Se sientan en la misma sala, frente a frente, las cuatro mentes pensantes en asuntos económicos de los cuatro partidos mayoritarios. Por el Partido Popular, el actual ministro en funciones de Economía, Luis de Guindos, que tendrá que hacer frente al debate con Jordi Sevilla (PSOE), Alberto Garzón (UP) y Luis Garicano (Ciudadanos). Será la primera vez en ocho años que el ministro de Economía debata con representantes de las otras tres principales formaciones políticas. Los cuatro ejes del programa de debate serán las políticas de impuestos, el déficit, el desempleo y las pensiones, según informa la cadena de televisión. "Además de eso, y es en lo único que se ponen de acuerdo todas las encuestas, la economía es el asunto que más preocupa. Por eso se convierte en un debate muy especial", subraya la periodista Ana Pastor, presentadora y conductora del espacio.
El precedente: Solbes vs Pizarro
Poco tiene que ver el escenario actual con el que protagonizaron en 2008 el entonces ministro del PSOE, Pedro Solbes, con el aspirante del PP, Manuel Pizarro. El cuadro macroeconómico anterior a la crisis y el actual son opuestos, como lo muestra el estado de las cuentas públicas y del mercado laboral. Por ejemplo, en materia de pensiones, el gasto se ha disparado en un 48%, o 44.000 millones de euros, hasta los 135.440 millones. El desempleo ha pasado de los dos millones de parados raspados a marca cinco millones hace apenas dos años y situarse ligeramente por debajo de los cuatro millones, es decir, el doble que entonces.
Otro de los cambios radicales en la política económica ha sido el descontrol de las cuentas de públicas en España. Solbes se presentó al debate con un superávit de las cuentas públicas de más de 21.000 millones de euros en 2007, incontestables para Pizarro. Sin embargo, en sólo cuatro años, el Gobierno de Zapatero acumuló 372.000 millones de déficit público y el de Rajoy sumó otros 295.000 millones hasta el cierre de 2015. La deuda pública no ha hecho sino triplicarse desde que Pizarro y Solbes debatieron sobre economía en televisión. Ahora, el Estado y las autonomías deben más de 1 billón de euros, más del 100% el PIB. Cualquier parecido entre las políticas de impuestos de entonces, de empleo o sobre pensiones poco encaje tiene con el escenario actual.
Los puntos de fricción
A priori, los representantes de los cuatro partidos políticos aspirantes a gobernar entrarán en el choque en asuntos relacionados con la fiscalidad, como por ejemplo con la amnistía de 2012 aprobada por el PP, las deducciones fiscales en las empresas o el IRPF, entre otros. Sobre políticas de empleo, Guindos, Garicano, Garzón y Sevilla tendrán tres asuntos dominantes en la pelea dialéctica: la precarización del mercado laboral, el paro masivo en colectivos como los jóvenes y la radical dualidad entre trabajadores con empleo fijo y aquellos con contratos temporales.
En materia de pensiones, todo serán buenas palabras por parte de los partidos para intentar congraciarse en los más de 12 millones de votantes que cobran una pensión, aunque habrá una crítica al Gobierno de los otros tres partidos: el vaciamiento del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, es decir, que la ‘hucha de las pensiones’ ha caído un 51% desde 2011, hasta los 32.400 millones de euros. Finalmente, otro asunto principal se encuentra sobre la mesa. Como el Gobierno de Rajoy no ha logrado equilibrar las cuentas públicas conforme a lo pactado con Bruselas, la Comisión Europea tiene en la recámara una multa ‘milmillonaria’ por el exceso de déficit español que tendrá que afrontar el próximo gobierno, es decir, que serán Guindos, Sevilla, Garicano o Garzón quienes tengan que afrontar esta herencia.
¿Cómo será el debate?
Mediante sorteo se ha determinado el orden de las intervenciones de apertura, el de la intervención final y qué atril ocuparán en el plató. Luis Garicano, el cerebro económico de Ciudadanos, será quien protagonice la primera intervención del debate, seguido por Alberto Garzón, Jordi Sevilla y, por último, Luis de Guindos. El turno de cierre será, en este orden, Garzón, Sevilla, Guindos y Garicano.
Las reglas del debate las fija la cadena de TV y no los partidos, según explican desde laSexta: “Será un choque abierto, sin tiempos tasados en las intervenciones, en el que los políticos estarán de pie, apoyados en un atril, y en el que no podrán usar dispositivos electrónicos -como smartphones o tabletas- para apuntalar sus intervenciones. Tampoco contarán con la ayuda de su equipo de asesores; durante el debate, cada uno de los cuatro protagonistas solo tendrá contacto con uno de ellos”.