Finalmente el castigo será sólo simbólico, sin impacto financiero. La Comisión Europea ha decidido este miércoles reducir a cero la multa a España por incumplir el objetivo de reducción del déficit en 2015, tal y como adelantó EL ESPAÑOL la semana pasada. También Portugal se ha librado en el tiempo de descuento de la sanción de Bruselas.
La multa cero es la consecuencia del desvío del déficit el año pasado, cuando alcanzó el 5,1% del PIB, en lugar del 4,2% exigido por la UE. Bruselas considera que el Gobierno de Mariano Rajoy no sólo no tomó medidas eficaces para contener el desfase, sino que contribuyó a dispararlo con rebajas de impuestos y aumento de gasto en pleno año electoral.
Las reglas presupuestarias de la UE prevén para los incumplidores una multa predeterminada del 0,2% del PIB (2.000 millones en el caso de España). Pero permiten a la Comisión reducirla o incluso cancelarla. Pese a que el ala dura del Ejecutivo comunitario ha pedido hasta el último minuto una sanción simbólica, finalmente el colegio de comisarios ha optado por la multa cero. El presidente, Jean-Claude Juncker, contrario a las sanciones, ha sido el que ha decantado la decisión, según fuentes europeas.
Cuatro son los factores principales que han esgrimido los comisarios económicos, el socialista Pierre Moscovici y el conservador Valdis Dombrovskis, para justificar la multa cero. En primer lugar, tanto Madrid como Lisboa ya han hecho esfuerzos importantes, aunque insuficientes, en materia de reducción del déficit. Además, todavía sufren problemas económicos graves, como el alto nivel de paro. En tercer lugar, los dos países han ofrecido nuevas medidas para recortar el déficit.
Pero el argumento definitivo que ha llevado a la Comisión a rebajar a cero la sanción es la situación política que vive la UE tras el brexit y el auge de los partidos populistas y euroescépticos."Hemos pensado que un enfoque punitivo no sería lo mejor en un momento en el que los ciudadanos dudan de Europa", ha alegado Moscovici.
Aunque sea sólo una sanción simbólica, a España -y también a Portugal- le quedará el estigma de ser el primer país en ser castigado por déficit excesivo en la historia de la UE. Y ello aunque Francia y Grecia son los estados miembros que más veces han incumplido el Pacto de Estabilidad.
El Ecofin dispone ahora de 10 días para modificar o anular la decisión de Bruselas, algo improbable porque se requeriría una supermayoría cualificada. Además, ni siquiera los países más duros, como Alemania, querían multa. Transcurrido el plazo, si los ministros no se pronuncian, la sanción quedará cancelada de forma definitiva.
No hay que hacer ajustes este año
En paralelo, el Ejecutivo comunitario ha decidido conceder a España dos años extra, hasta 2018, para situar el déficit por debajo del umbral del 3% que marca el Pacto de Estabilidad, tal y como avanzó el lunes este periódico. Ello supone un balón de oxígeno para el futuro Gobierno, si llega a formarse, puesto que podrá repartir los ajustes entre lo que queda de año, 2017 y 2018.
De hecho, Bruselas da por perdido 2016 debido a la falta de Gobierno. El déficit sólo deberá reducirse hasta el 4,6%. Eso significa que no se requieren nuevas medidas de ajuste. El mayor esfuerzo se concentra en 2017, cuando tendrá que rebajarse hasta el 3,1%. En 2018, la meta es del 2,2%. La Comisión pide un esfuerzo estructural de 5.000 millones de euros cada año, es decir, un total de 10.000 millones.
Tanto Moscovici como Dombrovskis han alegado que concentrar el esfuerzo en dos años era muy difícil de cumplir y podría poner en riesgo la recuperación. No obstante, Moscovici ha avisado de que si España no quiere ser el último país de la UE en salir del procedimiento sancionador por déficit excesivo, todavía tiene la posibilidad de acelerar los recortes.
Bruselas da de plazo al nuevo Gobierno hasta el 15 de octubre para presentar el Presupuesto de 2017 y las medidas de ajuste que contempla para el año siguiente. "La democracia española tiene capacidad para formar Gobierno rápidamente", ha dicho Moscovici. Si las medidas no llegan a tiempo, la Comisión mantendrá congeladas parte de las ayudas europeas de 2017.
La congelación de los fondos, en septiembre
Esta segunda parte del castigo por el déficit, la suspensión de los fondos comunitarios, se retrasa hasta septiembre. El Ejecutivo comunitario ya había decidido suspender un total de 1.300 millones de euros, según las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL. Pero la Eurocámara, que no tiene poder de veto, ha pedido ser consultada y ha logrado aplazar la decisión.
Dombrovskis ha resaltado que la amenaza de perder fondos europeos supondrá un incentivo para que Madrid y Lisboa aprueben los ajustes necesarios. Además, si España y Portugal vuelven a incumplir, se avanzaría un paso más en el procedimiento sancionador por déficit excesivo, con una multa de hasta el 0,5% del PIB (5.000 millones en el caso español).