrando en los últimos meses (la comparativa año contra año ya elimina una buena parte del efecto estacional). Por ejemplo, el ritmo al que aumentaba la afiliación en abril era de 0,56 millones de cotizantes y la media del último año ha sido de 0,51 millones de cotizantes nuevos.
En cuanto al avance en porcentaje, mayo también deja una ralentización respecto a los meses anteriores. El número de cotizantes avanza a ritmos del 2,4% interanual, por debajo del 3,27% que aumentó en abril. Este 2,4% de mayo es el peor ritmo de afiliaciones desde agosto y el segundo peor de todo 2015 y 2016. Aunque en ningún caso se puede hablar de cambio de tendencia por un dato aislado, sí será importante seguir de cerca los datos en los próximos meses para comprobar cuál es su dirección.
Si el ritmo de creación de empleo no se frena más, "durante los próximos doce meses, la economía añadiría alrededor de 450.000 puestos de trabajo más durante el próximo año", apunta Miguel Cardoso, economista jefe para España de BBVA Research.