Vienen tiempos revueltos. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha defendido la confianza de los inversores en España y en su deuda frente a un clima de inestabilidad financiera en el exterior. "A España le están pagando por prestarle dinero. Es una señal fundamental de confianza. Eso no se puede perder", dijo.

El titular del ministerio ha instado a no perder esta confianza de los mercados más aún en un momento de "nerviosismo" por el Brexit, la desaceleración económica mundial y la limitación de la política monetaria. Guindos dijo que en los próximos días llegará un movimiento de incremento de la aversión al riesgo, con una volatilidad parecida a la sufrida el pasado mes de enero y en agosto de 2015.

En un debate de representantes económicos de los cuatro principales partidos, organizado por la APIE y la UIMP en Santander, Guindos ha asegurado que "se empiezan a percibir que los límites de la política monetaria son claros. Cada vez es más difícil que la política monetaria surta sus efectos", apuntó y sacó pecho sobre el estado de la economía española, que "crece con fundamento".

Guindos estimó que el IPC cerrará en negativo en 2016, con lo que el indicador sumará tres ejercicios consecutivos en tasas negativas. Según el INE, el IPC interanual subió una décima en mayo. 

España no está para alegrías

El cerebro económico de Ciudadanos, Luis Garicano, ha cargado contra el programa electoral de Unidos Podemos que propone elevar el gasto público en 96.000 millones hasta 2019 en comparación con el dato de 2015. “España no está para alegrías con un 100% de deuda pública sobre el PIB”. En la mesa de debate entre los representantes económicos de los cuatro principales partidos, Garicano ha atacado al cerebro económico de Podemos, Nacho Álvarez, por sus propuestas para elevar el gasto de las Administraciones. “Conseguir la confianza de los inversores”, ha asegurado, por lo que no se pueden realizar desmanes con las cuentas públicas.

“Si el tipo medio de la deuda subiese al 5%, con un billón de euros de deuda, el coste de los intereses se dispararía en 50.000 millones”, ha alertado, lo que significa comerse todo el dinero público destinado a Sanidad o Educación.

Por su parte, Álvarez ha recordado a Garicano que si subiesen los tipos de interés, en el caso de que lo hicieran, la subida del tipo medio del Tesoro sería lenta, ya que subiría a medida que se refinancia la deuda. En cualquier caso, para el representante de Podemos, la subida del gasto público que propone no es descabellada, ya que el porcentaje de gasto público sobre PIB todavía seguiría lejos del 50%. “¿Queremos parecernos a Dinamarca? Pues ellos tienen un 51% de gasto público”, indica Álvarez.