Cada vez que vuelven las campañas políticas empieza el debate de los impuestos a los ricos, es un carro en el que muchos partidos quieren subirse. Al margen de la discusión sobre su justicia social, Joan Rosell, presidente de la CEOE, ha querido valorar la efectividad que tendría subir el IRPF a las rentas altas. “Se puede tocar el IRPF por arriba, pero esto no nos va a solucionar los problemas de recaudación”, ha alertado Rosell.
En su opinión, la capacidad que tiene cualquier futuro gobierno de elevar la recaudación a través de este impuesto es muy limitada. “Veo difícil incrementar el IRPF a la clase media, ya que sería muy dañino, y si nos fuéramos a las rentas inferiores, ya sería muchísimo más dañino”, ha alertado el presidente de la patronal de empresarios. De este modo, el margen de subida que le quedaría al futuro gobierno se centraría en las rentas altas, eso sí, asumiendo que la capacidad recaudatoria sería muy limitada.
Rosell ha exigido a la clase política un debate en profundidad sobre el modelo impositivo en España. “Los cuatro grandes impuestos que había al inicio de la crisis todavía no se han recuperado”, ha indicado, por eso “debemos acordar cuánto queremos recaudar con cada figura tributaria y después analizar cómo se puede conseguir, teniendo en cuenta también los costes”, tanto sociales como económicos.
Veo difícil incrementar el IRPF a la clase media, ya que sería muy dañino, y si nos fuéramos a las rentas inferiores, ya sería muchísimo más dañino
Un ejemplo es el caso del IVA. "¿Por qué bajar el IVA cultural y no el de los juguetes o los pañales?". En su opinión, lo que es necesario es que se determine cuánto se quiere recaudar con esta figura y, posteriormente, desarrollar cómo va a ser el impuesto. Sin embargo, con esta figura impositiva este año se puede alcanzar el máximo histórico de recaudación, después de la subida del PP en 2012.
Este debate en profundidad entre los partidos y los agentes sociales serviría para establecer un marco normativo estable. Para Rosell esta es una prioridad, ya que los cambios continuos suponen un coste para las empresas innecesario. “En los últimos 10 años hemos hecho más de 500 cambios en el IRPF”, ha denunciado, por este motivo, “si los diputados tuviesen que rellenar ellos mismos el IRPF (como hacen las empresas), estoy seguro que ni el 2% serían capaces de hacerlo correctamente”.
Para solucionar este problema, Rosell ha lanzado una propuesta a los políticos: “Alcanzar un pacto por el cual, en el primer año de legislatura se legisla y durante los tres años siguientes se analiza el resultado”. Así, en este tiempo se podrán observar los beneficios y los costes de las normativas y hay tiempo para modificarlas, pero sin cambiar toda la regulación.
Si los diputados tuviesen que rellenar ellos mismos el IRPF (como hacen las empresas), estoy seguro que ni el 2% serían capaces de hacerlo correctamente
La negociación colectiva está en peligro
Joan Rosell ha aprovechado su asistencia a los cursos de verano que organiza la UIMP y la APIE en Santander para para alertar de otro de los problemas que está en la agenda política: la negociación colectiva. En su opinión, “la negociación colectiva está en peligro porque se ha quedado obsoleta”. Rosell considera que se necesita un nuevo marco de diálogo social entre los empresarios y los sindicatos que permita adaptar el mercado laboral a las nuevas necesidades productivas. “El objetivo básico es acercar la legislación laboral a la realidad laboral”, ha expuesto Rosell.
¿Por qué bajar el IVA cultural y no el de los juguetes o los pañales?
En su opinión, “muchos pactos de los que se han firmado no se adaptan a la realidad que en este momento existe”, lo que dificulta la contratación y entorpece la creación de empleo. Rosell se ha mostrado satisfecho del avance pactado de los salarios, que este año está en el 1,1% de media, pero insiste en que los tres actores (patronal, sindicatos y gobierno) “han fallado en el empeño de modificar la negociación.
¿Sobran organismos públicos?
El presidente de la patronal también ha pedido un esfuerzo a las administraciones públicas para que mejoren la eficiencia del gasto público. “Tenemos que hablar menos de ideología y más de cómo mejorar la gestión, es el debate que hemos tenido en el seno de las empresas”. En su opinión, la clase política debe mirarse en el espejo del sector privado productivo, que durante la crisis ha tenido que apretarse el cinturón y ajustar sus cuentas.
¿La gestión de la Sanidad tiene que ser pública o privada? Veamos cuál es la mejor, tenemos que analizarlas, no se puede ideologizar las grandes partidas de gasto
“No pueden existir organismos públicos simplemente porque hayan existido toda la vida”, ha denunciado Rosell, “hay que gestionar bien el gasto, en especial el gasto público”. Y como ejemplo ha puesto el debate entre la gestión de la Sanidad. ¿Tiene que ser pública o privada? “Veamos cuál es la mejor, tenemos que analizarlas, no se puede ideologizar las grandes partidas de gasto”, ha asegurado Rosell. Por ejemplo, sólo gestionando qué tipo de pacientes hay en los hospitales “se puede hacer una rebaja muy grande del gasto”, ha apuntado.
Otra opción es analizar el tipo de profesionales que están contratados en el sector público y con qué condiciones. Por ejemplo, “se pueden compatibilizar a estos empleados para que trabajen en la Sanidad privada y pública”.