Durante los últimos años el ya expresidente de Telefónica, César Alierta, colocó en su punto de mira a tecnológicas como Google, Facebook o Amazon. Se quejó en numerosas ocasiones de que utilizaban las redes y la infraestructura de las grandes ‘telecos’ sin pagar. Su sucesor, José María Álvarez-Pallete, no se ha olvidado de ellas. Ha vuelto a resucitar el mensaje, aunque con un tono muy diferente.

Ante numerosos directivos del congreso organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, el máximo dirigente de la compañía española se ha referido a las tecnológicas tratando de señalar lo que entiende como una ventaja competitiva: “Tenemos datos que son mucho más potentes que los que tendrán Google, Facebook o Uber”.

Los datos han sido su argumento para determinar cómo lucharán contra gigantes como Whatsapp, que con su servicio disruptivo “rompe una vía de negocio en poco espacio de tiempo”. Para él, es el terreno de juego clave. “Tenemos más datos de lo que nunca tendrá todos los OTT [Google, Facebook…] porque la red no duerme y todo lo que se digitaliza pasa por la red”, ha resaltado. “Vamos a agregar todos esos datos y se los vamos a devolver a los ciudadanos porque son suyos; si hacemos eso, cambiaremos las reglas del juego”, ha incidido.

Alierta y Álvarez-Pallete en el acto de anoche. Dani Pozo

Para él, hay otro valor diferencial para las grandes compañías de telecomunicaciones: “Tenemos clientes, relaciones con ellos; tenemos la capacidad de digitalizar de punta a punta”.

Plataformas sin regular

Más allá de su batalla con ellos, sí que ha advertido del surgimiento de estas compañías y sus nuevos modelos de negocio. Ha puesto en duda de que los reguladores hayan comprendido en toda su dimensión a estas empresas. Y ha puesto de ejemplo a Uber, una de las cabezas más visibles de la llamada economía colaborativa.

“Uber irrumpe en un mercado que está regulado sin estar regulada”. En este escenario, ha incidido en que la solución puede que esté en desregular o en hacer que su actividad se ajuste a las reglas. “Las normas para estas compañías no se han escrito en su totalidad; esto acaba de empezar”, ha incidido.

Su "sorprendente" nombramiento

En el turno de preguntas tras su conferencia, Álvarez-Pallete se ha referido por primera vez a su nombramiento como presidente ejecutivo. "Noto que el peso de la responsabilidad es muy grande; es un desafío brutal y culmina un sueño". Y se ha mostrado exigente consigo mismo: "Noto que tengo que ir más rápido y que tengo que estar a la altura de lo que esta empresa representa".

Y, ¿cómo fue ese nombramiento? Según ha explicado, lo recibió "sorprendido". "A César Alierta le gusta hacer las cosas así; cuando pasé de Latinoamérica a Europa me avisó un día antes, igual que cuando fui nombrado consejero delegado", ha comentado. "No lo veíamos venir", ha apuntado. Y se ha referido a lo que significó este movimiento en la empresa: "Fue muy valiente, porque representaba nombra al primer presidente de Telefónica que viene de dentro".

El expresidente de la compañía, César Alierta, se refirió también al nombramiento ayer acompañado de Álvarez-Pallete tras recibir el premio 'Directivo sin fronteras' en el marco de este congreso. Aseguró que tomó forma el pasado mes de febrero tras una reunión con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg: "José María es la persona que más sabe del entorno digital; en el pasado Mobile World Congress (MWC), tuvimos una reunión con Zuckerberg y Javier Oliván [vicepresidente de crecimiento]. Vi cómo le explicó a Zuckerberg su visión del futuro digital y él dijo: '¡Wow!' Entonces decidí que era el mejor para presidir Telefónica”.

La visión de la compañía

Para el recién nombrado presidente, la multinacional es una compañía 'on-life' con la que "llevar la tecnología a las personas". "Internamente ya no miramos a Telefónica por países, ni siquiera por departamentos; estamos aprendiendo a mirarla de forma distinta, como plataformas", ha resaltado.

En este sentido, ha valorado que la plataforma "fundamental" de la compañía es la de los activos físicos, como las estaciones base, los call center o las tiendas, esos puntos en los que "las personas puedan digitalizar su vida" y a la que Telefónica ha destinado 30.000 millones en los últimos cuatro años.