Berlín

Con apenas un 6% de paro, Alemania lleva ya bastante tiempo flirteando con el pleno empleo. “El mercado laboral sigue evolucionando, en general, de manera positiva”, decía en este sentido, a principios de esta semana, Frank-Jürgen Weise, responsable de la Agencia Federal de Empleo de Alemania. Weise hablaba en esos términos al dar cuenta de que en abril el paro había descendido en otras 80.000 personas respecto al mes anterior.

 

Un total de 2,6 millones de personas no tienen trabajo en Alemania. Cifras como esa sirven para describir un mercado laboral alemán que, en términos de desempleo, se encuentra en mínimos históricos. El 6% de paro presentado esta semana es, de hecho, la menor tasa de paro registrada en el país desde la reunificación, en 1990. Ese porcentaje está muy por debajo de la media europea (10,2%) y muy lejos de las proporciones de desempleo de los países más afectados por la crisis, como Grecia (24,2%) o España (21%).

 

En total, hay algo más de 43,3 millones de personas activas en Alemania. Hasta 6,4 millones lo hacen en áreas como la ingeniería, la informática, las matemáticas o la ciencia, segmentos donde el número de empleados podría ser precisamente mayor de no ser por las dificultades que presenta el país de la canciller Angela Merkel para encontrar entre sus ciudadanos este tipo trabajadores cualificados.

 

De hecho, según un reciente estudio presentado por el Instituto de Economía Alemana de Colonia, hay un vacío de hasta 171.400 empleos por cubrir en esas áreas. “Ese número es importante, porque cada uno de este tipo de trabajadores produce un valor añadido de unos 100.000 euros anuales para el PIB, si hubiera 170.000 trabajadores generando esa riqueza, el PIB alemán sería mucho mayor”, dice a EL ESPAÑOL Oliver Koppel, coautor del informe presentado esta semana por el centro de investigaciones económicas con sede en Colonia (oeste germano).

 

INMIGRACIÓN ESPAÑOLA CUALIFICADA

 

El “vacío” del que habla el estudio de Koppel podría ser mucho mayor si no fuera por la abundante llegada de empleados cualificados extranjeros que Alemania ha registrado en los últimos años. Sin inmigrantes, según los cálculos del Instituto de Economía Alemana de Colonia, el agujero de puestos de trabajo no ocupados rondaría los 240.000 empleos.

 

“En Alemania, es momento de decir '¡Muchas gracias España', el aporte de trabajadores cualificados que ha hecho España a la economía alemana ha crecido considerablemente”

 

Koppel destaca el papel de los trabajadores cualificados procedentes de países como India o Grecia para paliar estas carencias del mercado laboral germano. Pero también lo hace mencionando España, país que ha jugado un papel relevante en esta problemática alemana. “En Alemania, es momento de decir '¡Muchas gracias España!”, porque “el aporte de este tipo de trabajadores que ha hecho España a la economía alemana ha crecido considerablemente en los últimos años”, señala el experto del instituto económico de Colonia.

Instalaciones de Coriant en Berlín. Salvador Martínez

 

De acuerdo con las cuentas de Koppel, actualmente hay en Alemania unos 15.500 españoles trabajando como ingenieros, informáticos, matemáticos o científicos, un elenco de profesiones cualificadas que atiende a las siglas germanas “MINT”. A finales de 2012 eran unos 11.000. “Los profesionales españoles son especialmente populares en las empresas alemanas dedicadas a la electrónica, la maquinaria o la industria del automóvil que exportan a países de Latinoamérica”, subraya Koppel.

 

Según el Instituto de Economía Alemana de Colonia, la mayoría de los españoles que son “empleados MINT” en Alemania trabajan como personal cualificado de formación menor. Su número ronda los 7.000, pero casi 6.000 desempeñan labores que exigen las cualificaciones educativas más altas. El resto se sitúa en un nivel formativo intermedio.

 

En lo que a “empleos MINT” se refiere, los expertos del centro de investigaciones económicas de Colonia desestiman todo eventual impacto positivo de la llegada de masiva de refugiados a Alemania. Sólo en 2015 llegaron a suelo germano 1,1 millones de demandantes de asilo.

 

“Los refugiados no van a ser de gran ayuda para resolver esta falta de trabajadores cualificados en Alemania”

 

“Los refugiados no van a ser de gran ayuda para resolver esta falta de trabajadores cualificados en Alemania, porque, a diferencia del sector de la medicina, que se va ver favorecida ya que, por ejemplo, muchos sirios asilados son doctores o vienen del sector de la salud, quienes han llegado aquí no son empleados MINT”, apunta Koppel. “Más allá de la industria del petroleo, en esos países de los que huyen los refugiados prácticamente no hay industria, en algunos de esos países ésta representa un 1% del PIB”, añade.

 

RAZONES EDUCATIVAS

 

La evolución de la demanda educativa en Alemania explica en gran medida que existan esos 171.400 puestos de trabajos cualificados sin cubrir. “Hay pocos alemanes interesados en cualificaciones MINT y, si bien el número de ingenieros en las universidades alemanas ha crecido lentamente en los últimos tres años, hace seis años había muy pocos ingenieros en las universidades”, apunta Koppel. “Entre 1995 y 2002, el número de titulaciones como ingenieros se vio reducido, bajando de 50.000 a 30.000, un proceso del que todavía se notan los efectos”, agrega.

 

“No hay problema a la hora de encontrar trabajo, lo que falta es gente”

 

Todo ello, pese a que un ingeniero recién salido de la universidad suele encontrar un trabajo, de media, en los seis meses posteriores a su titulación. “No hay problema a la hora de encontrar trabajo, lo que falta es gente”, subraya el economista del instituto con sede en Colonia. De ahí que hasta uno de cada siete ingenieros en Alemania haya nacido en el extranjero. La mayoría de ellos pisaron suelo germano con su titulación bajo el brazo.

 

En el Instituto de Economía Alemana de Colonia constatan que, aunque cada vez son más los alemanes que prefieren cursar formaciones universitarias, sólo ocurre desde hace poco el que las formaciones relacionadas con la ingeniería se estén popularizando. Otras carreras, como la de economista, abogado o licenciado en ciencias sociales, han gozado hasta la fecha de mayor popularidad entre los universitarios teutones.

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