Las cuentas del Gobierno siguen sin cuadrar y ya ha pasado la primera mitad del año. Sólo el ahorro en la factura de los intereses permite salvar la cara al Ejecutivo reduciendo el déficit respecto al año anterior en 305 millones de euros en términos de contabilidad nacional, según los datos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). Sin embargo, el saldo primario hasta junio, esto es, sin contar el alivio en el pago de intereses, vuelve a empeorar.
En concreto, la Administración Central cerró junio con un déficit de 7.404 millones de euros, esto es, un 8,3% más que en la primera mitad del año anterior. Son 872 millones de euros de ahorro en intereses que es lo único que está permitiendo al Ministerio de Hacienda mejorar las cuentas públicas respecto al año anterior. Mientras tanto, la Comisión Europea sigue valorando qué multa proponer para España por incumplir el déficit del año anterior y cuál será la nueva senda del déficit que impondrán al país.
La política monetaria de tipos cero del Banco Central Europeo está permitiendo un gran ahorro en la carga financiera de los países del euro, sin embargo, las cuentas del Ejecutivo en la primera mitad del año hicieron bien poco por mantener el ajuste. De ahí que el Gobierno haya puesto sobre la mesa una batería de medidas encaminadas a elevar la recaudación impositiva (adelanto de una parte del Impuesto de Sociedades) a este año y a reducir el gasto (Acuerdos de No Disponibilidad y cierre del ejercicio presupuestario).
La Administración Central cerró junio con un déficit de 7.404 millones de euros, un 8,3% más que en 2015
En porcentaje del PIB, el déficit de la Administración Central se modera hasta el 1,9%, lo que significa que con la mitad del año cumplido, el Gobierno ya ha superado el techo de déficit que prometió a Bruselas. En concreto, el Ejecutivo se comprometió en la Actualización del Plan de Estabilidad a cerrar este año con un déficit en la Administración Central del 1,8% del PIB, por lo que ya va con un desfase de 1.000 millones de euros. Y eso que el aumento del PIB este año permite que la ratio de déficit/PIB sea menor al ser mayor el denominador.
En cuanto al saldo primario (sin intereses), el déficit aumenta a pesar de que también crece el PIB, en concreto alcanza el 0,66% del PIB frente al 0,63% del mismo periodo del ejercicio anterior.
A pesar del deterioro de las cuentas públicas, el Ejecutivo ha empezado a virar respecto a las cifras de mayo, que eran mucho más preocupantes. El déficit de la Administración Central cerró el mes en 23.301 millones de euros, lo que significa que en junio se ha reducido en 1.958 millones de euros, 8,4% menos. Sin embargo, junio es un mes tradicionalmente positivo por la recaudación trimestral de impuestos, que aumentaron los ingresos de la Administración Central en 14.180 millones de euros respecto al mes de mayo.
Menos gasto e ingresos
Los Ministerios de Hacienda y Economía siguen recortando el gasto, el problema es el fuerte descenso de los ingresos provocado por la reforma tributaria del Partido Popular que afecta a los impuestos de Sociedades e IRPF. En términos de contabilidad nacional, el gasto se ha reducido en 3.531 millones de euros, un 3,4% menos que en el ejercicio precedente. A este ahorro contribuye el Acuerdo de No Disponibilidad firmado por el Gobierno en abril y con el que pretende reducir el gasto en 2.000 millones de euros respecto al Presupuesto aprobado para el ejercicio.
Más de un tercio de la reducción del gasto (1.360 millones) viene del ahorro de los intereses y a transferencias a la Unión Europea. La remuneración de asalariados aumenta en 207 millones de euros, un 2,3% respecto al mismo ejercicio del año anterior, por la revalorización de los salarios y la contratación de personal.
Hasta junio, el Estado pierde 221 millones del Impuesto de Sociedades cuando en el ejercicio anterior había recaudado 2.383 millones
El problema para las cuentas de la Administración Central se centra en la partida de ingresos, que disminuyen en 3.226 millones de euros respecto al mismo periodo del año anterior. El mayor agujero se observa en el Impuesto de Sociedades. En términos de caja, el saldo hasta junio es negativo, esto es, el Estado pierde 221 millones de euros, frente a una recaudación de 2.383 millones de euros respecto al año anterior.
Una buena parte de la culpa del desplome del Impuesto de Sociedades hasta números rojos es el fin del pago mínimo fraccionado que tenían que abonar las grandes empresas por adelantado hasta 2015 y que el Gobierno anuló este año. Esta decisión, que iría encaminada a aliviar la situación de caja de las empresas, ha sido un mal negocio para el Gobierno, que ya se ha comprometido con Bruselas en revocar lo antes posible. No sólo revocar, hará adelantar más dinero a las empresas: si hasta 2015 adelantaban el 12%, Hacienda estudia subirlo al 20% como mínimo, para así recaudar 6.000 millones más este año.
Además, el fin de la restricción para emplear algunos créditos fiscales es lo que permite que el saldo del Impuesto de Sociedades en términos de caja sea negativo. Las empresas tienen todavía miles de millones de euros en bases imponibles negativas que compensar de los años de la crisis. Esto es, las pérdidas de otros años que pueden reducirse de la base imponible cuando se obtienen beneficios. Una parte de la limitación a usar estos créditos fiscales se terminó este año y, por este motivo, las empresas lo están utilizando.
La rebaja del IRPF también pasa factura a las cuentas públicas. La recaudación en términos de caja hasta junio se redujo en 1.550 millones de euros, esto es, un 4,7% menos respecto al año anterior. Si se tiene en cuenta sólo la recaudación del Estado, el descenso alcanza el 12,3%, pero se maquilla con el 2,5% más que recaudan las comunidades autónomas.
Por su parte, la Seguridad Social cerró junio con un superávit de 2.185 millones de euros, un 0,19% del PIB. Unas cifras que se convertirán rápidamente en déficit una vez se conozcan los datos de julio que incluyen la paga extra de verano por la que el Gobierno tuvo que retirar 9.700 millones de la hucha de las pensiones.
Los ajustes en las autonomías
En cuanto al déficit del conjunto del Estado, los datos publicados hoy hacen referencia a los cinco primeros meses del año. En este periodo, las comunidades autónomas han reducido su déficit hasta el 0,36% del PIB, desde el 0,5% que tenían a estas alturas de 2015. Este ajuste empieza a desviarse un poco del objetivo conjunto para todo el año, situado en el 0,7%. Sin embargo, Bruselas está revisando la senda del déficit, por lo que el objetivo final podría ser otro.
Sin embargo, hay comunidades cuyo desfase presupuestario es ya muy elevado. En Extremadura, el déficit alcanzó el 1,1% del PIB, en Navarra, el 0,95% y en Cantabria se situó en el 0,69%. Sólo cuatro comunidades están en superávit hasta mayo: País Vasco, con un 0,26% del PIB, Asturias, con un 0,16%, La Rioja, con un 0,05% y Canarias, con un 0,01%.