El Producto Interior Bruto (PIB) alemán registró en el segundo trimestre del año un crecimiento del 0,4 % respecto al trimestre anterior, informó hoy la Oficina Federal de Estadística (Destatis). Esto supone una ralentización respecto a la expansión experimentada por la economía alemana a principios de año, cuando el crecimiento trimestral se situó en el 0,7 % respecto a los últimos tres meses del año anterior.
Respecto al segundo trimestre del año anterior, el crecimiento del PIB se situó en un 3,1 %, el mayor impulso a efectos interanuales registrado en los últimos cinco años. Esta pérdida trimestral de ritmo había sido pronosticada ya por algunos expertos, que vaticinaban incluso un crecimiento trimestral menor, de alrededor del 0,2 %.
En un comunicado emitido ayer, el ministerio de Economía advertía asimismo de esa cierta ralentización trimestral, respecto a la registrada a principios de año, aunque destacaba que la coyuntura alemana sigue siendo "robusta".
El motor de la primera economía europea sigue siendo la exportación, que experimentó una moderada subida trimestral, según el comunicado emitido por Destatis, mientras que las importaciones descendieron algo. El consumo privado sigue impulsando la economía alemana, mientras que las inversiones industriales perdieron empuje.