1. Se frena el ritmo de creación de empleo. En el segundo trimestre del año había más de 18,3 millones de personas trabajando, un buen dato que queda ensombrecido por la ralentización en la creación de nuevos puestos de trabajo. En concreto, en el último año la ocupación ha aumentado en 434.500 personas, una cifra que se queda lejos de las que se venían registrando en los trimestres anteriores. De hecho, durante todo el año 2015 y el primer trimestre de este año se creaban, ininterrumpidamente, más de 500.000 empleos, llegando a ser 574.800 más en el inicio de este año.
En comparación con el primer trimestre, se incorporaron al mercado laboral 271.400 personas, un dato pobre en comparación con el ritmo de los dos últimos años. En el segundo trimestre de 2015, la ocupación aumentó en 411.700 personas y en 2014 fueron 402.400 trabajadores más.
2. Menos indefinidos. El avance de la ocupación permite que haya ya más trabajadores de los que había cuando Mariano Rajoy ganó las elecciones a finales de 2011. Sin embargo, esta situación no es extensible a los trabajadores indefinidos, ya que al cierre del segundo trimestre todavía eran 112.300 empleados menos. En el gráfico se observa que la mayor parte de la recuperación del empleo de los últimos años se construye sobre el aumento de los trabajadores temporales.
La recuperación del empleo se ha producido gracias a la contratación temporal. En comparación con el cuarto trimestre de 2011, actualmente hay 149.500 empleados más. Este avance de los contratos temporales es lo que permite que hoy los datos de ocupación sean mejores que cuando Rajoy entró en el Gobierno.
3. Más empleo a tiempo parcial. La recuperación del empleo no sólo se asienta sobre el trabajo temporal, sino también sobre el trabajo a tiempo parcial. En comparación con el año 2011, actualmente hay 334.000 trabajadores menos a tiempo completo y, en su lugar, hay 371.400 trabajadores más a tiempo parcial.
En definitiva, ésta es la precarización del empleo: desde la victoria de Mariano Rajoy hay 317.000 trabajadores menos con un contrato indefinido a tiempo completo y 166.700 empleados más con contrato temporal a tiempo parcial.
4. Aumenta el paro juvenil. Es una de las peores noticias de esta oleada de la Encuesta de Población Activa (EPA). El paro juvenil sube y lo hace por primera vez en casi dos años. En concreto, el número de parados entre 16 y 24 años aumentó en 22.700 personas hasta alcanzar los 692.800 desempleados, el dato más alto desde el tercer trimestre de 2015.
En la franja de edad de 16 a 19 años, la tasa de paro se situó en el 63,52%, mientras que en el caso de los jóvenes de 20 a 24 el paro subió hasta el 43,33%. Niveles de desempleo juvenil que todavía siguen siendo muy preocupantes y que no terminan de mejorar.
5. Crece la brecha entre hombres y mujeres. La recuperación del empleo de los últimos meses está siendo más intensa entre los hombres que las mujeres. La tasa de paro femenino se situó en el segundo trimestre del año en el 21,82%, mientras que en el caso de los hombres se redujo hasta el 18,41%. Esto deja una brecha entre los dos sexos de 3,41 puntos porcentuales, la mayor diferencia desde el año 2008. Esto no siempre ha sido así ya que, como se puede ver en el gráfico, en el año 2012 la tasa de paro de los hombres llegó a ser superior a la de las mujeres.
El resultado no se debe a la evolución dispar de la población activa. Podría ocurrir que al incorporarse más mujeres al mercado laboral se elevase también su tasa de paro, pero no es el caso. La brecha entre los dos sexos es bastante estable y casi dos millones de hombres más en activo.