Hace sólo unos meses, el gigante financiero BlackRock colocaba a España entre sus principales preocupaciones. Su inestabilidad política aventuraba un escenario “hostil”. Y había un porqué, su exposición a la deuda española.
Es el inversor con la cartera más grande del mundo: 4,2 billones de dólares en activos, en su mayoría, en fondos de inversión que replican índices de bolsa, países o sectores. De ellos, unos 154 millones de dólares (más de 139 millones de euros) están destinados a bonos españoles, según explica en uno de los documentos que ha remitido a la SEC, el regulador de la bolsa de Estados Unidos.
En concreto, esos más de 154 millones de euros en bonos tienen como vencimiento el 30 de abril de 2026 y su tipo de interés es del 1,95%, según indica en el citado documento. ¿Está más expuesta a España que a otros países? Hay de todo. Por ejemplo, la entidad suma más de 467 millones de dólares en bonos emitidos por México, cuyo tipo de interés es sensiblemente inferior al español (el 1%). De deuda polaca, alcanza una cifra similar a la mexicana, 419 millones, que oscilan entre un tipo de interés del 2,5% y el 5,25%.
Otros países, sin embargo, sí quedan por detrás de España, como Turquía, donde BlackRock gestiona 29 millones de dólares y de Corea del Sur, donde suma 55 millones. En el otro extremo, los fondos que gestiona de deuda estadounidense. De ella suma una cifra sustancialmente más alta: 6.805 millones de dólares.
Advertencia sobre España
BlackRock alertaba a los inversores a mediados de abril de que España era una preocupación en el futuro más inmediato, porque formaba parte de la inestabilidad política que se avecinaba. “La polarización en las elecciones en EEUU y Alemania, junto a las transiciones de gobierno en España, Taiwan y Canadá; la crisis económica y política en Brasil; y el referéndum británico en junio continuarán, en conjunto, dirigiendo la volatilidad”, aseguraba en uno de sus comunicados a la SEC semanas antes de que el sí al ‘brexit’ en el referéndum de el Reino Unido vapuleara los mercados.
“En este escenario tan hostil, nuestro deber con los inversores nunca ha sido tan vital, tanto como la responsabilidad que tenemos”, explicaba entonces Larry Fink, presidente de Blackrock, a la SEC. La firma estadounidense acertó de pleno al poner en cuarentena las inversiones en algunos países europeos como Reino Unido por el riesgo de 'brexit'.
No obstante, las preocupaciones con España se han enfriado desde que pasaron las elecciones del pasado 26 de junio, después de que el riesgo de ascenso del bloque de izquierdas Unidos Podemos (que prometía profundos cambios fiscales o en sectores como la banca pública) quedase en una falsa alarma. De hecho, la prima de riesgo española ha caído sustancialmente desde entonces (un 25%, hasta 130 puntos), comportándose mejor que uno de sus gemelos financieros (Italia).
Las sombras del mayor gestor
Ser el mayor gestor de fondos del mundo no impide tener muescas en la gestión. Una de ellas, en España. BlackRock es uno de los principales tenedores de bonos de Abengoa, con una exposición de 3.500 millones de euros en bonos hasta 2021.
Y hay otra derivada. El ex consejero delegado del grupo andaluz, Manuel Sánchez Ortega, es desde julio (sólo dos meses de dejar Abengoa), máximo responsable de la división de Infraestructuras de BlackRock en América Latina.
No sólo tiene problemas en España, también en Chile. Allí se enfrenta a serias dificultades para recuperar su inversión en deuda de la empresa que gestiona los autobuses de la capital, Alsacia. La compañía se ha declarado en el equivalente español a la suspensión de pagos y deja así en el aire sus emisiones de deuda.
Entre los perjudicados, está BlackRock. En 2014, Alsacia emitió bonos en Estados Unidos por valor de 347 millones de dólares. Parte de ellos, adquiridos por BlackRock, que no confirma a la agencia Bloomberg su inversión concreta porque, asegura, no puede comentarlas.