La reforma laboral del Partido Popular del año 2012 sigue dando los resultados que el Gobierno esperaba. En 2015, la indemnización por despido cayó hasta su nivel más bajo de la serie histórica del INE en 249,96 euros, que empieza en el año 2008 con la primera elaboración de la Encuesta Anual de Coste Laboral. Durante todos los años de la legislatura esta compensación ha ido cayendo de modo que un despedido cobra hoy menos de la mitad de lo que recibía en 2011. En ese año, la indemnización media alcanzó los 530,37 euros.
En concreto, el coste de la indemnización se ha desplomado un 53% en cuatro años. En el año 2015 se redujo un 24% respecto al ejercicio anterior en el que ya había caído un 26%. Este descenso de las indemnizaciones supone un gran alivio del coste laboral para las empresas pero carga directamente sobre los trabajadores que son despedidos.
La reforma laboral tiene parte de la culpa de este descenso de las indemnizaciones, pero no es el único motivo. La precarización del trabajo también influye, ya que no es lo mismo prescindir de un empleado con años de permanencia en la empresa que despedir a un trabajador con contrato temporal.
Donde más ha caído la indemnización por despido es en las pymes, empresas de 1 a 49 empleados. En este caso el desplome ha sido del 62%. Los trabajadores han pasado de cobrar 540 euros en el año 2011, la indemnización más elevada, a pagar en 2015 menos de 208 euros. En el caso de las empresas de 50 a 199 trabajadores, la indemnización ha caído un 44%, hasta los 302 euros y en el caso de las grandes compañías con más de 200 empleados, ahora pagan un 44% menos, hasta 283 euros por cada despido.
En las pymes, el desplome de la indemnización por despido ha sido del 62% desde el año 2011
El sector donde el coste de las indemnizaciones más se elevó fue en el financiero y de seguros, que llegaron, de media, hasta los 1.455 euros. Sin embargo, siguen siendo inferiores a las que había en 2011, cuando alcanzaron los 2.667 euros. Las menores indemnizaciones corresponden a los sectores de la administración pública donde hay pocas bajas y con un coste más estable durante la crisis, que en 2015 fue de 11,7 euros.
Aumenta el salario bruto
La buena noticia para los trabajadores es que en 2015 el salario bruto volvió a avanzar de forma decidida por primera vez desde la reforma laboral. En concreto, creció un 1,08% según los datos del INE, lo que permite al salario bruto (esto es, incluyendo el pago de impuestos y cotizaciones) alcanzar los 22.851 euros y superar el máximo del año 2011.
Por sectores, el mayor salario bruto corresponde al de servicios de suministro de energía, que casi alcanza los 57.375 euros anuales de media. Por detrás se sitúan las actividades financieras y de seguros, que perciben 44.303 euros anuales y las industrias extractivas, 34.663 euros. Por el contrario, el sector de la hostelería es el más precario ya que el sueldo bruto (al que hay que descontar impuestos) es de 13.542 euros, poco más de la mitad de la media.